03 · 07 · 12 Mike Leigh explica su proceso creativo (pero no lo recomienda) Share with twitter Share with facebook Share with mail Copy to clipboard Ma. Cristina Alemán, editora Web (@mcristina) Para Mike Leigh, hacer cine es un acto de malabarismo, un esfuerzo por balancear lo práctico, lo conceptual y lo emocional hasta conseguir el resultado deseado. De manera realista, advierte que el factor económico es determinante para la creación. Es decir, que el presupuesto de sus películas se define por la cantidad máxima de dinero que logra conseguir para la producción. Leigh lo explica a través del trabajo de Diego Rivera: el tamaño de un mural depende del tamaño de la pared. Es así de sencillo. Sin embargo, conseguir dinero no es sencillo en lo absoluto. Especialmente cuando se trata de cine, y con mayor razón si se trata de financiar una película que aún no tiene guión, ni elenco, ni una historia definida. Porque Mike Leigh comienza a producir a partir de una noción abstracta de un filme, algo que sólo él sabe que existe. El británico asegura que el trayecto de hacer una película, es el trayecto de descubrir qué es, como si el filme fuera un objeto preexistente que el director desentierra poco a poco hasta encontrarle forma. Para descubrir las posibilidades de la película en mente, Leigh trabaja durante meses con sus actores antes de comenzar a filmar. En sesiones de improvisación que pueden durar hasta once horas, el director guía al elenco por las situaciones que viven los personajes. Ninguno de los actores sabe más sobre la trama de lo que sabe su personaje; así, asegura Leigh, sus reacciones son orgánicas y las interpretaciones resultan más verdaderas. Y sin duda el cine de Mike Leigh está marcado por una intimidad con los personajes que es casi incómoda. En Another Year, su más reciente producción, la soledad de Mary (interpretada por Lesley Manville) es dolorosamente palpable, pero al mismo tiempo es una soledad contenida. Vemos la tristeza oscurecer su mirada, pero tenemos el instinto de voltear para el otro lado, como si la hubiéramos "cachado" en un momento demasiado privado, no apto para el público. La creación de personajes en colaboración con los actores es un aspecto característico de su trabajo, sin embargo, Mike Leigh admite que es posible darle demasiada importancia a la interpretación. Finalmente, nos recuerda, que lo más importante es lo que sucede una vez que la cámara está encendida. Y cuando se trata de aconsejar a otros cineastas, Leigh no recomienda su método, el cual describe como excéntrico e ineficiente. El único pedazo de sabiduría que está dispuesto a compartir con certidumbre es: hagan buen cine. Así de sencillo.