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Función en competencia Penumbra de Eduardo Villanueva

Eduardo Villanueva, director, guionista y productor de Penumbra, asistió esta tarde a Cinépolis Centro para presentar su película, parte de la Sección de Largometraje Mexicano dentro de la Selección Oficial del FICM. Después de atender a los medios en la alfombra roja, Villanueva entró a la Sala 4 del complejo donde Cuauhtémoc Cárdenas Batel, vicepresidente del FICM, lo presentó a los espectadores. Cárdenas Batel explicó que Penumbra llega a Morelia después de haber pasado por aproximadamente quince festivales cinematográficos de alrededor del mundo. Villanueva agradeció la presencia de los asistentes y prefirió esperar hasta al final para conversar con el público.

Al llegar el momento, el realizador comentó que filmó con una cámara súper 16, y ya inmerso en la sesión de preguntas y respuestas contestó: “No soy cazador, nunca he cazado un animal. Son bienvenidas todas las críticas, hay gente a la que le gusta este cine y hay gente a la que no. Así es el cine, no es para todo el mundo y está muy bien. Todo depende de las expectativas que tengas y en qué forma vengas a ver cine”, y explicó: “Una cosa es hablar con cinematografía, con las imágenes. Las imágenes hablan solas. Otra cosa es hablar con los guiones y las palabras. Creo que los mexicanos a veces usamos demasiadas palabras y todo es verbal. El cine es imagen, es luz en movimiento. Para mí, personalmente, es mucho mejor dejar más abierto el abanico de la interpretación para que cada quien tenga su propia realidad”.

Sobre la decisión de filmar en 16 mm y no optar por el formato digital contestó: “Creo que el cine no ha sido rebasado por el video, la profundidad de campo que hay, la textura, el brillo, las luces, mientras pueda filmar en súper 16, que es donde puede filmar el cine independiente, yo seguiré filmando. Tal vez sea muy romántico, pero la estética es diferente, la luz es diferente”.

Al hablar de los actores no profesionales que trabajaron con él, afirmó: “Son más vírgenes, más prístinos, es mucho más natural, moldeable y flexible llegar a donde yo quiero”. Villanueva no quiso revelar las claves para acceder al significado de Penumbra: “Hay muchos mensajes en la película, si digo uno la hecho a perder. Me gusta que quede más abierta la interpretación, que cada quien saque sus conclusiones, me gusta decir las cosas entre líneas. Hay que crearse sus propias conclusiones, sus propios sentimientos. Esta película es más para sentirse que para pensarse, es más sensorial, más atmosférica. No es contemplativa. Me interesa buscar lo que pasa, “in between”, lo que sucede más allá.”

Villanueva concluyó con lo siguiente: “Trabajamos mucho con la luz de la penumbra, de ahí salió el nombre. No es día, no es noche; nos levantábamos a filmar a las cuatro de la mañana para filmar. Todo es luz natural porque no teníamos dinero para hacer efectos especiales, pero es una luz bellísima”.