07 · 26 · 21

Andrés Soler, de actor a formador de talentos

Andrea Mora

Pocos personajes tan amados y aclamados como Andrés Soler. Su legado va más allá de su interpretación en la pantalla grande; Soler supo conquistar al público ya fuese como villano o como comediantes- también formó grandes actores que después se convertirían en estrellas del cine mexicano.

Andrés Soler nació el 18 de noviembre de 1898 en Saltillo, Coahuila, en el seno de una familia de artistas. Andrés fue miembro de una de las dinastías más importantes del cine mexicano: la familia Soler.

Los Soler dejaron un gran legado en el mundo artístico, siendo el cine el ámbito más destacado, aunque sin quitarle merito a su trabajo en radio y televisión. Sus hermanos, Fernando, Julián, Domingo y Mercedes Soler fueron reconocidos actores, guionistas, y directores del cine mexicano.

Su carrera comenzó en la década de 1930, pero fue en 1943 cuando obtuvo su primer protagónico en la película Lo que sólo el hombre puede sufrir (1943), donde compartió créditos con Matilde Palou, Susana Guízar, David Silva y Carlos López Moctezuma. Actuó también en películas como El gran calavera (1949, dir. Luis Buñuel), El ceniciento (1952, dir. Gilberto Martínez Solares) y La oveja negra (1949, dir. Ismael Rodríguez).

Increíblemente fue con sus roles secundarios con los que se ganó el reconocimiento del público y recibió cuatro nominaciones a los Premios Ariel por Mejor Coactuación Masculina en 1950, 1951, 1954 y 1955. Actuó al lado de grandes personalidades como Jorge Negrete, Mario Moreno "Cantinflas", Pedro Infante, María Félix, Columba Domínguez y Tin-Tan.

Gracias a su trabajo artístico fue miembro de la Asociación Nacional de Actores. Por 19 años, dirigió el Instituto Andrés Soler, escuela para formar actores fundada en 1951 por él, sus hermanos y con el apoyo de Jorge Negrete y Rodolfo Landa. Como director y profesor, Andrés destacó por su pasión y su gran ímpetu docente.

Andrés Soler falleció el 26 de julio de 1969 a los 70 años de edad.