10 · 23 · 13 Alejandro Jodorowsky’s master conference Share with twitter Share with facebook Share with mail Copy to clipboard Cruz Alberto González El Teatro Morelos, ubicado en el Centro de Convenciones de Morelia, ha alojado esta tarde la conferencia magistral del Invitado de Honor del 11º FICM: el maestro Alejandro Jodorowsky. La expectativa provocada por su visita ha sido directamente proporcional a la paciencia y devoción del público que lo ha seguido a lo largo de su prodigiosa carrera, en las diferentes ramas del arte en que ha incursionado. Los asistentes llegaron al Teatro Morelos desde muy temprano para asegurarse un lugar en el inmueble, sin importar el frío ni la lluvia con que la antigua Valladolid despertó esta mañana. Cualquier esfuerzo valía la pena con tal de disfrutar en vivo las palabras del poeta, escritor, cineasta y performer; creador de la Psicomagia, el Psicochamanismo, el Movimiento Pánico y, dicho sea de paso, especialista reformador del Tarot de Marsella. El “rey del cine de medianoche” que quiso convertirse en “un profeta y en un dios que redefiniría el cine” - creador de una obra de culto que ahora es una referencia obligada para la crítica - merecía sin duda semejante tributo. Las puertas del Teatro Morelos se abrieron quince minutos antes de las cuatro de la tarde, y antes de las cinco ya no cabía ni un alma. Por el auditorio desfilaba un caudal de seres humanos inquietos por encontrar un lugar dónde colocarse y disfrutar lo que podría ser la versión latinoamericana del Sermón de la Montaña. El marco era inmejorable para escuchar con atención al polifacético artista; la espera realmente había valido la pena. Pasadas las cuatro, se dio se dio la primera llamada, el enjambre de murmullos no cesaba pero era estable. Al cuarto para las cinco, Alejandro Ramírez Magaña, presidente del FICM, hizo la presentación del Invitado de Honor de esta décimo primera edición. Jodorowsky salió al escenario a las 16:48 horas. De inmediato, el maestro desenfundó la espada y como el mejor de los más antiguos samuráis empezó una heterodoxa y fascinante charla: “Nunca estudié cine. No vayan a la escuela de cine, terminarán siendo esclavos del cine americano”. De pronto, Jodorowsky parecía alejarse de los aspectos cinematográficos de la charla y enfocarse en una poderosa disección de la naturaleza humana, pero nada más falso: “Ni yo ni ustedes nos conocemos a fondo. Nuestra naturaleza data de la prehistoria y no la hemos explorado toda. Estamos determinados por el “Yo” que es la cultura y el legado de la neurosis histórica. Ésa es la jaula. Hay que destrozar esos barrotes para que emerja la parte misteriosa y el tesoro interno que poseemos y no conocemos. La felicidad es ser lo que uno es y no lo que los demás quieren que seamos. Yo le tengo mucho miedo a la gente normal. Por eso nunca pongo gente normal en mis películas. Todos mis personajes son anormales. ¿Por qué la libertad está en el cine?¿Qué es el cine? Esa fabricación industrial americana con superhéroes cretinos es una industria por los millones que genera. El 3D es un falo que se coge a los espectadores en sus butacas. Los actores se presentan como dioses, olvidándose de que lo son, y luego venden relojes o cualquier mercadería en las revistas. Vi Avatar que costó millones y ya no me acuerdo de nada, pero nunca me olvidaré de una toma de Un perro andaluz cuando un ojo es cercenado por una navaja.” “Quiero hacer cine que tenga un impacto emocional, qué bueno que vinieron a ver a este ataúd de carne donde quizá habita un ser infinito. Para hacer cine se necesita conocer al ser humano. Todas las películas hablan de dinero y parece que lo más sublime es el dólar. El ser humano es sublime y las millones de neuronas de tu cabeza están vivas. El pensamiento colectivo es una cadena de neuronas. Hay algo en nosotros que es nuestro ser esencial, todo mundo tiene un ser interior, todo ser humano es digno de respeto, pero tiene que llegar a ser colectivo. Solo, únicamente eres una isla, pero cuando te tomas de los otros te expandes, ya no eres víctima sino creador de realidad.” El cineasta hizo gritar a los presentes, hasta en dos ocasiones y por varios segundos, para confirmar sus afirmaciones en torno a la colectividad humana: “Todas tus neuronas gritan así en la noche cuando duermes. Cada ser humano es una maravilla en potencia con talentos diferentes. El niño interior siempre lo llevas dentro y tú puedes viajar a él en tu memoria. Todo por lo que pasaste te trajo aquí. Todos los sufrimientos del ego te trajeron a lo que hoy tú eres. Cuando el ego y el inconsciente se comunican, cuando se abre la puerta, se reconcilian. Somos más que un simio económicus esclavo de un régimen hipócrita y el cuerpo es una materia con tres energías. Si hacemos un cine donde los cuerpos no son sagrados no estamos haciendo buen cine.” Para ser felices, apuntó el polisémico artista, necesitamos desarrollar tres aspectos de nuestra naturaleza: la emocional, la intelectual y la sexual: “¿Alguna vez has aprendido a acariciar el aire? ¿Caminas con pasos que acarician? ¿Sabes que un minuto es una joya maravillosa donde está el universo entero: galaxias, animales y ángeles? Yo me despierto cada mañana y digo qué maravilla, estoy vivo todavía. La felicidad del corazón es unirse, mientras más unido estoy más feliz me siento. Por otro lado, el intelecto no es la mente. La mente es un recipiente y hay que conducirla al silencio para que escuche. De lo contrario sólo soy un monstruo egoísta, un héroe vil. Pasión, Silencio, Respeto. Lo más importante es el cambio. La sexualidad es sagrada. Es la fuerza que mueve a la raza humana, somos fabricantes de otros seres. La energía sexual es creadora, es un tesoro que debe ser depositado en algo sagrado.” Jodorowsky ejemplificó sus dichos con la narración de casos en los que la psicomagia cambió la vida de varias personas que se acercaron a consulta. Ya dentro de la sesión de preguntas y respuestas, un espectador le preguntó por otro de sus grandes logros, la restauración del Tarot de Marsella: “Yo quería existir e hice todo para ser visto. El Tarot es un lenguaje para conectarte con el otro, me salí del ombligo y llegué a la emoción, hay que aprender a escuchar y a ver, la mente vacía aprende eso.” Jodorowsky amenizó su charla con sabrosas anécdotas que es imposible resumir aquí, valga decir que en ellas aparecieron figuras cuasi mitológicas de la cultura mexicana como el director y actor Emilio “el Indio” Fernández, el escritor Salvador Novo y la actriz y cantante Irma Serrano “La Tigresa”. Jodorowsky finalizó su conferencia magistral repartiendo sabios consejos, que, de ser aplicados al pie de la letra, podrían influir en la estabilidad emocional, física y espiritual de sus oyentes: “Hay que cambiar y deshacernos del “Yo” que la familia y la sociedad nos ha creado. Hay que enfrentar nuestros miedos. Ahí está guardado todo. Pero no luches con ellos. Deja que ellos te venzan. Acéptalos. Cuando los aceptas ellos bailan alrededor tuyo y se convierten en tus aliados. Tú mismo te convertirás en uno de esos aliados.” El maestro enfatizó la necesidad de llevar nuestro registro genealógico para que, a través de él, podamos sanarnos recreando a los personajes negativos – o los aspectos negativos de algunos personajes - para concederles otra función en el pasado activo. Ahí radicaría el secreto del acto psicomágico: te conviertes en lo que temes, pero en el acto asimilas tu parte inconsciente y tu “Yo” desaparece. La conferencia magistral llegó a su fin con dos frases que bien pueden enlazarse en una sola: “He hecho un cine que comparte la creatividad que he encontrado después de años y años de batallar…Yo te voy a dar la mitad, la otra mitad la tienes que hacer tú” - sentenció el maestro. People arrived early to secure a seat at the Teatro Morelos to hear Alejandro Jodorowsky, the 11th FICM’s guest of honor, present a master conference this afternoon. The cold rainy weather did not dampen the enthusiasm of the public, many of whom have followed the director’s prodigious career in various artistic fields – as a poet, writer, filmmaker and performer, creator of psychomagic, psycho shamanism, the Panic Movement and reformer of the Tarot of Marseille. The “king of midnight cinema” – creator of a cult cinema which today is a mandatory reference for critics – undoubtedly deserves such a tribute. The doors of the Teatro Morelos opened at 3:45 pm and by 5 pm there was no room for another soul. People anxiously filed in to see what could be the Latin American version of the Sermon of the Mount. The setting was perfect to listen closely to the multifaceted artist. The wait was definitely worthwhile. The first call came after 4 pm as the audience’s expectation grew. At 4:45 pm Alejandro Ramírez Magaña, president of FICM, presented the guest of honor of the 11th edition of FICM. Jodorowsky took the stage at 16:48 pm. The director immediately pulled out his sword and like the best of the ancient Samurai began a heterodox and fascinating presentation. “I never studied cinema. Don’t go to film school – you’ll end up being slaves of American cinema,” he said. Suddenly, Jodorowsky seemed to drift from the cinematographic aspects of the talk and focused on a powerful dissection of human nature. “Neither you nor I truly know ourselves. Our nature dates back to prehistoric times and we haven’t explored everything. We are determined by the ego, which is the culture and the legacy of our historic neurosis. This is the cage. We have to break down those bars so that the mysterious part and the internal treasure that we have and don’t know can emerge. Happiness is being who we are and not what others want us to be. I’m very afraid of ordinary people. That’s why I don’t put ordinary people in my films. All of my characters are abnormal. Why is there freedom in cinema? What is cinema? This American industrial manufacturing of cretin superheroes is an industry that makes millions [of dollars]. The 3D is a phallus that screws viewers in their seats. The actors are presented as gods, forgetting what they are, and then they sell watches and any merchandise in magazines. I saw Avatar which cost millions and already I can’t remember anything, but I’ll never forget a scene from Un perro andaluz when an eye is slit open with a knife.” “I like to make films that have an emotional impact, that’s good that you came to see this casket of meat where perhaps an infinite being lives. To make films you have to understand human beings. All the films talk about money and it seems like the most sublime is the dollar. The human being is sublime and the million of neurons in your head are alive. Collective thought is a chain of neurons. There is something inside us that is our essential being. Everyone has an inner being, all human beings are worthy of respect, but it has to be collective. By yourself, you’re just an island, but when you join others you grow, you’re no longer a victim, but a creator of reality.” The director asked the audience to shout on two occasions and for several seconds, to confirm his assertions about human collectivity. “All your neurons shout that way at night when you’re asleep. Every human being is a potential wonder with different talents. The inner child is always with you and you can reach him/her in your memory. Everything you’ve gone through you have here. All the suffering of the ego makes you who you are today. When the ego and the unconscious communicate, when the door is open, they are reconciled. We are more than just an economicus ape, slave of a hypocritical regime, and the body is matter with three energies. If we make a film where bodies are not sacred, then we are not making good cinema.” To be happy, the artist said, we must develop three aspects of our nature: the emotional, intellectual and sexual. Have you ever learned to caress the air? Do your steps caress when you walk? Do you know that a minute is a marvelous jewel where the entire universe lies: galaxies, animals and angels? I wake up every morning and say, how wonderful; I’m still alive. The joy in the heart is to join together, while joined together, the happier I feel. On the other hand, the intellect is not the mind. The mind is a container and you must lead it to silence to listen to it. Otherwise, I’m just a selfish monster, a vile hero. Passion, silence, respect. The most important thing is change. Sexuality is sacred. It is the force that moves the human race. We are manufacturers of other human beings. Sexual energy is creative; it is a treasure that should be deposited in something sacred.” Jodorowsky exemplified his statements by narrating cases in which psychomagic changed the lives of several people who came to him for consultation. During the question and answer session, a viewer asked him about another of his great achievements, the restoration of the Tarot of Marseille. “I wanted to exist and I did everything to be seen. The Tarot is a language to connect yourself with the other. I came out of the naval and reached the emotion. We must learn to listen and see, the empty mind learns that.” Jodorowsky livened up his talk with wonderful anecdotes that are impossible to summarize here, but suffice it to say he mentioned quasi-mythological figures of Mexican culture like the director and actor Emilio “El Indio” Fernández, writer Salvador Novo and the actress and singer Irma Serrano “La Tigresa.” Jodorowsky ended the lecture by giving wise advice, which if applied exactly as he says, could have an influence on the emotional, physical and spiritual stability of his listeners. “We need to change and get rid of the ‘ego’ that the family and society have created for us. We must face our fears. That’s where everything is kept. But don’t fight them. Let them conquer you. Accept them. When you accept them, they dance around you and become your allies. You yourself will become one of those allies.” The director emphasized the need to carry with us our genealogical record so that through it we can heal ourselves, recreating the negative characters – or the negative aspects of some people – to give them another function in our active past. Therein lies the secret of the psychomagic act: you become what you fear, but in the act you assimilate your role unconsciously and your ‘ego’ disappears.” The lecture ended with two sentences that could be joined into one: “I’ve made films that share the creativity that I have found after years and years of struggle…I’m going to give you half, the other half you have to do yourself,” he said.