11 · 05 · 23 SUNDOWN de Michel Franco…el otro Acapulco Compartir en twitter Compartir en facebook Compartir con correo Copiar al portapapeles Rafael Aviña Creador de relatos polémicos e incómodos donde predominan las tramas protagonizadas por personajes de los sectores económicos más privilegiados del país, envueltos en dramas de tensión sicológica y de seres enfrentados con sus frustraciones y temores más sombríos, Michel Franco es hoy en día, uno de los realizadores más importantes y controvertidos de nuestro cine desde su inquietante ópera prima Daniel y Ana (2008). Luego de su controversial e hipnótica Nuevo orden (2020), Franco estrena en cartelera su siguiente filme, Sundown: secretos en Acapulco (Francia-México-Suecia, 2021), exhibido en el 19° Festival Internacional de Cine de Morelia (FICM), donde regresa a ese podrido hervidero social que es hoy en día la nación mexicana, en un nuevo intento por sacudir al espectador y provocar incomodidad, en un filme con varias capas de complejidad donde el destino fatal es inminente y a la vez liberador. Como en su película Chronic: el último paciente (2015), una vez más el actor Tim Roth es el protagonista de Sundown; en éste caso, interpreta a Neil Bennett, británico de 60 años que llega a vacacionar a un lujoso y exclusivo resort acapulqueño junto con su hermana Alice (Charlotte Gainbourg) y los hijos adolescentes de ella: Colin y Alexa (Samuel Bottomley y Albertine Kotting). La madre de ambos fallece y la acaudalada familia tiene que regresar a Londres, no obstante, Neil pretexta el olvido de su pasaporte con el único fin de alejarse de todos y de iniciar una vida más libre e individualista al tiempo que oculta un secreto que su propia familia desconoce y que al final revelará su extraño, insensible y taciturno comportamiento… …En 1978, el escritor Ricardo Garibay detalló en su libro Acapulco, un “paraíso” muy similar al que describe Michel Franco en su película…”Corazón hinchado de hermosuras y putrefacciones, violencia y deliquinios…Infierno y gloria, Acapulco es el hampón y el pescador, el humanista y el cuchillero, la oración y la mariguana. Es la piel dorada del lujo –promesa y cacería del hartazgo- y la requemada piel de la miseria…”. Y sí, el Acapulco que se observa en Sundown, es el de la pobreza, la violencia, la belleza y los abismos económicos, la sensualidad y el abuso, más cercano al retratado por Luis Alcoriza en su crudísima Paraíso (1969), retrato coral del puerto entre proxenetas, prostitutas, clavadistas y buceadores, e incluso a aquel que se aprecia en las primeras secuencias del thriller de Nicolas Roeg: Frío en el paraíso/Cold Heaven (1991). Sundown: secretos en Acapulco (2021, dir. Michel Franco) De manera extraña, el protagonista evade regresar a su patria pese a la cuantiosa fortuna que heredará y prefiere quedarse en Acapulco, donde poco a poco conocerá la otra realidad del puerto y del Acapulco tradicional y sin glamour; el de Caleta y Caletilla, las sillas de plástico en las playas más populares, la cerveza y la comida barata y sobre todo, el de la violencia cotidiana del crimen organizado, como esa balacera y ejecuciones en una playa atestada o la cárcel guerrerense en la que coinciden presos y cerdos en el mismo sitio, al tiempo que inicia una tórrida y despreocupada relación sexual con una sensual joven lugareña que conoce en una pequeña tienda: Berenice (Iazua Larios). Michel Franco le da una inquietante vuelta al concepto de paraíso recobrado y oda masculina que proponía el citado Alcoriza en Tiburoneros (1963), para recuperar el Acapulco de su adolescencia, trastocado hoy en día en pesadilla cotidiana y recurrente. De nueva cuenta, el realizador construye un relato nihilista donde evita cualquier explicación y aporta una vez más otras temáticas convulsas de tensión sicológica y silencios incómodos de dolor, resignación y culpa.