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Esto no es Berlín, una carta de amor: Entrevista a Hari Sama

Esto no es Berlín, la más reciente película de Hari Sama, tuvo su estreno internacional en el Festival de Sundance 2019luego de haber obtenido el Premio Cinépolis Distribución en Impulso Morelia 4 en el 16° Festival Internacional de Cine de Morelia (FICM).

En la película participa Marina de Tavira, actriz nominada al Oscar por su actuación en Roma, de Alfonso Cuarón, y cuenta la historia de Carlos, un joven de diecisiete años que no encaja en ninguna parte. Todo cambia cuando lo invitan a un club nocturno mítico donde descubre el universo de la vida nocturna subterránea llena de punk, libertad sexual y drogas.

Tuvimos la oportunidad de platicar con el cineasta sobre la realización de esta película y lo que significó estrenar en la meca del cine independiente.

Hari Sama | Mención Especial de Impulso Morelia 4 y Premio Cinépolis Distribución por Esto no es Berlín Hari Sama | Mención Especial de Impulso Morelia 4 y Premio Cinépolis Distribución por Esto no es Berlín.

FICM: ¿Por qué para ti era importante hablar de los año ochenta? Entiendo que Esto no es Berlín tiene tintes autobiográficos, ¿cierto?

Hari Sama: Exactamente. En un principio por eso, siento que estos tiempos, la preadolescencia y la niñez, es cuando recibimos las cicatrices que nos hacen ser quienes somos el resto de nuestra vida. Entonces, es una época que en general me parece importante; es un momento al que uno debe volver muchas veces, ¿sabes? Como a seguir elaborando y reflexionando.

A mi me tocó vivir eso en los ochenta. En ese momento coincidieron dos cosas, crecer en una familia parecida a la que se ve en la película, donde tuvimos un momento difícil creciendo; y por otro lado, haber coincidido con este grupo de artistas locos maravillosos en un momento histórico mexicano muy peculiar. Los ochentas en México sí fueron un momento muy particular donde coincidimos personas que estábamos buscando una manera de hacer arte, de hacer música, poesía, qué sé yo, todo esto en un México donde todo estaba prohibido. Tuvo que suceder todo eso en la más absoluta clandestinidad y me parece que eso le da un toque muy especial a lo que sucedió aquí, comparado con lo ocurrido en España con la famosísisma "movida madrileña" que tuvo mucho espacio para suceder, nosotros no tuvimos tanto espacio. Realmente lo que ocurrió aquí sucedió de una manera muy básica, por decirle de alguna forma, muy chiquita.

Entonces me pareció importante hablar de esas dos cosas. Ya al momento de estar haciendo la película me di cuenta de que es una época de la que prácticamente nadie ha hablado, a pesar de que es un momento bien importante porque coinciden muchos personajes muy curiosos de la cultura mexicana, desde los hermanos Cuarón hasta Rubén Ortíz, muchos artistas ya estaban exponiendo en estas casas, en estos espacios clandestinos. A mi me empezó a llamar mucho la atención que fuera una época tan poco explorada, no sólo por el cine, sino por la historia del arte en sí misma. Te das cuenta de que hay poco registro de esa época, la gente que no lo vivió no sabe bien de qué va.

FICM: A nivel personal, ¿cómo fue hacer esta película, el proceso de introspección para elegir los elementos que ibas a plasmar en la historia?

HS: Al final de cuentas, como es una ficción que reflexiona un poco sobre mi vida, hubo cosas que se fueron moviendo y hubo decisiones que hubo que tomar y que la alejan de la situación original pero que la vuelven dramáticamente más pertinente, pero la esencia es muy cercana a mi vivir. La verdad es que de alguna manera es una carta de amor a un grupo de gente que me acogió y me recibió de una manera que me significó muchísimo en aquel tiempo. Yo no soy gay, pero de pronto fui bienvenido en este mundo en el que de pronto sentí que encuentro una familia de artistas muy interesantes, radicales y gays. Esto para mi tiene una relación importantísima que me hace ser quien soy hoy; y todo este asombro, la confusión del personaje Carlos con respecto a su propia sexualidad, de saber dónde pertenece, me representa y se siente muy cómodo en este ámbito que le hace sentir que por fin pertenece, porque siento que al principio de la película es bastante evidente que no se siente cómodo con el lugar en el que le tocó tener en el mundo. Se descubre él mismo como artista.

Llegó un punto en el que me empezó a afectar muchísimo la filmación, la verdad es que pensé que eran asuntos que tenía muy elaborados, y claro, no es lo mismo haber hecho un trabajo introspectivo y luego verlo en tercera dimensión. Tiene otro nivel de reverberación en tu corazón. Pero en ese sentido, me di cuenta de que como artista es importante estar buscando ese lugar de incomodidad, porque al final ahí es donde pasan cosas como ser humano, como que de la pieza me llevo muchos regalos en ese sentido, digamos que por momentos fue doloroso, me llevo unos regalos enormes de resignificación de cosas, incluso cosas que se movieron muy fuerte en la película y que se asentaron después. Claramente vez que hubo una recolocación, pero eso es algo que pasó con todos, los actores, todos los que estuvimos involucrados en el proceso y nos comprometimos con el alma con el proceso, salimos muy transformados.

Lo padre, me parece —y la experiencia de Sundance me lo acaba de reafirmar—, es que cuando las cosas están hechas desde ese lugar incómodo y genuino y honesto, como que te comunicas de una forma muy profunda con el corazón y la incomodidad del otro. Creo que no hay nada más bello, es lo único que le da sentido al menos a mi quehacer en el cine. quisiera seguir explorando esos territorios, no necesariamente tan autobiográficos, pero como que siempre es importante colocar una cosa personal incómoda en las películas para poderse comunicar desde ese lugar y que se reciban desde ahí.

La recepción en Sundance estuvo muy cañona en ese sentido, hubo toda una comunidad que recibe la película y la vuelve casi suya, personal. Algo muy impresionante.

FICM: ¿Consideras que este es tu trabajo más personal hasta el momento?

HS: Creo que estaría entre esta y El sueño de Lu (2011). Pasa que El sueño de Lu trata de una cosa muy específica que es la pérdida de mi hija Emilia y que además tuvimos la fortuna de hacerla juntos Ursula (Pruneda) y yo. De alguna manera pudimos hacer una transfiguración de ese momento nuestro tan brutal.

Esta película habla de un aserie de cosas que tienen que ver con ese momento de la vida que te genera las cicatrices esenciales a través de las cuales ves la vida. Para mi esas cicatrices hacen un filtro y ese filtro es con el que negocias el resto de tu vida, porque es a través del cual ves la realidad, si te tomas las cosas personales o dejas que te afecte tal o cual cosa.
Esto no es Berlín es extremadamente personal en cosas muy esenciales de mi como ser humano.

FICM: ¿Qué significó para ti formar parte del Festival de Sundance con esta película?

HS: La verdad me está cambiando la vida. Ahora mismo estoy en Los Ángeles viendo cosas que surgieron de Sundance y que están siendo profundamente transformadoras porque la película se volvió impresionante, la recepción de la crítica, los comentarios que el público ha compartido en redes, la gente que se ha acercado a proponerme cosas, es algo que no me imaginaba, me rebasa y me tiene increíblemente agradecido con el universo.

Desde que llegó la noticia me conmoví enormemente porque Sundance es un festival que personalmente me significa muchísimo pues el cine independiente estadounidense me ha marcado desde niño. Me parecía increíble estar ahí. Como que el universo me está confirmando que ese era el lugar perfecto para estrenar internacionalmente esta película.

FICM: Esto no es Berlín ganó el Premio Cinépolis Distribución en Impulso Morelia 4 el año pasado, ¿ya tienes fecha para estrenarla en México?

HS: Lo que platicamos es que nos gustaría poder estrenar la película en México en el marco del Festival de Morelia de este año y posteriormente hacer el estreno comercial, entonces estamos hablando de octubre o noviembre.

FICM: ¿Ya tienes algún proyecto en mente una vez que termine todo lo que está sucediendo en torno a Esto no es Berlín?

HS: Ya traigo otra película que estoy ya en los tratamientos finales que se llama Lastre y que también tiene que ver con hacer una yuxtaposición entre hacer una película dramática donde los personajes están en un proceso de introspección profunda, en este caso en relación al abuso y la música. De nuevo la música tiene un papel importante a través de un personaje que encuentra en ella un medio de expresión.

Espero pronto tener la noticia de que ya estamos preproduciendo, ojalá sea pronto.

Se están abriendo muchos canales creativos que la verdad me interesan mucho; también soy músico, entonces hay un EP que estamos por sacar, nos interesa moverlo y tocar esa música. Vienen un chorro de cosas y siento que sí estoy pasando por un momento que creativamente me está dando mucho.