18 · 05 · 11 El poder de convencer/ Entrevista a Jean-Christophe Berjon, delegado general de la Semana de la Crítica Compartir en twitter Compartir en facebook Compartir con correo Copiar al portapapeles Mariana Linares desde Cannes/Translated by Cindy Hawes Al músico, dramaturgo, periodista y padre de dos hijas, se le ve satisfecho. Reconoce la labor de un equipo “talentoso, exigente y complejo” que ha logrado reposicionar la relevancia de la Semana de la Crítica en el descubrimiento de nuevos talentos y colocarla en el panorama internacional. A unas horas de la ceremonia de clausura, Berjon se toma una pausa para recordar su gestión al frente de la Semana de la Crítica. A cada respuesta le sigue una amplia sonrisa que refleja la felicidad del deber cumplido: “La mayor satisfacción de estos años es haber logrado encaminar un equipo hacia decisiones colectivas y corales, lograr de la Semana de la Crítica una voz única y con identidad”. La pasión y el entusiasmo caracterizan la dirección de Berjon. Del primer año, en 2005, recuerda que lo más emocionante fue convencer a sus colegas en la elección de una película, que finalmente obtuvo premios tras su presentación en Cannes. “Ese primer año fue intenso: había que aprender cómo se hacían las cosas, analizar lo que ya no funcionaba y mantener la casa trabajando. De aquella vez recuerdo la emoción de emprender una nueva aventura en lo profesional y en lo personal. Miranda July ganó con su película Me and You and Everyone You Know y con ello supimos que íbamos por el camino adecuado”. Me and You and Everyone You Know de Miranda July La Semana de la Crítica cumplió cincuenta años; los últimos siete: una intensa montaña rusa. “Es la sección más sencilla del Festival de Cannes por el volumen de película que proyecta, por el presupuesto que maneja y porque su misión es proyectar a los directores menos conocidos de todo el mundo. En cincuenta años no ha perdido su dirección: cuando los más grandes maestros de la cinematografía mundial están en competencia, las óperas primas desfilan por la Semana de la Crítica, donde verdaderamente suceden las sorpresas. El desafío permanente es mantener el objetivo contra viento y marea, reconociendo la necesidad de dar a conocer a los nuevos talentos, a los jóvenes realizadores. Para ellos está dedicado este espacio”, describe Berjon frente al mar Mediterráneo, y otra vez una enorme sonrisa se asoma al recordar a los jóvenes ganadores que han arrancado su carrera en esta sección. El año 2000 fue parteaguas para la Semana de la Crítica. “José María Riva, delegado general de la Semana durante 2000 y 2001, hizo varios cambios que ayudaron a hacer ruido: una película de apertura, como el resto de la secciones en Cannes; invitados especiales fuera de competencia que funcionaran como padrinos de los nuevos realizadores; funciones especiales y mayor difusión. Con ello, la Semana de la Crítica se convirtió en un punto de encuentro entre maestros de la cinematografía y nuevos talentos.”También el 2000 fue una vuelta de tuerca para la cinematografía mexicana: Amores perros, de Alejandro González Iñárritu, se llevó el palmarés de la Semana de la Crítica, primer premio de los más de cincuenta que la película obtuvo después de Cannes. González Iñárritu no olvidó ese primer premio y en 2006, con Babel en la competencia oficial de Cannes, volvió a la Semana de la Crítica como invitado especial. “México es gran responsable de la fuerza y energía con la que se ha recargado la Semana de la Crítica. En 2006, Guillermo del Toro y Alejandro González Iñárritu, fueron invitados especiales de la Semana. Aunque ya estaban en las grandes ligas, compitiendo en la Sección Oficial, no se olvidan de la Semana de la Crítica y son generosos con ella. Tampoco Gael García Bernal, que en 2007 trajo Déficit, su ópera prima, a una función especial. Después se presentó El orfanato, del español Juan Antonio Bayona y producida por Del Toro, una película que se vendió muy bien y se convirtió en un gran éxito en taquilla. La gente empezó a reconocer que algo importante estaba pasando en la Semana de la Crítica”, afirma Berjon, gran conocedor de la cinematografía mexicana. Drama/mex de Gerardo Naranjo La relación de la Semana de la Crítica con México es sólida. Desde el 2006, el cine mexicano tiene un lugar en esta sección del Festival de Cannes: Drama/ Mex de Gerardo Naranjo, Déficit de Gael García Bernal y Párpados azules de Ernesto Contreras, en 2007; Desierto adentro de Rodrigo Plá, en 2008, y año tras año, una selección de los cortometrajes ganadores del Festival Internacional de Cine de Morelia. Berjon ve más de mil propuestas cinematográficas al año. “Lo que más me emociona de mi trabajo es convencer: convencer a mis colegas seleccionadores, convencer a los artistas, a los directores, productores, a los vendedores internacionales. Decirles: ‘esta película la quiero en la Semana de la Crítica y tú quieres que esta película esté en la Semana de la Crítica’. Convencer es esencial, gano o pierdo el partido antes que lleguen los jugadores a la cancha. Y confieso que este año gané todas mis apuestas: hubo películas en la Semana de la Crítica que rechazaron estar en la Quincena de Realizadores, en una Cierta Mirada y hasta en el Festival de Venecia con tal de estar con nosotros”. Otra satisfacción para Berjon es saber que la vida cambia para los realizadores que se han presentado en la Semana de la Crítica. Así lo refleja la imagen de su 50 aniversario: cinco carteles que resumen cinco décadas, cinco directores, cinco generaciones y “casi cinco continentes”. Bernardo Bertolucci, Barbet Schroeder, Won Kar Wai, Jean Godiard y Alejandro González Iñárritu. “Imposible olvidar a México en estos primeros 50 años”, afirma Berjon convencido. Gael García Bernal en Amores Perros de Alejandro González Iñárritu Jean-Christophe Berjon conoce bien México. Desde el 2005 lo visita cada año; el origen de este vínculo tan fuerte ocurrió en el Festival Internacional de Cine de Morelia. “Lo primero que supe del Festival de Morelia eran sonrisas: cada vez que alguien hablaba de ese festival la cara le cambiaba. Cuando visité Morelia pensé que iba a marcharme pronto, pero después de estar allí ya no pude separarme del proyecto. La idea de tener una alianza entre la Semana de la Crítica y el FICM fue de José María Riba, y Claire Cluzot, mi antecesora, la llevó a cabo. Cuando conocí el festival supe de inmediato que la Semana de la Crítica tenía que hacer algo más sólido con este nuevo festival, lleno de energía, profesionalismo y propuestas, que sucede en un lugar único en el mundo”. Berjon no se equivocó al apostar por el Festival Internacional de Cine de Morelia. Después de seis años de alianza, está convencido que Morelia es ya una apuesta ganada: “El hecho de que Daniela Michel sea jurado en la sección de Una Cierta Mirada es un éxito rotundo para México y el Festival. En tan sólo ocho años ha logrado reunir al mejor talento mexicano con los más fuertes realizadores de la cinematografía mundial. Ahora, lo que le espera a Morelia es defender su identidad, ese encanto en la dimensión justa de películas, invitados, público y difusión. Ese es el reto: no perder la posibilidad de convivencia e intercambio profesional entre nuevos realizadores y grandes maestros que ocurre en Morelia y que es único en el mundo”. La última función concluye. Es hora de entregar el Palmarés número 50 de la Semana de la Crítica. Jean-Christophe Berjon cierra su ciclo como delegado general de la Semana de la Crítica para arrancar un nuevo proyecto. México otra vez en su horizonte, ahora como estancia, como trabajo, como casa. El cine seguirá siendo su vínculo, y la promoción, su motivo. As a musician, dramaturgist, journalist and father of two daughters, he looks content. He recognizes the work of a “talented, demanding and complex” team that has revived the importance of Critics’ Week in its discovery of new talent and its position in the international arena.A few hours before the closing ceremony, Berjon takes a moment to reflect on his work as head of Critics’ Week. Each question is accompanied by a smile -- a sign of satisfaction over a job well done. “My greatest satisfaction ... has been directing a team toward collective decisions, giving Critics’ Week one unified voice, one identity.”Passion and enthusiasm characterize Berjon’s leadership. During his first year, in 2005, he recalled that the most exciting achievement was convincing his colleagues about the selection of a film that received awards after its presentation at Cannes. “That first year was very intense,” he said. “We had to learn how things were done, analyze what no longer worked and keep everyone on task. I recall the excitement of beginning a new adventure, both professionally and personally. Miranda July won with her film Me and You and Everyone You Know, and with that we knew we were on the right track.” Me and You and Everyone You Knowby Miranda July Critics’ Week turned 50 years old -- the last seven characterized by many ups and downs. “It is the easiest section at the Cannes Festival because of the number of films shown, the budget it has, and because its mission is to project the lesser-known directors to the world. In 50 years, it has not lost its direction: while the greatest film directors of the world are competing, the first films of other directors are exhibited at Critics” Week, where real surprises take place. The constant challenge is to maintain this objective no matter what, recognizing the need to present new talent, the young directors. This space is dedicated to them,” he said, while sitting next to the Mediterranean Sea. Another smiles flashes on his face as he remembers the winning young filmmakers who have launched their careers in this section.The year 2000 was a groundbreaking one for Critics’ Week. “Jose María Riva, general delegate of Critics’ Week from 2000 to 2001, made several noteworthy changes: the screening of an opening film, as in the other sections at Cannes; special guests outside the competition who acted as mentors to new directors; special screenings and greater distribution. With that, Critics’s Week became the point of encounter between film masters and new talents.The year 2000 was also a turning point for Mexican film: Amores perros by Alejandro González Iñárritu, won the Palmares at Critics’ Week, the first of more than 50 awards the film received after Cannes. González Iñárritu did not forget this first prize -- in 2006, with Babel in the Cannes competition, he returned to Critics’ Week as a special guest.“Mexico is greatly responsible for the strength and energy that has refueled Critics’ Week. In 2006, Guillermo del Toro and Alejandro González Iñárritu were special guests at Critics’ Week. Although they are now in the big leagues, competing in the Official Section, they didn’t forget Critics’ Week. Nor does Gael Garcia Bernal, who in 2007 brought Déficit, his first film, to be shown at a special program. Afterwards he presented El orfanato by Spanish director Juan Antonio Bayona and produced by Del Toro, a film that sold very well, and was very successful at the box office. People began to recognize something important was happening at Critics’ Week,” said Berjon, who is very knowledgeable about Mexican film. Drama / Mex by Gerardo Naranjo The relationship between Critics’ Week and Mexico is solid. Since 2006, Mexican cinema has participated in this section of the Cannes Film Festival: Drama / Mex by Gerardo Naranjo, Déficit by Gael García Bernal and Párpados azules by Ernesto Contreras, in 2007; Desierto adentro by Rodrigo Plá, in 2008, and each year, a selection of the winning short films from the Morelia International Film Festival. Berjon views more than 1,000 films during the selection process each year. “What I get most excited about in my work is convincing my colleagues who select the films, convincing the artists, directors, producers and international sales representatives. To tell them: I want this film in Critics’ Week and you want it there too. Convincing is essential, I win or lose the game before the players reach the court. This year I won all my proposals: there were films in Critics’ Week [whose directors] refused to be in the Quincena de Realizadores at the Un Certain Regard section, and even at the Venice Film Festival just to be with us.” Berjon is also satisfied knowing that life has changed for those filmmakers who have presented their films at Cannes. This is reflected in the image of its 50th anniversary: five posters showing five decades, five directors, five generations and “nearly five continents.” Bernardo Bertolucci, Barbet Schroeder, Won Kar Wai, Jean Godard and Alejandro González Iñárritu. “It’s impossible to forget Mexico in those first 50 years,” Berjon said. Amores perros by Alejandro González Iñárritu Jean-Christophe Berjon knows Mexico well having visited the country each year since 2005. He attributes the beginning of these strong ties to the Morelia International Film Festival. “The first thing I knew about the Morelia Festival were smiles: each time someone would talk about this festival their expression changed. When I visited Morelia I thought I wouldn’t stay long, but after being there I couldn’t leave! Jose Maria Riba had the idea of forming an alliance between Critics’ Week and FICM, and Claire Cluzot, my predecessor, made it happen. When I went to the festival for the first time, I knew immediately that Critics’ Week had to establish more solid ties with this new festival, which is full of energy, professionalism and new ideas, and is held in a unique place in the world.”Berjon was not mistaken in betting on the Morelia International Film Festival. After six years of maintaining the alliance, he is convinced that Morelia is a winner. “The fact that Daniela Michel is a jury member in the Un Certain Regard section is a resounding victory for Mexico and the festival. In just eight years it has been able to gather together the best Mexican talent with the best filmmakers of the world. Now, Morelia needs to defend its identity, this wonderful balance between films, invited guests, the public and diffusion. That is the challenge - not to lose this professional exchange between new directors and the great masters that occurs in Morelia, which is unique in the world.”The last event ends. It is time to award the Palmares Number 50 at Critics’ Week. Jean-Christophe Berjon closes his term as general delegate at Critics’ Week to begin a new project. Mexico is again on his horizon, as a base, as work, as a home. Film will continue to be his tie, and promotion, his motive.