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Pedro González-Rubio recomienda Punishment Park, de Peter Watkins

{{Punishment Park}} (1971), de Peter Watkins

Mi recomendación es una película llamada Punishment Park (1971) del realizador inglés Peter Watkins. A propósito de la mezcla de géneros entre el documental y la ficción que exploramos actualmente varios cineastas en México, esta película es sin duda un falso documental que cuenta con actores no profesionales y una narrativa a manera de programa de investigación noticiera. Un equipo de la BBC sigue desde muy cerca a dos grupos de jóvenes con ideales anti establishment arrestados y llevados al desierto en California donde son interrogados por un tribunal que les otorga la opción de cambiar sus sentencias de varios años si participan como conejillos de indias en un entrenamiento de las fuerzas armadas y la policía llamado Punishment Park.

El director maneja su premisa con gran veracidad, involucrando a sus participantes frente a cámara en un juego de rol de cazador y presa. Las escenas de agresión física y verbal no te sueltan en los 90 minutos de esta obra. Los diálogos son improvisados en su mayoría; durante las apasionadas secuencias del tribunal cada actor encaja perfectamente en los zapatos de su personaje. No es difícil para cada uno de los lados defender su posición y el director obtiene mucho provecho de esto por medio de planos cerrados en los rostros que muestran emociones descarnadas.

Filmada en 16mm con una Eclair, la fotografía es un personaje más en la película, ya que todos los planos provienen del supuesto material que está capturando el equipo corresponsal de la BBC. La narración del propio Watkins también favorece la escalada de tensión en el drama. Durante toda la película proporciona información sobre el lugar donde se desarrolla esta historia, los antecedentes de los personajes y la cronología de la temperatura en el aire; pero hacia el final esta misma voz se despoja de todo distanciamiento “noticiero” para decir algo culminante en el desenlace, lo que provoca una importante reflexión sobre el rol del documental en la historia moderna.

Lo más importante de ver Punishment Park 40 años después de su estreno, es lo vigente que resulta ser a nuestros tiempos. Al estrenarse, la película fue “desapercibida” por distribuidores y críticos; se confinó a proyecciones en un circuito muy limitado de cinéfilos. Hasta 2005 que se editó el DVD en Estados Unidos llamó la atención de muchos que ahora la catalogan como una película de culto. Yo la vi recientemente y me hizo pensar en nuestros tiempos de violencia desmedida, en que la principal amenaza para el hombre es su capacidad de destruir a su propia raza. Evocando la célebre frase del romano Titus: “Lobo es el hombre para el hombre, y no hombre, cuando desconoce quién es el otro”. Algo inquietante sería imaginar una película de este tipo en el clima actual mexicano. ¿Quién dice yo?