11 · 29 · 19 Cine de gángsters: Más que armas y tráfico de drogas Share with twitter Share with facebook Share with mail Copy to clipboard Aranza Flores @Alvayeah El cine de gángsters es uno de los géneros más emblemáticos en la industria. Surgió en los años treinta en Estados Unidos, derivado de la necesidad de retratar el desarrollo del crimen organizado que se estaba originando en la región a partir de 1920, resultado de la implementación de la “Ley Seca” que prohibía la venta de alcohol en el país. Este género se caracteriza por narrar historias desde el punto de vista del criminal, lo que borra la línea de la moralidad y cae en una ambigüedad que ha sido muy criticada a lo largo de su historia. Sin embargo, en los años setenta fue cuando alcanzó su mayor punto de auge: armas, drogas, muerte y familias enteras implicadas en negocios negros son los protagonistas de las cintas. A pesar de ello, el cine de gángsters es mucho más que eso. El género se expandió fuera del territorio norteamericano y llegó Italia, Japón, Irlanda e incluso Brasil, y comparte varios puntos característicos que son los ejes centrales de su conformación: la glorificación de la violencia, el retrato de la migración, la pobreza, la construcción cultural de una visión masculina de la mujer (el concepto de mujer fatal) y en cómo todo ello deriva en dinámicas violentas que se reproducen en todos los ámbitos. Las historias narradas a lo largo de estos años son quizá otro punto de vista de un mismo fenómeno que abarca gran parte del tejido social de muchos países. Te traemos aquí una lista de algunas de las películas más características del cine de mafia: Scarface (1983, Brian de la Palma) The Godfather (1972, dir. Francis Ford Coppola) El imprescindible trabajo de Coppola, basado en la producción literaria del escritor Mario Puzo, deriva en la historia de la mítica familia italiana Corleone. Esta película y sus secuelas desentrañan las raíces de las mafias: las traiciones, las relaciones de poder, la búsqueda insaciable de dinero y la lealtad. La cinta ha sido el símbolo más reproducido en cuanto a cine de gángsters, convirtiéndose en una de las principales referencias de este género. En 1972 recibió el premio Oscar a mejor película.