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Damián Alcázar devela su butaca en el 20° FICM y presentan la cinta EL PODEROSO VICTORIA

Gustavo R. Gallardo

El actor michoacano Damián Alcázar develó su butaca en el Teatro Matamoros, durante el quinto día de actividades del 20° Festival Internacional de Cine de Morelia (FICM).

Damián Alcázar
Damián Alcázar

El presidente, el vicepresidente y la fundadora y directora general del festival, Alejandro Ramírez, Cuauhtémoc Cárdenas Batel y Daniela Michel, reconocieron en Morelia al actor de cintas como Ciudadano Buelna (2013), de Felipe Cazals; El infierno (2010), de Luis Estrada, y ahora El poderoso Victoria (2021), de Raúl Ramón.

“En el festival, cuando queremos que alguien siga siendo un asiduo asistente, damos una sorpresa”, le dijo Cuauhtémoc Cárdenas Batel, y luego el actor develó su butaca junto a Daniela Michel.

La butaca será colocada en la sala 4 de Cinépolis Centro, “donde tendrás y tienes un lugar para cuando quieras venir”, le dijo Cuauhtémoc Cárdenas Batel, y agregó: “Con esto queremos honrar tu amistad, tu trayectoria, tu apoyo al festival, tu apoyo al cine mexicano, tu compromiso con la cultura y tu amor por México”.

Damián Alcázar, Daniela Michel
Damián Alcázar, Daniela Michel

Por su parte, el actor Damián Alcázar agradeció a los tres directivos por el reconocimiento y por hacer posible el FICM: “Ustedes saben que soy puro corazón, así que ¡viva el cine mexicano y que viva el cine en Michoacán, y el cine michoacano!”.

Luego, el cineasta Raúl Ramón presentó su película El poderoso Victoria (2021) y agradeció al FICM por llevar su cinta a más público, “pero particularmente [agradecer] a Daniela Michel, porque fue la primera persona que tuvo fe y apostó por el trabajo de este humilde director”.

El poderosos victoria

En El poderoso Victoria se sitúa en 1936 en un pueblo del desierto mexicano, donde un joven mecánico del ferrocarril ve truncado su sueño de convertirse en maquinista cuando cierran la ruta del tren que conecta su remoto pueblo con la civilización. Entonces se enfrenta a la disyuntiva de emigrar a Estados Unidos y renunciar a sus raíces y al amor de su vida o ayudar a un pintoresco grupo de pobladores que se resisten a abandonar su hogar con el plan más descabellado: construir su propio tren.