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Los misterios de Elena Garro

Elena Garro (Puebla, 11 de diciembre de 1916-Ciudad de México, 22 de agosto de 1998) fue dramaturga, novelista, periodista y guionista de cine y vivió una vida de luces y sombras. Convivió con Jean Paul Sartre, Marlene Dietrich y Picasso, entre otros, e interpretó un pequeño papel en el corto Humanidad (1933) de Adolfo Best Maugard. Padeció la guerra cristera siendo una niña. No acabó su carrera de Literatura y Teatro en la UNAM por casarse con el joven escritor Octavio Paz en 1937. Su primera aparición en el teatro fue como bailarina en Las troyanas de Eurípides, estrenada en 1936 en Bellas Artes y en 1937 fue coreógrafa en el teatro universitario bajo la dirección de Julio Bracho. Ejerció el periodismo desde 1938 colaborando en México en la Cultura, La Palabra y el hombre y Revista de la Universidad, entre varias otras publicaciones.

Elena Garro

Más tarde estudiaría en la Universidad de Berkeley, en California, y en la Universidad de París. Se asegura que recibió amenazas de latifundistas, banqueros y caciques. Escribió sobre los horrores de la realidad nacional a través de una suerte de realismo mágico y con temáticas feministas. Defendió los derechos de los campesinos de Morelos y durante los sucesos de 1968 se le estigmatizó por sus declaraciones contra políticos e intelectuales y se le obligó a abandonar el país en un exilio forzado. Finalmente regresó a México en 1993. Pese a su enorme talento, la fama y el reconocimiento internacional de Octavio Paz, ensombrecieron su carrera y murió en un estado casi de indigencia.

Autora de obras como: Andarse por las ramas, Los pilares de doña Blanca, Un hogar sólido, o el libro de cuentos Andamos huyendo Lola, Elena Garro obtuvo el Premio Xavier Villaurrutia en 1963 por su novela Los recuerdos del porvenir, trasladada al cine por Arturo Ripstein y Julio Alejandro en 1968, en una película que no fue muy del agrado de la autora, ambientada en un enigmático pueblo sojuzgado por las reminiscencias de la Revolución y la Guerra Cristera. Elena ingresó al cine cuando conoció al director Julio Bracho, incluso colaboró, según declaraciones de su hija, Helena Paz Garro, en varios de sus guiones sin crédito como en Historia de un gran amor (1942) protagonizada por Jorge Negrete y Gloria Marín.

Historia de un gran amor (1942, dir. Julio Bracho) 

A su vez, intervino en las lecturas de atril de poesía en voz alta en el teatro universitario en los años cincuenta que coordinaban Octavio Paz y Juan José Arreola. En esa misma década inició su labor como guionista cinematográfica escribiendo al lado de Juan de la Cabada y Josefina Vicens la exitosa comedia Las señoritas Vivanco en 1958 sobre un par de ancianas señoritas de alcurnia venidas a menos (Sara García y Prudencia Grifell). En 1965 escribió Sólo de noche vienes (1965) de Sergio Véjar ambientada durante la Semana Santa en Guatemala en la que narra el apasionado idilio entre una mujer casada y católica y un turista mexicano (Elsa Aguirre y Julio Alemán). 

Las señoritas Vivanco (1958, dir. Mauricio de la Serna)

En 1959, año en que se divorció de Octavio Paz, colaboró con Archibaldo Burns en el cortometraje Perfecto Luna con un argumento suyo y una producción de Antonio Reynoso quien a su vez fotografió la película asistido por el joven Rafael Corkidi. Más tarde, ya como pareja de Burns, este adaptó su cuento El árbol en la inquietante cinta independiente ganadora del tercer lugar en el 2º Concurso de Cine Experimental Juego de mentiras (1967) —retitulada torpemente La venganza de la criada— que tampoco gustó a la autora. Su tema: los deseos frustrados, los rencores de clase, la ignorancia y la educación machista y opresora y el pensamiento mágico de las comunidades indígenas. Una intrigante mirada a lo femenino y los contrastes entre poseedores y desposeídos.

Poco después, el realizador Salomón Laiter adaptó otro argumento de Elena Garro para Las puertas del paraíso (1970), relato que avanza entre lo urbano y lo rural con el tema de la huida y el viaje, el reventón y el erotismo incierto. Por su parte, la actriz Pilar Pellicer, que conoció a Elena en los años del teatro en atril, realizó el corto ¿Qué hora es? (1995) inspirado en un cuento de Elena del libro Semana de colores. En 2001, José Antonio Cordero egresado del Centro de Capacitación Cinematográfica (CCC) dirigió el mediometraje documental La cuarta casa, un retrato de Elena Garro en el que entrevistaba a la escritora y a su hija Helena en su casa en Cuernavaca rodeada de sus gatos.

“Las películas se hacen en el papel: desconocer al escritor, es negar al cine en su totalidad. Es inevitable que la crítica en México continúe desconociendo y renegando sistemáticamente de ese personaje oscuro y peligroso que es el escritor. Y sobre todo el escritor de cine”: Elena Garro.