25 · 09 · 25 110 años de Germán Valdés “Tin Tan, y 108 años de Santo, el enmascarado de plata: dos aniversarios Compartir en twitter Compartir en facebook Compartir con correo Copiar al portapapeles Rafael Aviña German Genaro Cipriano Teodoro Gómez Valdés Castillo nació un 19 de septiembre de 1915 y en breve se trastocaría en la encarnación del pachuco al retomar la esencia misma de esos jóvenes desarraigados que reinventaban el lenguaje adelantándose a lo que hoy conocemos como “spanglish”, y su vestimenta prototípica: el zoot suiter. En su juventud, Germán asistió fascinado a la gestación de una moda que él exportaría e impondría en breve en la capital del país luego de conocer la zona del Valle de San Gabriel y algunas de sus poblaciones a principios de los años cuarenta: El Monte, Covina, West Covina o Baldwin Park o Medina Court, en Los Ángeles, donde observó los hábitos y lenguaje de esos jóvenes renegados en una ciudad construida a partir de violentas usurpaciones de terrenos y resentimiento racial y social. Germán Valdés "TinTan" “Tin Tan” manifestó su voluntad rebelde, moderna y cosmopolita a través de un irónico humor desde sus inicios en estación de radio XEJ en Ciudad Juárez y durante su paso en la caravana de artistas de Paco Miller y Jorge Maulmer con los que viajó por Estados Unidos y a lo largo de la República Mexicana, hasta colocarse como gran figura en la Ciudad de México, cuya llegada coincide en 1943 con todo un culto al pachuquismo. En el cine Alameda se exhibía, por ejemplo, Los dos pachucos/Jitterbugs (dir. Malcolm St. Clair, 1943) con El Gordo y El Flaco. El Teatro Lírico presentaba El Tenorio Pachuco de Roberto El Panzón Soto y se reestrenaba El máximo pachuco del mismo Soto, al tiempo que circulaba la historieta Padrinos y vampiresos dentro de las páginas del Chamaco Chico, creada por el brillante dibujante de Nuevo León, Bismarck Mier, sobre las correrías de “Poca Luz”, un cinturita tuerto y trompudo y “Huele de noche”, su perfumado e inseparable carnal en sus correrías de barriada. El ceniciento (1951, dir. Gilberto Martínez Solares) "Tin Tan" se convertiría en breve en el amo del teatro, la radio, las carpas, los centros nocturnos y por supuesto el cine, donde fue modificando de a poco su estilo y vestimenta, como se aprecia de manera ejemplar en su primer estelar: El hijo desobediente (1945) de Humberto Gómez Landero. Más tarde, ya bajo las órdenes del realizador Gilberto Martínez Solares, Germán se trastocaría en el joven urbano y en ocasiones pueblerino, enamoradizo, besucón, metiche, revoltoso y bastión de los humildes, exponiendo a las autoridades deshonestas, a los villanos mezquinos y sobre todo, lanzando ácidos comentarios sociales sobre la devaluación, la corrupción, el cierre de cabarets, las mafias del poder, los problemas de vialidad, incluso el clasismo, el racismo y la explotación del indígena como sucede en El ceniciento (dir. Gilberto Martínez Solares,1951). Con una filmografía de 106 títulos, Germán se convirtió en “Tin Tan” en 1943 y se volvió inmortal un 29 de junio de 1973 día de su muerte.Diciembre de 1958, en La Habana, Cuba se respiraba un ambiente de tensión e incertidumbre al tiempo que se filmaban: Santo vs el cerebro del mal y Santo contra los hombres infernales, dos cintas de bajísimo presupuesto dirigidas por Joselito Rodríguez y protagonizados por el célebre luchador técnico Santo, el enmascarado de plata, que debutaba en la pantalla grande. En efecto, este par de curiosidades, marcan el arranque de la más grande leyenda de la lucha libre y la creación de un mito erigido antes en el cuadrilátero, la historieta — bajo la creatividad de José G. Cruz — y la televisión. Santo vs el cerebro del mal (1958, dir. Joselito Rodríguez) Por fortuna, Santo tuvo la suerte de llegar en un momento crucial, cuando el cine nacional se debatía en su peor crisis financiera y temática al término de la llamada época de oro. En la primera cinta, el héroe es sometido a través del hipnotismo en esa ciudad de La Habana pre revolucionaría y no faltan algunas escenas muy atractivas como aquella en las que El Santo y El Incógnito (Fernando Osés) intervienen juntos. En la segunda película, Joaquín Cordero, es un agente secreto encubierto que colabora con el héroe. Nacido en Tulancingo, Hidalgo, un 23 de septiembre de 1917, Rodolfo Guzmán Huerta debutó con su característica máscara plateada en julio de 1942 y luchó durante 44 años consecutivos de los cuales 25 de ellos los dedicó a una de las más singulares carreras cinematográficas que se tenga memoria con más de cincuenta películas. El héroe enfrentó a marcianos y a inquisidores, a hechiceras quemadas en la hoguera y a mujeres vampiro. Drácula, La Momia o Frankenstein no escaparon a sus quebradoras ni a sus patadas voladoras. Santo contra los hombres infernales (1958, dir. Joselito Rodríguez) A fines de los sesenta, Santo encarnó a una suerte de James Bond del subdesarrollo. Sus cintas de acción no podían detenerse en ninguna coherencia narrativa, sin embargo, el azar consiguió que El Santo atravesara las fronteras causando asombro en países como Francia, España o Líbano donde se le reconocía como un superhéroe justiciero.Un estrangulador que operaba en el Teatro Variedades, marcianos invasores que llegaban en un plato de cocina al Centro Deportivo de la Magdalena Mixhuca, cazadores de cabeza, jinetes del terror, un Drácula aficionado a los senos descomunales en la versión fílmica de exportación, mujeres vampiro de una sensualidad perturbadora, muertos resucitados, secuestradores y asesinos de otros mundos, la Llorona, e incluso una Tigresa humana se enfrentaron a El Santo, héroe de quince mil combates de quien se dice en la última escena de la película Santo contra los zombies (dir. Benito Alazraki, 1961): “Santo es una leyenda, una quimera. La encarnación de lo más hermoso: el bien y la justicia. Ese es el Santo, el enmascarado de plata…”.