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Jose Álvarez recomienda Honor de cavallería, de Albert Serra

{{Honor de cavallería}} (2006), de Albert Serra

El valor que necesita un autor para llevar al cine a Don Quijote de la Mancha no es poca cosa. Pero contar de manera parcial una historia casi paralela que lograra el resultado de Honor de cavallería (2006) es sin duda una aventura quijotesca. Sí, el propio director catalán, Albert Serra, se convirtió en un Quijote que vence en su lucha.

En esta variación no son necesarios los molinos. Me parece que la intención de Serra en Honor de cavallería es que la imaginación del protagonista se quede en eso, en una imaginación compartida. Lo que sí son importantes son ciertos detalles, ciertos rincones de la gran historia, desde los que se puede apreciar completa sin verla.

Esa manera del Quijote de llamar a Sancho desde la locura, de, sin decirlo, perdirle que entre en su credo para celebrar la misma ceremonia de sus sueños, el magnético llamado que hace el Hidalgo desde la inocencia a la otra inocencia, nos recuerda la pequeñez del hombre y la grandeza de dios.

Eso logra el autor de esta cinta. No claudica en su batalla, y logra con lenguaje simple y poético hacer una interpretación impecable de la convivencia humana entre el gran maestro de la fantasía y su discípulo compañero. ¡Qué acto tan humano!

La novela es madre de la ficción o la ficción madre de la novela. No importa. En este caso, la locura se transparenta, se hace visible y tangible, se materializa en este Quijote devoto del cielo, de los árboles, de los sueños y los valles.

¿Cómo fue posible que ésta que dicen ser el comienzo de la novela se volviera cinematográfica con tan pocas palabras, de manera tan sutil, fluida y silenciosa? Seguramente muchos críticos impacientes se abruman con su tempo. Sin embargo, es la lectura interior la que hace posible traspasar la dermis emocional del espectador cuando nos encontramos reflejados en esa humanidad, en la noche y el día, en el camino de las bestias sobre la hierva o el baño en el río, despojados de armadurasy fantasías para regresar de nuevo a la renovación del cuerpo y del alma.

Es una película que provoca tanto que puede llevarte o regresarte curiosamente a la obra de Miguel de Cervantes.

Honor a quien honor merece. Una luz en el tan escaso buen cine español.