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“Lo único nuestro en el cine es el proceso”, dijo Elisa Miller en la presentación de BITÁCORA DE DIRECCIÓN DE TEMPORADA DE HURACANES

La directora Elisa Miller presentó la Bitácora de dirección de Temporada de huracanes (2025), trabajo hecho en colaboración con la Filmoteca UNAM y la Cátedra Bergman

Durante la presentación, la directora y guionista de Temporada de huracanes (2023) explicó la importancia que tiene el proceso creativo cuando se hace un trabajo cinematográfico: “lo único nuestro en el cine es el proceso, no el resultado”.

 Añadió que los procesos no son lineales, no son fáciles y el registro que queda en la bitácora da cuenta de esto, que es un trabajo de digestión de la novela homónima de la escritora Fernanda Melchor

La labor de un director es lo que ella llama “la pre de preguntas”, pues las películas se hacen antes de llegar a la preproducción para responder todas las dudas del equipo de trabajo. 

Contó, además, que naturalmente hace archivos sin saberlo, “soy acumuladora de notas”, documentación que es una especie de microprocesos internos para digerir el guion que está creando o adaptando. 

Este libro es el cierre de un trabajo arduo y una forma de ver ordenada toda la documentación que se hizo previamente al desarrollo de la película, el trabajo de Isabel Toledo (coordinadora de la Cátedra Bergman) y Hugo Villa Smythe (director general de Actividades Cinematográficas de la UNAM) retrató “el proceso que hice de pasar del libro a la película, el viaje simbólico de hacer una película”. 

También habló acerca de la forma en que en el libro se cuelan textos de su proceso emocional, que fue muy fuerte y largo, y que cierra el círculo simbólico del trabajo de adaptación de la novela a guion cinematográfico, en el que se tardó seis versiones hasta llegar a sostener la estructura del texto original. 

La directora, quien estudió Literatura en la UNAM, explicó que hay cosas intraducibles al cine, que adaptar Temporada de huracanes, de Fernanda Melchor fue, de alguna manera, quitarle lo literario a la novela, proceso doloroso y gozoso a un mismo tiempo, pues lo que más le gustaba del libro era la forma en que estaba escrito. 

Por último, explicó que adaptar el libro a una película es “descartar y soltar” a partir de un criterio, pues son lenguajes distintos, mientras que la literatura va más hacia la imaginación del lector y puede caber todo, en el lenguaje audiovisual funciona más acotar la historia.