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Vete más lejos, Alicia, una historia de sensaciones

"Esto surge como un impulso, como un acto de impaciencia de tener que esperar para reescribir mi película, esperar el dinero. A Sofía ya le había platicado de hacer una película justo de ese momento cuando tienes 19 años; irte a vivir lejos, sola, despatriada. Quise aprovechar el momento, Sofía (la protagonista) estaba estudiando en Buenos Aires, María José Secco (la fotógrafa) estaba en Uruguay. Yo las alcancé en el sur y les dije: llego en dos semanas y vamos a hacer una peli. Con muy poco guión, teníamos sólo seis páginas, teníamos más sensaciones que un guión; así arrancó Alicia," afirmó Elisa Miller.

En cuanto a la producción, Miller comentó: "fue una producción en vivo, era llegar a un lugar y empezamos a filmar con una cámara chiquita, sin permisos, en los aeropuertos, en los aviones. María Secco (la fotógrafa) con su sonrisa convenció para que nos dejaran filmar el aterrizaje. Éramos tres chicas con una camarita. En el aeropuerto de la Ciudad de México nos preguntaron ¿y esa cámara? Es de una prima le contestamos. Ese tipo de detalles tuvimos que enfrentar. Nos decían que era imposible hacerlo porque necesitabas un permiso, pero nosotros llegamos con una camarita y lo hicimos."

En cuanto a la fotografía, María José Secco comentó: "fue una búsqueda durante el rodaje de cómo íbamos a narrarlo, se tenía muy claro lo que se quería. Todas estábamos adentro del proyecto. Cada día Elisa nos hablaba, nos contaba, leíamos libros, fragmentos de poesía. Las cosas las teníamos afuera, sólo teníamos que tomarlas. Fue una experiencia muy rica, como una búsqueda, ver cómo poder plasmar todos esos sentimientos que queríamos transmitir en la película. No sabíamos si lo lograríamos y es una alegría estar hoy presentándola."

En su oportunidad, Cristian Valdelièvre, productor de la película, afirmó: "todos estaban involucrados, excepto yo. A mí me gusta estar desde el principio, como bien lo sabe Elisa. Yo estoy trabajando con ella desde hace dos años en su ópera prima y aún no estaban trabajados los guiones. Nos encontramos para hablar de su película y me dijo que se había ido a Argentina, que tenía 32 horas filmadas, que se había llevado al camarógrafo y a la actriz; no entendía nada de lo que me decía. Y quedamos de ver el material, no sabíamos qué teníamos. Le dije igual es un corto, una obra de arte o es una mierda. Es imposible saber qué tienes, estaba apanicado. Lo que hicimos es un equipo de edición increíble y fuimos trabajando. Lo primero que vi fue un corto de 17 minutos precioso, pero ella seguía insistiendo que tenían más material. Después me enseñaron algo de 40 minutos y ahí sí dije, no me jodan, porque la verdad 40 minutos es una fiaca, es un corto súper largo o es un largo súper corto, entonces nadie lo quiere, no enmarca en ningún festival. Es muy desagradable el formato de la película, pero entonces me dijeron que tenían más en súper 8, luego de muchos meses de trabajar en la edición de un proyecto que no tiene la estructura y sin un guión real; fue muy complejo. Y aquí está la ópera prima de Elisa Miller que no es la que íbamos a hacer", finalizó.

De la experiencia que le dejó hacer su ópera prima, Miller comentó: "esta película es puro aprendizaje, hay muchas cosas que tomaremos para la siguiente, pero también quiero ir con un guión, un fondista, tener lo básico. Todos aprendimos, estamos acostumbrados a la estructura de hacer una película, tenemos una forma muy establecida de hacerla. Lo que me encanta de Vete más lejos, Alicia, es que sí hay otras maneras de hacer películas," concluyó.