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Distinto amanecer: La agonía de la luz

Entre los muchos filmes de Julio Bracho, Distinto amanecer (1943) permanece entre los más singulares. Uno de los primeros film noir en México —y en la historia—, este filme narra el reencuentro de una mujer con el amor de su vida: un sindicalista perseguido por los hombres de un gobernador corrupto. Guiados hacia el otro por el destino, ambos tendrán que tomar decisiones insoportables ante la gravedad de la corrupción y la desigualdad, que los succiona hacia un agujero negro donde la luz desaparece para siempre. Con su ataque a las condiciones políticas del país, Distinto amanecer se ubica entre películas como la Trilogía de la Revolución de Fernando de FuentesEl prisionero trece (1933), El compadre Mendoza (1934) y Vámonos con Pancho Villa (1936)— y las críticas sociales de Luis Buñuel, sin embargo su peculiar habilidad para transmitir la oscuridad hacen de su estilo cinematográfico un evento histórico y un símbolo de nuestras luchas por emerger como una nación desarrollada.

Al terminar los créditos del inicio, se nos anuncia que Distinto amanecer es una historia universal que podría suceder en cualquier lugar. Es similar a unas palabras al inicio de Vámonos con Pancho Villa, que contradicen el contenido de la cinta señalando que se trata de un homenaje a los hombres que lucharon en la Revolución Mexicana. Con una escena donde un personaje se suicida por macho y un final alternativo donde Villa asesina al protagonista y a su familia, es evidente que sólo se buscaba aminorar los efectos de la película, más bien crítica de la historia reciente del país. Años después de que apareciera Distinto amanecer, Luis Buñuel usaría un prólogo que también enfatizaría la universalidad de la pobreza en Los olvidados (1950), pero el artefacto sería, en las tres películas, meramente una distracción para satisfacer a los censores ante los duros contenidos socio-políticos de cada una. 

En Distinto amanecer, Octavio (Pedro Armendáriz) lleva siempre un sobre que contiene información sobre el asesinato de un líder sindical. Por esto lo persigue un hombre diabólico que en vez de ojos tiene dos hoyos negros simulados por sus lentes oscuros y que habla con una voz frágil, opuesta a su despiadada habilidad como espía y asesino. Cerca del final de la película aparece el gobernador corrupto con su séquito: parecen gángsters con su formación en bulto donde los guardaespaldas caminan detrás del jefe. Sus sombreros ladeados, sus cigarrillos en la boca y sus trajes rayados terminan de convertir la sugerencia en acusación. 

Distinto amanecer (1943, dir. Julio Bracho)Another Dawn (1943, dir. Julio Bracho)

In most of the film’s scenes a darkness which seems to devour the characters prevails. At the beginning Octavio walks in Mexico City and we cannot see anything but his figure. Inside his beloved Julieta’s (Andrea Palma) apartment the characters’ features are barely discernible. Not even Double Inmenmity (1944), Billy Wilder’s classic film credited as film noir’s model, had such low-key lighting. One would have to turn to Roberto Rossellini’s neorealist films to find a darkness similar to Another Dawn’s. The coincidences among these films, both formal and thematic —the moral corruption, the burden of women, forced to sell themselves—, are enough to think that Bracho’s work is not merely an important piece in the mosaic of Mexican film history but a definitive moment for world cinema.