06 · 06 · 19 El arte de hacer reír: Entrevista a Luis Javier Henaine, director de Solteras Share with twitter Share with facebook Share with mail Copy to clipboard Gabriela Martínez @GabbMartivel Luis Javier Henaine formó parte del 12° Festival Internacional de Cine de Morelia (FICM) con su ópera prima, Tiempos felices (2014), una comedia "anti-romántica" que cuenta la historia de Max, un hombre que intenta romper su noviazgo de cuatro años con Mónica, pero no encuentra las palabras correctas para hacerlo y decide contratar a una agencia especializada en terminar relaciones. Cinco años después, Henaine vuelve a las salas cinematográficas con Solteras (2019), una película que busca dar continuidad a su ópera prima pero ahora desde la perspectiva femenina. Tuvimos la oportunidad de platicar con el director, quien nos habló de su trayectoria, sus influencias como realizador y el proceso de producción de Solteras, la cual llegará a los cines este viernes 7 de junio. Irán Castillo, Edwarda Gurrola, Cassandra Ciangherotti, Luis Javier Henaine, Mariana Cabrera y Sophie Alexander-Katz. FICM: ¿Qué tan diferente fue hacer Solteras con respecto a tu primer largometraje? LJH: Fue mucho más fácil. Tiempos felices empezó en 2007, se estrenó en 2014 en Morelia y en 2015 en salas, entonces estamos hablando de que pasaron siete años desde la concepción del guion hasta el estreno. Claro, hay que considerar que fue una ópera prima, no había hecho nada más que cortos universitarios, no era que tuviera mucha experiencia a nivel profesional fuera de los comerciales. No es lo mismo hacer comerciales que cine. Todo lo que aprendí durante el desarrollo de Tiempos felices me sirvió para acortar el tiempo de manera radical en mi segundo largo. Creo que empezamos a escribir el guion de Solteras en 2016, en tres años escribimos el guion, produjimos y estamos por estrenar. Claro, aprendimos atajos, algunas cosas, nos apoyamos de contactos que no tuvimos cuando tocamos puertas desde cero, también ya sabíamos cómo funcionaba Eficine y al equipo adecuado. Levantar un proyecto habiendo hecho una película antes sí te facilita las cosas. FICM: ¿Qué hace diferente a Solteras del resto de las comedias románticas? LJH: Mi sensación es que la mayoría de las comedias son muy similares, casi todas siguen una fórmula, tocan los mismos temas. También creo que a veces hay productores o directores que a lo mejor no les interesa tanto el detalle o la manufactura, es como "vamos a hacer esto, no importa cómo salga. Que se cuente", todo con los mismos actores de siempre. Esas son cosas que evito hacer. Si retomo un tema común, trato de contarlo de otra forma, de darle la vuelta. Si estoy usando la fórmula de la comedia romántica, busco darle un giro y trato de hacer que cada decisión que toman los personajes sea una cuestión orgánica con respecto a lo que está pasando para evitar los lugares comunes. Siento que eso es lo que tiene Solteras, los personajes toman decisiones que tal vez el público no espera. Creo que eso hace que la película se sienta fresca. Por otro lado, no siento que esta película sea una comedia romántica, más bien tiene elementos de una comedia romántica, de comedia de enredos, tiene varias cosas que la hacen distinta. Ir a divertirte al cine también es válido. No tienes por qué sólo ir al cine a ver cosas intensas, también me gustan. Soy fan del cine en general, no importa el género, yo voy al cine porque me gusta ir a ver películas, no importa el género. En cuestión de producción, me gusta usar la cámara para que la película tenga un lenguaje cinematográfico propio y reforzar la comedia, las emociones de los personajes. Una vez que tengo el guion hago la puesta en escena y utilizo la cámara para reforzar eso. También pongo atención en que todos los actores estén en el mismo tono, ese tono de comedia que me gusta ver. No quería que los actores se hicieran los chitosos, quería que las situaciones fueran chistosas para generar empatía. Habrá gente que no le guste este tipo de comedia, es algo que pasa, pero afortunadamente la recepción que hemos tenido ha sido buena. Además hay grandes actores, tengo un súper ensamble actoral a quienes a lo mejor no los habías visto haciendo comedia. No me importa tanto si son nombres muy conocidos o no, prefiero que los actores sean los adecuados para cada personaje. Soy muy detallista y perfeccionista, pongo mucha atención en la foto, el arte, y trato que todo sea lo más perfecto posible dentro de lo que permita el presupuesto. La edición y el diseño de sonido también son importantes, van de la mano con lo que estás contando en la comedia. Por ejemplo, si estás haciendo una comedia y no está editada con este ritmo o refuerzas ciertos chistes con la edición, hay cosas que no van a caer. Como cuando haces un emplazamiento muy largo y no cortas donde debes, el chiste ya no funciona. Incluso lo que dicen los extras, al fondo, el sonido ambiental, todas esas cosas también suman. FICM: ¿Crees que hacer comedia es de lo más difícil? LJH: Sí, siento que hacer llorar o sufrir a alguien es mucho más fácil que hacer reír. Más porque cada quien tiene un sentido del humor distinto y si no tienes un guion en papel, no hay forma de darle una guía a los actores. Además, si te equivocas con el casting y contratas a un actor que la comedia no es su fuerte, ahí tienes otro problema. Luego, si editas sinb resaltar los chistes, se pierde todo. En mi experiencia, una de las dificultades de hacer comedia en México es que ya hay una serie de prejuicios hacia este género, aún cuando es el que recauda más en taquilla. Esto puede deberse a varios factores, puede ser porque la gente quiere verlas, porque les meten más dinero para distribución, etcétera. Luego también te topas con que el mismo medio le hace el feo a la comedia. Si quieres conseguir un buen actor famoso, serio, con experiencia, puede ser difícil que te acepte una comedia, justo por esta serie de películas que no son tan buenas o porque no conocen al director. De pronto no se permiten soltarse y hacer algo así. Lo mismo puede pasar con los fotógrafos, habrá quien te diga que prefiere fotografiar algo donde su trabajo luzca. Incluso eso pasa con los productores o distribuidores, si tu comedia no es de fórmula, es difícil que quieran venderla. En cambio, si vas con los contribuyentes (estímulos fiscales), puede ser más fácil encontrar apoyo porque tal vez ellos no quieren relacionar su marca con violencia o narcotráfico, pero sí con una comedia. Por ningún lado lo tienes fácil. FICM: ¿Usaste alguna película como referencia para Solteras? LJH: Les recomendé a los actores varias series y películas. Una fue Damas en guerra (2011, dir. Paul Feig), la verdad es que esa película tiene dos escenas que me hacen reír mucho. De Judd Apatow hay varias películas que me gustan; Ligeramente embarazada (2007), por ejemplo, fue otra que también tomamos como referencia. De sieres les recomendé Fleabag porque logran eso que decía sobre no hacerse los chistosos. Girls también la tomamos como referencia. Si te fijas son series más serias, tienen conflictos más personales, situaciones más reales y siento que eso hace que tú como espectador te identifiques un poquito más cuando les pasa algo chistoso. Otra serie que vimos fue Love, también les recomendé Annie Hall (1977), de Woody Allen, un poco por el tema de comedia y por la relación de Annie. Otra más fue El amor cuesta caro (2003), de los hermanos Coen. Esas fueron para los actores, pero también hubo varias que recomendé de Edgar Wright para el equipo de posproducción, para el sonido, porque él maneja muy bien esto de las transiciones, de la edición. Otra que también les pedí que vieran fue Escuela de idiotas (2006), de Todd Phillips, para esta parte de las clases para conseguir esposo. FICM: En general, ¿qué directores y películas han influenciado tu trabajo? LJH: Soy muy fan de muchos, de Wes Anderson, de los hermanos Cohen soy el más fan. Creo que mi película favorita es El gran Lebowski (1998), la puedo ver miles de veces. Luego está Woody Allen, él ha influenciado mucho mi carrera. Tanto en Solteras como en Tiempos felices, estos directores han estado muy presentes. De Wes Anderson, me gusta Los excéntricos Tenenbaums (2001), es también de mis favoritas. Cuando la vi en el cine me voló la cabeza. Era algo que no había visto antes. Retrataba un Nueva York que no era Nueva York y es un poco lo que quise hacer con Tiempos felices, situarla en un México que no era México. En Solteras me alejé un poco de eso, traté de no tomar nada de referencia para la realización. El fotógrafo y yo dijimos "no hay que ver nada de referencias, hay que construir nuestro propio lenguaje y estilo". Obviamente se coló algo de todo lo que ya traíamos, de lo que uno ha visto toda tu vida, pero las referencias que tomamos sí las enfocamos más a los actores, para encontrar el tono de comedia. Otra película que me encanta es El graduado (1967, dir. Mike Nichols), siento que esa ha influenció mucho tanto Tiempos felices como Solteras, sobre todo por el final porque es muy ambiguo, agridulce. ¿Quieres ser John Malkovich? (1999) de Spike Jonze y su mancuerna con el guionista Charlie Kaufman, también han influenciado no sólo mis películas, sino mis cortometrajes. Obviamente también hay directores que sigo desde que era más joven como Stanley Kubrick, todas sus películas son obras maestras. Sus finales siempre te dejan pensando. Hay unas películas de Martin Scorsese que influenciaron mucho Tiempos felices, fueron After Hours (1985) y El rey de la comedia (1982). La forma en que usa la cámara para la comedia es brutal. Quentin Tarantino también, aunque debo admitir que lo último que me gustó de él fue Kill Bill. FICM: ¿Qué sigue después de Solteras, ya tienes en mente otro proyecto? LJH: Sí, ya no será comedia, no quiero encasillarme en un solo género, también me gusta el terror, incluso más que la comedia y desde hace mucho quiero hacer algo de ese género. Quiero hacer un thriller sobrenatural, no es un guion mío, se llama Desaparecer por completo y con suerte aplicaremos a Eficine pronto para empezar el próximo año.