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Alain Guiraudie: Los rumores de lo normal | Segunda parte


Este texto fue publicado originalmente en la Revista Correspondencias. Edición Especial FICUNAM-TV UNAM.

 

Probablemente el más reconocido director gay en el cine francés contemporáneo, Alain Guiraudie hace películas sobre la vida homosexual pero sería equivocado llamarles crónicas. En El rey de las fugas (2009), donde se enamoran un cuarentón gay y la adolescente que salva de ser violada por una pandilla, recurren escenas en un punto de cruising donde se reúnen hombres maduros para tener sexo entre sí. La noticia de un anciano con un pene descomunal emociona al protagonista, que llega a tener humorísticas ensoñaciones con él en lo que parece una parodia de la pederastia platónica.

El extraño del lago (2013, dir. Alain Guiraudie) El extraño del lago (2013, dir. Alain Guiraudie)

Quizás algunos vean en esto un descenso a la bestialidad. A mí me parece un encuentro entre el nihilismo y el hedonismo. El silencio del mundo, un símbolo inequívoco de su indiferencia, se sustituye con la sinfonía del placer. Más que igualar al humano y a la bestia, Guiraudie los hermana en la igualdad, como al final de Animal vertical. Ahí la dignidad de los protagonistas los salvará de los lobos. Si tan sólo se mantienen erguidos, verticales, vivirán.

Franck, al contrario, se dobla, como el espectador reaccionario ante el cine de Guiraudie. Uno, en su ingenuidad, termina rodeado por la muerte. El otro, en su otra ingenuidad, termina asqueado por lo que debería resultarle normal. A Franck le cae encima el pesado misterio de la noche mientras grita el nombre de Michel, que probablemente lo matará. A la audiencia conservadora le cae encima el oscurantismo del romance, que le impide percibir sin juicio y sin desdén los excitantes coros de la realidad. El cine de Guiraudie habla de estos románticos y también les habla a ellos en un intento de transformar su mirada a través de susurros.

Lee más sobre Alain Guiraudie en la primera parte de esta serie.