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Béla Tarr presentó El caballo de Turín 

Daniela Michel, directora del FICM, fue la encargada de dar la bienvenida al maestro Béla Tarr ante la llena Sala 4 del Cinépolis Centro:

"Estamos presentando la premiere mexicana de una verdadera obra maestra, El caballo del Turín, una película extraordinaria del cineasta contemporáneo más importante. Tenemos el gran honor de compartir esta función con un cineasta al que admiramos muchos y que ha tenido mucha influencia entre los jóvenes realizadores. Quiero invitarlos a que sigan la muestra de cinco películas que estamos proyectando en el Festival.  Tienen que ver Sátántangó. Béla Tarr ha dicho, esperamos que no sea cierto, que ya no quiere hacer cine. Esperemos que no sea así porque es una persona realmente extraordinaria en su arte. Recibámoslo con un fuerte aplauso."

Después de recibir un largo y efusivo aplauso, Béla Tarr tomó el micrófono y comentó: "Gracias por venir, pudiendo hacer otras miles de cosas, y vinieron hoy a verme a mí, a esta película en blanco y negro, larga y muy aburrida. Es una película fría, fea, miserable…" El público comenzó a reír al escuchar la descripción, a lo que el realizador respondió: "Es cierto pero me encanta; esa es la razón por la que les pido que le den la bienvenida."

Michel volvió a tomar el micrófono para darle la bienvenida también a Ágnes Hranitzky. " Como ustedes saben  ha sido una persona muy vinculada en el proceso creativo de Béla Tarr, ella empieza a trabajar en el rodaje, a editar desde que empiezan a filmar, tienen una gran comunión artística. Para nosotros es extraordinario darle la bienvenida a una mujer extraordinaria."

El caballo de Turín da inicio con las siguientes palabras introductorias: "Turín, 3 de enero de 1889. Friedrich Nietzsche sale de la puerta del número seis de la Vía Carlo Alberti. No muy lejos, el chofer de un carruaje batalla con su caballo. Cuando el animal se rehusa a avanzar, el chofer comienza a azotarlo. Nietzsche se acerca, lanza sus brazos sobre el caballo y empieza a sollozar. Su casero lo lleva a casa, donde permanece inmóvil y en silencio durante dos días hasta pronunciar sus últimas palabras. Vive diez años más, en silencio y demente, bajo el cuidado de su madre y hermanas. No sabemos qué le pasó al caballo”.

Una vez planteado el contexto, la cinta arranca con un impresionante paisaje explorado en blanco y negro en el que se narran seis días del la vida del chofer, de su hija y el caballo, quienes intentan sobrevivir a una indescriptible y apocalíptica tormenta de viento. En medio de la nada y ante la inminente destrucción, los tres personajes enfrentan con resignación lo inevitable.

Al término de la proyección, el maestro Béla Tarr, cuyo cine se caracteriza por la pureza de su narrativa visual y por el minucioso manejo del tiempo, abrió una sesión de preguntas y respuestas en la que contestó de manera amplia y amable todos los cuestionamientos que le fueron planteados.