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“El mundo no es tan chiquito para que andemos masacrando gente para quitarle la tierra”: NUESTRA TIERRA, de Lucrecia Martel, tiene su debut en el 23er FICM

La cineasta Lucrecia Martel fue reconocida con la Medalla Filmoteca UNAM en el marco de la edición 23er del Festival Internacional de Cine de Morelia (FICM).

Lucrecia Martel

Previo a la proyección de Nuestra tierra, la nueva cinta de realizadora argentina, el director de la Filmoteca UNAM, Hugo Villa, destacó la capacidad de Martel para explorar paisajes emocionales complejos y su aporte invaluable a la narrativa fílmica contemporánea. La directora afirmó que es la segunda proyección de la película en Latinoamérica y la primera en un festival latinoamericano.

“Si un día se te ocurre hacer una película en 16 milímetros en blanco y negro, aquí tienes un laboratorio”, le dijo Villa.

La también guionista, visiblemente conmovida, agradeció la entrega de la medalla, con la cual bromeó: “¿La muerdo como en los Olímpicos?”.

Luego, el presidente del festival Alejandro Ramírez, acompañado del vicepresidente Cuauhtémoc Cárdenas Batel, y la fundadora y directora general del FICM, Daniela Michel, reconocieron la voz singular de Martel en el arte cinematográfico con la entrega de una butaca con su nombre, que será instalada en la sala 4 de Cinépolis Centro.

“Esto es mucho más de lo que uno se puede imaginar. Esta medalla es algo increíble; no sé qué fragmentos de actores me estaré llevando”, dijo en medio de aplausos.

En Argentina, el asesinato de Javier Chocobar, ocurrido el 12 de octubre de 2009, reveló la violencia histórica detrás de los desalojos de comunidades indígenas. El documental Nuestra tierra explora cinco siglos de “razón” colonial que culminan en un mismo disparo: el de un arma y el de una cámara.

La cineasta le dedicó la película a Javier Chocobar y a todos los pueblos originarios: “El mundo no es tan chiquito como que andemos masacrando gente para quitarle la tierra”.