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Toshiro Mifune, el actor japonés que conquistó México

Aura Resendiz

Un actor emblemático del cine japonés protagonizó una película mexicana a principios de la década de los sesenta. Se trata de Toshiro Mifune (1920-1997), una de las personalidades más reconocidas de Japón por su trabajo junto a directores como Akira Kurosawa y Steven Spielberg, así como por ser el rostro del jidaigeki, término con el que se denomina a las películas japonesas "de época", situadas en el período Tokugawa o período Edo (1600-1868), basadas principalmente en la vida de los samuráis.

Los siete samuráis (1954)
Los siete samuráis (1954, dir. Akira Kurosawa)

Rashomon (1950), Los siete samuráis (1954) y Trono de Sangre (1957), todas de Kurosawa, son algunas de las más de 150 obras en las que participó Mifune. Durante su carrera, el actor nacido en Qingdao, China, colaboró con destacados cineastas nipones como el ya mencionado Akira Kurosawa (La fortaleza escondida, Yojimbo), Masaki Kobayashi (El samurái rebelde, Ningen no jôken), Mikio Naruse (Ukigumo, A Wife's Heart), Kihachi Okamoto (Chi to suna, Akage), entre otros.

Sin embargo, tras 15 años trabajando en su país natal, Mifune tomó la decisión de incursionar en el extranjero y fue precisamente una producción mexicana la que marcó su gran debut fuera de la tierra que lo vio nacer como estrella, y su primer paso antes de adentrarse en Hollywood.

Toshiro Mifune en México

El debut de Mifune en la pantalla grande fue Snow Trail (1947), de Senkichi Taniguchi, a la edad de 27 años, papel por el que, al año siguiente, Akira Kurosawa lo elegiría para protagonizar Drunken Angel (1948). Dicha película representaría el inicio de una extensa relación de trabajo con el director japonés, con al menos 16 largometrajes.

Sus primeros acercamientos en ceremonias internacionales llegaron de la mano de Kurosawa. En 1956 recibió su primera nominación en una premiación extranjera, en los British Academy Award como Mejor Actor por Los siete samuráis. Pero sería en 1961 cuando obtendría su primer galardón como Mejor Actor Masculino en el Festival Internacional de Cine de Venecia por Yojimbo (1961).

Fue en ese mismo año cuando el actor nipón protagonizaría su primera producción en el extranjero: Ánimas Trujano: El hombre importante (1961), de Ismael Rodríguez (Nosotros los pobres, Dos tipos de cuidado), uno de los cineastas más emblemáticos de la época del cine de oro mexicano, quien estuvo detrás de la lente detrás de los títulos más exitosos de Pedro Infante.  

Ánimas Trujano El hombre importante
Ánimas Trujano: El hombre importante (1961, dir. Ismael Rodríguez)

La cinta está basada en la novela La mayordomía, escrita en 1951 por Rogelio Barriga Rivas. En el elenco de la película también participaron Columba Domínguez (Maclovia, Un día de vida), Flor Silvestre (¡Viva la soldadera!, El ojo de vidrio), Antonio Aguilar (La cucaracha, Los hermanos Del hierro),Titina Romay (Huracán Ramírez, Píntame angelitos blancos), Amado Zumaya (María Isabel, La novicia), entre otros. 

¿Pero cómo llegó Mifune a México? Fue Rodríguez quien dio el primer paso. El director ya tenía interés en adaptar la obra de Barriga Rivas a la pantalla grande. Luego de ver la interpretación del actor japonés en la cinta The Rickshaw Man (1958), de Hiroshi Inagaki, pensó que “ése era su Ánimas Trujano”, según confesó el cineasta mexicano en una entrevista al Instituto Mexicano de Cinematografía (IMCINE) en 1993

En Ánimas Trujano: El hombre importante, Toshiro Mifune interpreta a un indígena de un pueblo oaxaqueño que quiere convertirse en el mayordomo del pueblo. Sin embargo, su carácter imprudente y perezoso, sumado a su gusto por el alcohol, juega en su contra en su búsqueda por obtener un título en el que, al parecer, sólo aquellos con prestigio y con poder adquisitivo pueden aspirar. 

El actor japonés se aprendió sus diálogos sin saber español, solo por memorización fonética. Sin embargo, fue Narciso Busquets (Pedro Páramo, Cadena Perpetua), quién terminó doblando a Mifune y dando voz al personaje. “Es mi voz pero en japonés”, contó Rodríguez al IMCINE en 1993, sobre la reacción de Busquets tras escuchar la pronunciación del español del protagonista. 

Ánimas Trujano Toshiro Mifune
Ánimas Trujano: El hombre importante (1961, dir. Ismael Rodríguez)

La cinta tuvo un desempeño destacado en las ceremonias de premiación internacionales. En 1961 ganó un Golden Gate Award en el San Francisco International Film Festival por Mejor Película. En 1962, obtuvo un Silver Globe por Mejor Película en Lengua Extranjera en los Golden Globes, además de recibir una nominación como Mejor Película en Lengua Extranjera en los 34ª Premios de la Academia. Este último reconocimiento convirtió a Ánimas Trujano: Un hombre importante en la segunda cinta mexicana en ser nominada a dicha categoría en el Oscar después de Macario, de Roberto Gavaldón, en 1960.

En Japón, Mifune también fue reconocido en los Blue Ribbon Awards como Mejor Actor, premio que también recibió por Yojimbo, (1961) de Akira Kurosawa

Tras finalizar su primer trabajo en el extranjero, el protagonista de Ánimas Trujano lanzó su compañía productora Mifune Productions en 1962, con la que crearía su única cinta como director, Legacy of the 500,000 (1963). Sería Grand Prix (1966), de John Frankenheimer, su debut en Hollywood. A esta cinta le seguiría Infierno en el Pacífico (1968), de John Boorman, y 1941 (1979), dirigida por Steven Spielberg.

Rashomon
Rashomon (1950, dir. Akira Kurosawa)

Toshiro Mifune falleció el 24 de diciembre de 1997, a los 77 años de edad. Aunque Deep River (1995), de Kei Kumai, fue la última cinta de su carrera, su legado continuó al ser reconocido, de forma póstuma, en múltiples ocasiones.

El 1 de abril de 2020, para conmemorar 100 años de su nacimiento, un canal de televisión japonesa, transmitió la película Ánimas Trujano.