07 · 05 · 21 ¿Qué les pasó a las abejas?: Entrevista con Adriana Otero y Robin Canul Compartir en twitter Compartir en facebook Compartir con correo Copiar al portapapeles Andrea Mora ¿Qué les pasó a las abejas? codirigido por Adriana Otero y Robin Canul, es un documental que acompaña la lucha que enfrentan las comunidades indígenas mayas en Campeche y Yucatán, en defensa de las abejas y la apicultura. Otero y Canul logran documentar el proceso de resistencia de estas comunidades contra la industria agrotóxica que invadió su territorio. Leydy Pech y Gustavo Huchín, ambos apicultores y miembros de la comunidad maya, relatan su historia con el cuidado de las abejas y comparten sus testimonios acerca de cómo las grandes empresas como Monsanto han generado un profundo daño al ecosistema con el uso de semillas genéticamente modificadas como la soya transgénica, así como todos los pesticidas que se usan en su tratamiento, los cuales han contaminado el agua y la tierra de las áreas aledañas. El Festival Internacional de Cine de Morelia (FICM) tuvo la oportunidad de entrevistar a sus directores, quienes nos hablaron de la importancia ¿Qué le pasó a las abejas? (2019, dirs. Adriana Otero, Robin Canul) FICM: Ante los grandes problemas ecológicos que están enfrentando las comunidades indígenas en nuestro país, ¿Cuál creen que debe ser el papel del cine? Adriana Otero: El cine debe ser un acompañamiento a estas luchas sociales. La gente debe conocer las problemáticas, el cine debe impulsar la participación social, el cine debe apelar a este tipo de proyectos. Robin Canul: Si se trata de trabajos documentales, tiene implícito algo muy delicado que se llama responsabilidad social. El cine debe ser cuidadoso, hay que tener un especial ojo, un especial énfasis, debemos hacer que cambie esta visión y estas perspectivas. Hay que entender el trabajo del cine documental como una herramienta de cambio y construcción de la mano de las comunidades. Como cineastas nos toca construir una mancuerna con las comunidades, trabajar en conjunto, preguntarles como consideran que este trabajo debe aportar a sus luchas. FICM: ¿Cómo fue el proceso de rodaje entre México y Argentina? ¿Cómo se contactaron con Fabian Tomasi? AO: Sentíamos que había la necesidad de poder presentar un panorama futuro para México, en México no teníamos imágenes que presentaran el daño al cuerpo humano y Argentina desde hace décadas enfrenta el problema de la agroindustria. Ahí si se ve un efecto negativo en la salud. En esa comunidad, la mayoría de la gente tiene cáncer, hay muchos abortos. Fabián se convirtió en un icono de la lucha contra agrotóxicos en Argentina, en ese momento a Gustavo le sirvió la experiencia para regresar a la comunidad e informar qué estaba pasando en otros lugares. RC: Hay un trabajo documental del fotógrafo Ernesto Piovano que se llama El costo humano. Ese material fue utilizado por la comunidad maya para mostrar efectos nocivos de plaguicidas en la salud; su trabajo sirvo para despertar mucha conciencia. La imagen de Fabián fue punta de lanza para ver cómo funcionan estos modelos y ver como repercuten en la salud. Fabián Tomasi aceptó apoyarnos, es admirable. Lamentamos su perdida y recordamos su legado. FICM: ¿Qué intenciones tenían con el documental? ¿A quiénes querían llegar? AO: Desde el principio del proyecto queríamos que la película sirviera para apoyar el proceso de estas comunidades, acompañar el proceso de lucha para que pudiera llegar a más gente. RC: Teníamos dos objetivos primordiales: Informar y generar empatía. No sólo con personas de las ciudades, también con personas que habitan en el pueblo donde sucede estas cosas; muchas veces habitamos violencias y las normalizamos. Queríamos incidir en las políticas públicas ya que muchas veces, cuando se hacen cambios de gobierno, las políticas se descontinúan. El documental se queda sobre la mesa como un registro documental, estamos dejando una evidencia para los políticos. FICM: ¿Cómo fue el acercamiento con Leydy y Gustavo? RC: Como periodista me interesan los temas de derechos humanos y medio ambiente. Desde hace muchos años, desde el 2012 que se detona esto a nivel mundial, desde que la comunidad maya lucha contra Monsanto, se empiezan a hacer investigaciones desde diversos medios intentando que lo ocurrido llegue a la prensa. A mi me tocaba trabajar con las comunidades desde la consulta indígena, a mi me toca aprender de la mano de ellos y ahí decido documentar las afectaciones ambientales. Ahí surge la idea de hacer el documental. AO: Yo entro más avanzado el proyecto, en 2016. Porque también me interesaba el tema y empiezo a buscar personas cercanas a la problemática, quería dejar un registro visual de lo que estaba ocurriendo. Robín tenía relación con la comunidad y eso ayudo a acércanos a ellos. FICM: ¿Cómo ha sido la recepción del documental en los diferentes festivales nacionales e internacionales en los que se ha presentado? AO: Estrenamos la película en 2019. Pudimos estar presencialmente, las conversaciones que se hacen te permiten ver el panorama, la recepción fue muy buena. El público se queda con la necesidad de saber qué pueden hacer para mejorar. Nos da mucha felicidad, queríamos lograr un cambio de mentalidad y de actitudes, poder hacer ciertas acciones que ayuden positivamente al proceso. En el extranjero hemos tenido una buena recepción, mucha gente nos escribe de otros países para solicitar la película, yo creo que es una película universal pues muchos otros lugares se están viendo identificados. RC: En el extranjero siempre predomina la perspectiva de lo maya visto desde una construcción del Estado como si fueran personas que no tienen la capacidad de interlocución y queríamos cambiar esta visión. Me parece que con esta película se construye otra idea de lo maya. El documental aporta voces muy fuertes hacia el extranjero. A nivel local hemos dialogado con radios comunitarias. Lo primero que esta pasando es que la gente se entera de lo que sucede, del gran daño ambiental, antes no lo habían dimensionado. FICM: ¿Cuáles son sus siguientes proyectos en el mundo del cine? ¿Quieren seguir trabajando desde el cine social? AO: En un próximo proyecto tiene que ver justicia social enfocado a las mujeres, pero también estoy en una posible producción de ficción, en los géneros estoy yendo de uno a otro. RC: Como periodista y fotógrafo documental me parece que hay mucho que cuestionarse en el tema de circuitos cinematográficos; replantear, sobre todo. Yo no puedo disociarme de estos temas socioambientales. Estamos hablando de un modelo de redesarrollo como lo es la agricultura industrial y tenemos otros proyectos en puerta como el tren maya, y hay que seguirlo, hay que exponer lo que está ocurriendo. Es difícil disociar lo que sucede en el país de mi trabajo, estos temas van más allá del cine, es importante es la divulgación. Que personas reciban otro tipo de información. El documental se ha presentado en diversos festivales nacionales e internacionales, entre ellos DocsMX, Festival Internacional de Cine de Mérida, Ambulante, el Festival Internacional de Cine Documental del Uruguay Atlandidoc 2020.