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Se presentó coloquio "El cine contemporáneo húngaro”, presentado por Barnabás Tóth, en el 20° FICM

Daniel G. Hernández

Gracias al invaluable apoyo y la generosidad de la Embajada de Hungría en México, se realizó en el marco de la 20ª edición del Festival Internacional de Cine de Morelia (FICM) el coloquio "El cine contemporáneo húngaro” con la presencia de Barnabás Tóth, director y actor húngaro, y Gábor Endrényi, Jefe de Misión Adjunto, política, prensa, educación y cultura de la Embajada de Hungría en México.

El objetivo de este conversatorio fue platicar sobre el posicionamiento del cine húngaro a nivel mundial, su relevancia y de diferentes personalidades que son importantes dentro del mundo del cine húngaro y que han tenido una mayor presencia a nivel mundial. También se aprovechó la oportunidad para platicar con el director acerca de su película proyectada en el festival, Those Who Remained (2019).

Para empezar la plática, Barnabás Tóth platicó sobre algunos directores y personas importantes dentro de la industria cinematográfica, entre los cuales destacaron William Fox, fundador de la compañía 20^th Century Fox, y Michael Curtiz, director de la película Casablanca (1942).

También comentó sobre los contenidos normalmente abordados en el cine húngaro, el cual contiene temas melancólicos, tristes, la miseria o la pobreza, lo que le ha valido para ser clasificado como un cine melancólico; sin embargo, al interior de Hungría se crean películas más relajadas y de comedia para un consumo más doméstico, por lo que no se exporta.

El realizador húngaro platicó que la mayor parte del financiamiento de las películas la recibe el estado, y aunque no se censuren como tal los proyectos, mientras más críticos sean estos, es menos probable que sean apoyados.

Comentó también que en la actualidad se busca retratar temas con los que la gente pueda identificarse, en vez de temas más generales que no atrapan a las audiencias.

Para cerrar, Barnabás Tóth habló un poco sobre su película, la cual, en una palabra, la describiría como “emocional”, esto por los temas que aborda. La película, agregó, es la adaptación de una novela en la que él buscaba representar los efectos del holocausto a nivel individual, mostrando cómo las personas pueden seguir sus vidas a pesar de las atrocidades ocurridas.

Por otra parte, pretendía que dos personas, un hombre de 42 años y una adolescente de 16 años, cambian sus vidas juntos en todos los sentidos.

“Cuando haces una película, siempre hay dos peligros: el fracaso y el éxito”, dijo Barnabás Tóth.