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El FICM, un impulso para jóvenes cineastas: Julio Hernández

Señaló que uno de los grandes aciertos de este festival, es que la competencia sólo sea para óperas primas y segundas películas, porque le dan oportunidad de competir a las nuevas generaciones de cineastas.
"Ésa es una decisión acertada, porque a lo mejor aquellos que tienen una amplia trayectoria podrían ocupar todos los espacios y la gente que está comenzando los necesita", puntualizó Hernández Cordon.

En su caso, Las marimbas del infierno es su segundo proyecto, por lo que significaba su última oportunidad para estar en esta competencia de la que salió victorioso.

"La verdad es toda una sorpresa y les agradezco mucho su buena recepción", indicó el realizador emocionado por haber recibido minutos antes su gran premio.

Acerca de la película, comentó que hace un par de años imaginó su trama, "porque la marimba es el instrumento nacional de Guatemala y a pesar de eso se está olvidando; sólo la escuchan los mayores, ya se ha convertido en una especie de pieza de museo y a la vez la gente se siente aferrada al instrumento al sentirla como una imagen del país".

Añadió que fue así como se le ocurrió mezclar el sonido de la marimba con el heavy metal "porque le podía dar mucho más significado y provocar sentimientos encontrados".

Expresó que en la actualidad están surgiendo muchas fusiones musicales, como es el caso de Tijuana, donde la música electrónica se mezcla con la banda.

"Entonces pensé, ¿por qué en Guatemala no se ha funcionado la marimba con algo más? Y se me ocurrió fusionarla con el heavy metal; disfruté mucho ponerle ese título, Las marimbas del infierno, juega con el género y con los momentos complicados y de violencia que vive Guatemala", puntualizó.
Egresado del CCC, el director explicó que en diciembre comienza a rodar su tercer filme: Polvo, un documental basado en hechos reales.

"Esta película será bastante personal. La desarrollé en la residencia del Festival de Cannes y, como es más densa, necesité relajarme un poco y en ese tiempo fue que surgió Las marimbas del infierno".

Por otra parte, Julio Hernández indicó que disfrutó mucho su estancia en Morelia, cuya belleza calificó de "imponente" y aseguró que el festival es "un aire fresco que proyecta un cine más contemporáneo y bastante diverso. Las siete películas que estaban en concurso eran diferentes entre sí y eso es sumamente válido e importante, porque creo que no hay una sola forma de contar una historia".