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Jorge Michel Grau: "un país en crisis necesita de cine inteligente"

Jorge Michel Grau en el 10º FICM

FICM: ¿Por qué contar la historia de Alan?

Tal vez hubiera sido muy complicado que yo escribiera un guión en ese tenor. Yo me considero una persona políticamente activa, estoy cerca de la izquierda, estuve en #YoSoy132, estoy cerca de las marchas, pero mi vena por escribir no va por ese lado. Sin embargo, Edgar San Juan, quien escribió el guión, me lo mostró para ver si me interesaba y lo que me gustó de la historia fue lo contundente y lo actual. Estaba leyendo la historia de un diputado de los 500 que tenemos hoy. Entonces me llamó mucho la atención y decidí que era una historia que tenía que contar. Es muy contemporánea y es una buena oportunidad de decir las cosas que uno opina sobre la clase política de este país.

FICM: ¿Cuál es el papel del cine (y de Chalán) en la crítica social?

Yo creo que un país en crisis necesita de cine inteligente. Creo que esa es la gran ventaja del cine de género, es un tipo de cine agudo hacia lo contemporáneo porque se permite esa licencia. Lo que pasa con el cine “político”, por decirlo de alguna manera, es que, si es cine inteligente, es cine honesto, sin compromisos, sin ataduras, es un cine que puede tocar llagas serias y puede mostrar una visión distinta de la clase política.

Hay muchos filtros entre el político y el pueblo. Estan los medios, muchos periódicos, que lo que hacen es frivolizar la nota para que cuando le llegue al lector esté acomodada, rosa. En cambio, el cine es una mirada directa al proceso, no hay filtros que degraden o cubran las cosas. Por eso creo que en momentos de crisis es importante que el cine sea inteligente y sea propositivo.

La idea de Chalán era situar a un personaje de esta clase política y verlo. Estar sentado junto a él y ver cómo habla, ver cómo trata a su gente, con este exceso de poder y con esta insultante manera de manejarse con la gente. Es cuestión de ver los periódicos y leer las notas, y tener ganas de leerlas también. Sí es obvio, pero es obvio para la gente que lo quiere ver. En Somos lo que hay (2010) yo estaba interesado en hacer una exploración de una familia disfuncional, y en Chalán se trata de un político disfuncional, pero al final así funcionan todos. Sus lazos, sus componendas, cómo se relacionan para obtener votos, es una porquería, pero es la realidad de este país.

Lo verdaderamente importante de Chalán es que chalán somos todos. Nosotros estamos involucrados directa o indirectamente con la clase política.

FICM: ¿Entonces Chalán tiene una moraleja?

Sí, un poco. Sí es un ejercicio de mostrar que la decisión es tuya, tu eres el que vota. Nosotros votamos por ellos, pero no solamente eso, nosotros participamos de los recursos que se le otorgan a los partidos políticos para poner los plurinominales y el exceso de diputados en la cámara baja. Nosotros participamos de eso. Somos políticamente activos cerca de las elecciones, pero luego pasan cinco años donde la gente está dormida. Y es cuando suceden las cosas, cuando suceden las componendas, cuando sucede esta intriga política de sacar reformas que le convengan a ellos o a la clase empresarial. Y cuando se acercan las elecciones somos otra vez políticos y podemos medianamente acotar las cosas.

Esa es la gran ventaja de Chalán, no es que tenga una  moraleja, sino que es una posibilidad de reflexionar “claro, yo soy chalán”. Si reflexiono sobre lo que está sucediendo, me voy a dar cuenta que tengo el poder de detenerlo.

FICM: Chalán se presenta en una función especial de Canal 22, ¿es una película hecha para televisión? ¿Es algo que se consideró al momento de realizarla?

El concurso lo convocó Canal 22 y Foprocine, y la película desde el principio estaba pensada para estrenarse en Canal 22, porque es coproductor. Manejamos un formato de guión de entre 50 y 55 páginas y trabajamos una película de 60 minutos para televisión. Ahora nos arrepentimos que la película no dure más, pero creo que los proyectos duran lo que tienen que durar y tienen a los actores que tienen que tener. El mismo proyecto se va autogestionando.

Por ejemplo, una de las cosas más importantes de Chalán es que la vamos a regalar por Internet. Es decir, es una película hecha con fondos públicos, hecha con dinero de la gente, y por lo tanto es de la gente. Entonces la vamos a regalar. El estreno en Internet será gratuito el 21 de noviembre, el 25 de noviembre se transmitirá por Canal 22 (que es señal abierta) y, a partir del 25 de noviembre, vamos a estar una semana colgados en Internet para que la gente que quiera verla gratis la pueda ver. A partir de ese momento, haremos un ejercicio de recuperación para solventar los gastos. Pero queremos ser congruentes con el ejercicio de fondo público. No tiene porque haber un beneficiario externo, queremos que se beneficie el público porque ellos pagaron esta película. Chalán es la primera película que se regala por Internet en México. No solamente es una película que toca una llaga, sino que está tratando de ser congruente con ella misma. Es un proyecto de la gente.

Chalán se presentará junto con el documental Tras Rivelino, de Guillermo Piñón este sábado 10 de noviembre a las 16:00 horas en Cinépolis Centro. La función contará con la presencia de Jorge Michel Grau, Magdalena Acosta y Gastón García.