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Desde un lugar luminoso, la apuesta por narrar los feminicidios en SI NO ARDEMOS, CÓMO ILUMINAR LA NOCHE, de Kim Torres

Si no ardemos, cómo iluminar la noche, de Kim Torres, película que es parte de la Sección de Largometraje Mexicano, se estrenó en el 23er Festival Internacional de Cine de Morelia (FICM).

El filme trata sobre Laura, una adolescente de trece años que se siente atrapada en su nueva familia en un lugar al que tiene que adaptarse; entre extensos bosques y plantaciones de palma, el pueblo esconde el secreto de una bestia que devora a las mujeres. 

Con esta historia, Kim Torres habla sobre la búsqueda de la expresión del dolor a través de su trabajo, así como de los vínculos que resisten a la violencia hacia las mujeres. 

La directora explicó que este proyecto “fue una apuesta por hablar de algo tan duro desde un lugar luminoso” y desde el punto de vista de una niña que no termina por comprender lo que pasa a su alrededor. 

En la mezcla del filme por la rarificación de un ambiente entrecruzado con las leyendas de un lugar, la directora añadió que le interesaba mostrar cómo “tantas cosas se disfrazan en una versión suavizada o distorsionada de la realidad, porque es una manera de transmitir el conocimiento sin hablar de una forma tan cruda, pero dentro de eso hay un encubrimiento de la violencia”. 

Dijo que lo que quería hacer era jugar con el género y crear una atmósfera inquietante, una realidad alterada, sin llegar al realismo mágico, pues le interesaba la perspectiva desde la infancia. 

La película se filmó en el Pacífico Sur de Costa Rica, lugar donde creció y espacio ideal para la atmósfera, contó que el año pasado asesinaron a una mujer justo donde se filmó la película, siento un símbolo para la denuncia de la violencias ejercidas contra las mujeres.