05 · 08 · 23 Cine Mexicano en Acción: entrevista con Julio Bárcenas, director de EMMA Share with twitter Share with facebook Share with mail Copy to clipboard Gabriela Martínez Gabriela Martínez La iniciativa de Cine Mexicano en Acción, cuyo objetivo principal es incrementar la cultura cinematográfica mexicana en espacios comunitarios y/o alternativos y casas de cultura de Pátzcuaro y la región lacustre, además de expandir la programación en diferentes ciudades del estado de Michoacán y en el poniente de la Ciudad de México, anunció su segundo ciclo de proyecciones. Este proyecto cuenta con el valioso apoyo de Aeropuertos del Sureste (ASUR) y del Gobierno Federal a través de EFICINE Distribución. Emma (2019, dir. Julio Bárcenas) Entre las cintas que se presentarán en este nuevo ciclo se encuentra Emma, del director Julio Bárcenas, la cual cuenta la historia de una niña de ocho años que recibe un balonazo en la cabeza y tiene una revelación. En la búsqueda de su significado conoce a Andrés, un niño al que le fascina el fútbol y no está a gusto en su nueva escuela. Ambos reciben una lección a través del fútbol que durará de por vida. El Festival Internacional de Cine de Morelia (FICM) tuvo la oportunidad de platicar con el director, quien habló un poco sobre los retos que enfrentaron al momento de financiar este proyecto y sobre el cine enfocado al público infantil en México. FICM: ¿Cuáles fueron sus motivaciones para realizar Emma? Julio Bárcenas: Emma es mi ópera prima y también fue el proyecto de tesis de Adriana Pelusi, que es la guionista de la película. Ella y yo tuvimos una colaboración a lo largo de la carrera de cine, ella era guionista de mis historias. Teníamos este guion hermoso que de alguna manera considerábamos nuestra hija pequeña. Y bueno, decidimos darnos a la aventura de levantar este proyecto, que la verdad no fue tan sencillo; nos llevó más de cinco años conseguir el financiamiento para hacer la película. FICM: ¿Cuáles fueron los obstáculos que enfrentaron. para financiar la cinta? JB: Como es una película que se percibía como religiosa, aunque en realidad es sobre valores positivos para los niños, había cierto resquemor. El guión original tenía el nombre de Emma, Dios y el fútbol, entonces, mientras tuvo ese nombre, la verdad parecía que nos perseguía una maldición. Cuando la gente leía "Dios y el fútbol" era como agua y aceite. Entonces, la verdad es que fue un poco complicado tomar la decisión y bautizarlo solamente como Emma y a partir de ahí como reiniciar otra vez, reseteando la imagen, todo y varias cosas. Y es cuando el proyecto repunta y y finalmente nos otorgan por primera vez el extinto FIDECINE. Ellos fueron los primeros que apostaron por la película y a partir de ahí pudimos sumar a otros empresarios para poder obtener EFICINE, ese otro estímulo fiscal. Muchos de los obstáculos tenían que ver con esta cuestión del prejuicio que existe ante ante estos temas, ¿no? Y bueno, como yo digo, la película no es una película ni dogmática ni de fe religiosa, sino sobre de una fe humanista. Emma (2019, dir. Julio Bárcenas) FICM: Mientras trabajaban la historia, ¿siempre tuvieron en mente intentar no apegarse demasiado a los temas religiosos o tuvieron que reescribir algunas partes? JB: Adriana creció en un colegio religioso. Entonces, queríamos retratar el contexto de esos niños que también tuvieron esa infancia. Sin embargo, al momento de hacer la película tratamos de cuidar los diálogos y las situaciones para que no tuvieran esa lectura. Al final el poder del "gran milagro" no viene de un ente superior y desconocido, sino que viene del trabajo, de la confianza, un tema recurrente en la película, así como el trabajo en equipo. Entonces, la verdad sí fuimos muy cuidadosos al percatarnos que existía esta censura ante el proyecto, por llamarlo de alguna manera, aún sin haber salido la película todavía. FICM: La película tiene varias locaciones en Michoacán, ¿desde un principio lo concibieron así? JB: Sí, la historia está concebida fuera de la Ciudad de México porque es donde aún encuentras este universo donde los niños todavía pueden ir a jugar a la casa del otro niño, van solitos, algo que la verdad ya no sucede tan fácil en las grandes ciudades. Sin embargo, hay lugares fuera donde sí y Morelia sigue siendo una de las ciudades. FICM: ¿Qué piensas de que Emma forme parte de Cine Mexicano en Acción? JB: La verdad nos dio mucho gusto porque la película ha dado la vuelta al mundo. En primer lugar, en el circuito de festivales tuvo muy buena acogida. Ganamos varios festivales y teníamos mucha intriga de saber qué iba a pasar cuando llegáramos a las pantallas. Sin embargo, nos topamos con la mala suerte de llegar estrenar en la época de pandemia, entonces, híjole, fue muy complicado. Pero como yo digo siempre: "por algo pasan las cosas" y tuve la oportunidad de hacer un segundo estreno de la película en el verano del año pasado; éste es un tercer estreno para mi, pues está llegando a otros públicos. Para mí de alguna manera es una gran alegría, porque la película sigue alcanzando nuevos espacios, que es la meta de nosotros cuando hacemos las películas, que no se quede enlatada. La verdad es que hemos tratado por todos los medios de hacerla llegar a todas las instancias, a todas las pantallas, a los ojos de los pequeñines, porque creemos que de verdad tiene un mensaje positivo y no moralista: hay que empezar a aprender a seguir trabajando en equipo, a hacer equipo. Creo que es uno de los valores que a veces hemos dejado un poquito de lado. Somos una sociedad muy individualista y creo que es un granito de arena. Yo tengo dos hijas, la verdad, y ellas me mueven a aportar a la sociedad con esta película. No pudimos estrenar en el marco del FICM, pero nunca es tarde y aquí estamos un poco bajo el contexto del festival. Para nosotros es un regalo. Les agradecemos muchísimo. Esperamos que disfruten de la película también. FICM: Hablando de niños. Hay una percepción de que se hace muy poco cine para niños, ¿a qué crees que se deba esta idea de que hay poca oferta para ellos? JB: La verdad yo creo que es una mala visión del modelo de negocio, porque si volteamos a otro lado, hay otras personas que están explotando ese mercado de una manera increíble. Disney es uno de ellos. Tuve la oportunidad de hacer una serie con ellos, la de Verne justamente, y no es que no haya productos para niños, más bien nosotros como cineastas hemos descuidado un poco ese mercado. Hay un pequeño grupo de cineastas que sí estamos interesados. Tenemos películas como El Jeremías (2015), Por mis bigotes (2015), que es muy divertida. Hay una gran variedad, pero creo que somos muy pocas las personas que hacemos contenido para niños, para niños mexicanos, para nuestra realidad, esa en la que se sienten identificados. Me ha pasado que al presentar la película en varios foros, las mamás de esos niños se sienten identificadas en el personaje de la mamá. Eso es muy padre, porque al final del día eso significa que nuestras historias puedan ser universales.