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Entre la abundancia y el desplazamiento: entrevista a Yovegami Ascona, director de BOCA VIEJA

El documental Boca vieja (2024), del director Yovegami Ascona, es el retrato de un pueblo de en la costa oaxaqueña, el pueblo donde nació y creció la madre del director. El largometraje sigue a personajes, campesinos y pescadores, que viven junto al mar y que disfrutan de la abundancia de su territorio. Al mismo tiempo, son personajes que han encontrado las maneras de adaptarse a los cambios del clima, a la temporada de lluvias y de huracanes. Se trata de un mosaico de momentos, afectos y memorias de una comunidad que tiene una historia de lucha desde hace muchos años y que actualmente también vive con la amenaza latente del despojo de su territorio.

Boca Vieja fue parte de la Sección de Documental Mexicano en la pasada 23ª edición del FICM, por lo que conversamos con Yovegami Ascona, para que nos contara más sobre el desarrollo del proyecto.

Boca vieja (2024, dir. Yovegami Ascona)

FICM: Has contado anteriormente que, justamente por la cercanía con la comunidad que retratas, querías hacer este documental desde hace casi diez años. Entonces, cuéntanos ¿qué tuvo que pasar para que se pudiera concretar ahora el proyecto? ¿Y qué retos enfrentaste?

Yovegami Ascona: Yo quise hacer este documental en el 2012. Apliqué a una beca del FONCA y no quedé, por eso no lo hice en ese momento. Fue hasta el 2020 cuando me decidí a volver a retomar. Abrí ese archivo y me di cuenta de por qué no había quedado: estaba escrito muy rústicamente. Así, empecé a escribir sobre este pueblo.

En realidad, no tenía un tema o un personaje en especial para aproximarme cinematográficamente a Boca Vieja. Lo que tenía dentro de mi estómago, de mi cabeza, era hacer una película de un mosaico de muchos personajes que viven junto al mar. Y se fueron dando las situaciones que vemos en la película.
Sólo tenía una gran certeza sobre la temporada de lluvias y huracanes, porque todo el tiempo a mí me tocó ver y cuando fui a hacer investigación también me contaban: “Oye, ven a grabar cuando llueva porque el río va a crecer, se va a desbordar y va a entrar al mar y vamos a tener que desarmar nuestras ramadas, nuestras palapas”. Y ese era un lugar al que yo quería llegar en algún momento de la película. 

Es una película que quise abordar desde lo orgánico, desde la sorpresa, desde la intuición también. Y me fui a grabar junto con mi equipo, sin seguir un guion o una escaleta. Entonces es una cámara que se sorprende todo el tiempo. Decidimos también liberarnos de muchas cosas que creíamos que a la larga nos iban a estorbar, como un tripié, por ejemplo. Muchas de las tomas son en mano, porque la gente en la costa se anda moviendo a cada rato; es muy inquieta; y la forma de seguirlos era con una cámara en mano, caminando en la arena. Al principio llevábamos ropa así como para rodaje, como botas, camisas, jeans. Luego aprendimos que ahí, para grabar, tendríamos que ir en chanclas y en shorts, y entrar en esta suerte de vivir con ellos y de confianza.

A pesar de que yo los conocía cuando era niño ⎯porque íbamos constantemente a este pueblo junto con mi madre⎯, ya con la cámara y con otras tres personas, descubrimos que, si generábamos confianza y pasábamos tiempo con ellos, a la hora de sacar la cámara en realidad todo iba a ser bastante familiar. Fue a lo que le apostamos, a este seguimiento de personajes. Lo que vemos en pantalla es el resultado de la confianza que se había generado previamente.

Boca vieja (2024, dir. Yovegami Ascona)

FICM: Qué importante es considerar los retos y las sorpresas que debieron enfrentar al transitar este territorio, porque se mueven entre la playa y el pueblo. También nos interesa conocer cómo era la relación con la comunidad, porque, como cuentas, son amigos, son familiares, tu mamá. ¿Cómo fue el trabajo con ellos? Porque se siente esa comodidad de la que hablas.

YA: Para mí Boca Vieja fue mi escuela de cine. Es mi primer largometraje. Antes había hecho otros cortometrajes, muy distintos a Boca Vieja. Probé mucho en rodaje. Tuve muchas libertades. Había personas con las que era grabar hasta donde ellos nos permitían o con las reglas de ellos. Por ejemplo, el buzo, el que se mete por los ostiones sin tanque ni nada. Yo todo el tiempo lo quería grabar sin playera, porque él se mete sin playera, sólo con su ropa interior. Pero el día de la filmación él quiso usar su playera, entonces ya no pude tener control de eso. Con otras personas, como con mi tía abuela, que es la tía Mari, la que le recita versos al mar, con ella sí hubo más condiciones como para poder hacer unas puestas en escena. Yo le pedí, le sugerí, algunas cosas, que hablara de ciertos temas.

No  hubo un método para la película, sino que con cada personaje nos íbamos adaptando. Hay algunos también que no hablan, sólo aparecen en la película. O hay algunos que hablan demasiado y que en realidad hacen muy pocas acciones. Pero me interesaba eso: no crear un solo estereotipo de personaje costeño. Me interesaba que hubieran niños, ancianos, mujeres, hombres, gente que trabaja en el mar, gente que trabaja en el campo. Y a partir de ese mosaico, hacer una polifonía de una comunidad que estuviera unida geográficamente, aunque quizás entre ellos nunca se encuentran, o sólo aparecen en un momento de la película, o aparecen en varios momentos. Fue una suerte de hacer un retrato y que cada personaje fuera aportando algo para la película.

FICM: ¿Y la comunidad ya vio la película? ¿Te dieron alguna retroalimentación?

YA: Sí, era algo que me interesaba mucho desde un principio, que fueran los primeros en ver la película. Entonces, el 14 de junio, presentamos la película en el pueblo. Fue todo un evento. Fueron casi 500 gentes a ver la película. Llevamos una pantalla gigante donde la proyectamos y se hizo una kermés. Me habló el comité de la primaria y el de la iglesia, que si podían vender aguas, antojitos, tamales. Se volvió toda una fiesta ese día. 

Para mí fue como cerrar el ciclo de haber pasado mucho tiempo ahí con ellos, regresarles la película. Era un compromiso que yo tenía también con ellos, proyectarla ahí en cuanto estuviera terminada.

Les gustó mucho. Ahora es un pueblo que ya está en una película, que ya va a tener una memoria histórica. Les gustó mucho en realidad.
Me la han pedido familiares de los personajes, gente que está en Estados Unidos, que emigró. Y pues ahí les he pasado el link. Porque también me interesa que ellos la vean. Y va a ser difícil que la vean después en Estados Unidos. ¿Para qué esperar tanto si la pueden ver de una vez? He recibido muy buenos comentarios de la gente.

Boca vieja (2024, dir. Yovegami Ascona)

FICM: ¿Y qué significa para ti que el proyecto haya llegado al FICM? 

YA: Para mí significa mucho. Estoy muy contento de que Boca Vieja esté en Morelia porque va a regresar y va a cumplir su ciclo. Porque en 2023, hace dos años, fuimos seleccionados en Impulso Morelia y ahora estar en la Selección Oficial con la película terminada, es justo como este ciclo con el Festival de Morelia, que nos abrió la puerta desde un principio, cuando todavía la película no estaba terminada.  Para mí es algo que habla también del compromiso del FICM y que estemos ahí, en la Sección de Documental Mexicano, es un gran acontecimiento también para el cine oaxaqueño.

FICM: ¿Qué te gustaría que las audiencias se llevaran al conocer Boca Vieja?

YA: Me gustaría que las personas pudieran reflexionar acerca de cuando uno es turista, de cuando uno va a estas playas turísticas: ver más allá del aspecto turístico y ver la humanidad de las personas que habitan estos espacios, y cómo durante años puede haber prácticas con otros intereses para desplazar a personas, a colonias, a pueblos, desplazarlos de un territorio para crear algo para el turismo. Este pueblo, hace 40 años, estuvo a punto de que les quitaran su territorio por el fomento nacional del turismo y hasta la fecha continúan con esa incertidumbre, porque hace unos meses entró un decreto donde gran parte del territorio de este pueblo se va a convertir en área natural protegida. Entonces, hay una incertidumbre porque hay mucha desinformación y no se sabe hasta ahora qué va a pasar con ese territorio, con esa área natural protegida.  Quiero invitar al espectador para que reflexione y vea la humanidad y los pueblos que han mantenido su territorio durante años.