18 · 11 · 22 Rumbo al #20FICM: 2020 y 2021: la pandemia… SIN SEÑAS PARTICULARES, FAUNA, EL OTRO TOM, 50 (O DOS BALLENAS…) Compartir en twitter Compartir en facebook Compartir con correo Copiar al portapapeles El investigador, crítico cinematográfico y escritor, Rafael Aviña hace un recuento puntual de los largometrajes de ficción ganadores en las ediciones pasadas del FICM. En esta ocasión aborda Sin señas particulares (2020, dir. Fernanda Valadez), Fauna (2020, dir. Nicolás Pereda), El otro Tom (2021, dir. Laura Santullo, Rodrigo Plá) y 50 o dos ballenas se encuentran en la playa (2021, dir. Jorge Cuchi), premiadas durante el 18° y 19° FICM.La llegada del 2020 trajo consigo una de las tragedias más insólitas imaginadas tan solo en relatos de anticipación catastrofista: una pandemia mundial que no sólo diezmó con severidad a la población, sino que acabó por lo menos en ese año, con la convivencia social y por supuesto, una de las expresiones más populares afectadas fueron las salas de cine. El mundo tuvo que reconstruirse: buscar vacunas y enfrentar el desempleo y el cierre de millones de comercios. En ese panorama atípico y desolador, el covid trastocó a su vez, la forma de ver y hacer cine en México y en el orbe entero. El público abandonó los cines y varios complejos fílmicos quebraron. En contraparte, la exhibición digital se fortaleció como lo demostró Netflix, plataforma que se posesionó como la más importante, a la que se sumarían otras, apostando por experiencias cinematográficas alternativas: Prime, Mubi, Claro, Cinépolis Klic y más, incluyendo Youtube. Las fantasías de autores como Ray Bradbury, Arthur C. Clarke, Robert Heinlein o Isaac Asimov se volvieron reales: el mundo y el cine mismo, cabe ahora en un simple teléfono inteligente.En esa situación tan apremiante el Festival Internacional de Cine de Morelia (FICM) demostró una valentía a toda prueba al llevar a cabo, pese a todo, una modesta edición número 18 en aquel 2020 de la que saldrían ganadoras: Fauna (2020) de Nicolás Pereda con el Ojo a la Mejor Dirección y Sin señas particulares (2020), el Ojo a Mejor Largometraje Mexicano; una obra excepcional y uno de los mejores filmes en la historia del Festival, dirigido por Fernanda Valadez, escrita por ella y por Astrid Rondero (directora de Los días más oscuros de nosotras). Un devastador y al mismo tiempo, un vigoroso y sensible retrato de un país estremecido por la violencia y una juventud abandonada a su suerte y sin horizontes, donde los padres de éstos, lejos de tener un descanso, se ven obligados a deambular como muertos vivientes en un mundo que los ha rebasado y subsistiendo incluso a sus propios vástagos.Un equipo de producción en su mayoría mujeres, se sumerge en el México de las desapariciones forzadas, el crimen organizado, la invisibilidad de las víctimas y los abismos de realidad en un país centralista alienado con la banalidad y la falta de solidaridad. Una mujer (espléndida Mercedes Hernández, Ojito a Mejor Actriz), indaga sobre el paradero de su hijo desaparecido y asimismo, un joven (David Illescas), deportado de los Estados Unidos, busca a sus padres que han huido de la violencia. Sin señas particulares pudo ser un potente documental ya que evidencia una minuciosa investigación que la respalda; no obstante, directora y guionista apuestan por varios géneros fílmicos como el drama intimista-familiar, el thriller, el suspenso y la película de carretera hacia ninguna parte, enfatizando el dramatismo sin desprenderse de la realidad social y con ello, vinculando emocionalmente al espectador al que sacude, entre alegorías rulfianas y la descarnada realidad del México de hoy.Desde su ópera prima ¿Dónde están sus historias? (2007) mejor largo en Morelia, era evidente que Nicolás Pereda proponía un tratamiento atípico para sus tramas sencillas en apariencia, al tiempo que crecía su nombre como uno de los directores jóvenes independientes más originales de nuestra cinematografía. Perpetum Mobile, El verano de Goliat, Los mejores temas y más, en una prolífica obra que aborda sobre todo, curiosos y amables retratos de amigos y de familia, no exentos de tópicos difíciles como la violencia o el subempleo en México, en la que utiliza de manera constante, a un mismo grupo de actores; entre ellos, Gabino Rodríguez, José Rodríguez López (Rolo), Teresa Sánchez, Francisco Barreiro y Luisa Pardo.Como en sus citadas obras, Fauna apuesta por un cine de actos mínimos que intenta capturar ese tedio rural donde todo parece detenerse, hurgando en algunos temas como el machismo y la rutina y sobre todo, reflexionando sobre el oficio de contar historias a través de la actuación con un hilo narrativo casi inexistente sobre la realidad cotidiana del interior del país. Una pareja de actores (Pardo y Barreiro) visitan a la familia de ella en un pueblo al norte del país, para reencontrarse con su padre y hermano (Rolo y Gabino) y confrontar al propio Paco con un ambiente extraño y hostil, en una suerte de irónica farsa o comedia del absurdo muy divertida y a momentos fascinante, con escenas delirantes como aquella en la que al “actor” le hacen repetir sus diálogos de una serie televisiva de narcos, con un inquietante final que aporta una nueva vuelta de tuerca al relato.Para 2021 y pese a una pandemia que aún hoy no cede, Morelia realizó su emisión 19 de forma natural premiando dos intensos filmes protagonizados por niños y jóvenes. El otro Tom se llevó el Ojo a la Mejor Dirección para Laura Santullo y Rodrigo Plá y 50 o Dos ballenas se encuentran en la playa de Jorge Cuchi, cineasta fogueado en el área de la publicidad, ganadora del Ojo a Mejor Largometraje nacional que abre con una secuencia impactante: un joven incendia un automóvil y graba la escena con su celular para subirla a la red, como prueba de uno de los cincuenta retos que deberá completar para su participación en un juego virtual denominado El desafío de la ballena azul, que consiste en plantear a los participantes, diversos retos desde un sitio de Internet con un organizador anónimo.Es gracias a ello, que Félix y Elisa, ambos de 17 años, integrantes del mismo juego, se conocen, se gustan, se enamoran y deciden dar el último paso: el suicidio. Una trama proclive a todos los excesos melodramáticos, consigue rebasar esa endeble frontera para obtener un muy inquietante y sensible retrato de una juventud movida por el desasosiego y la absoluta falta de valores familiares, que terminan por crear sus propias reglas de convivencia donde la violencia sin sentido y un desapego total a todo tipo de tolerancia terminan por dejar a su paso una estela sanguinolenta de caos y frustración. 50 o Dos ballenas se encuentran en la playa, puede gustar o no, sin embargo, es el testimonio pesimista y desesperanzador de una nueva generación de jóvenes globalizados con algunas escenas notables como aquella en la pista de hielo en Forum Buenavista, el diálogo en la cornisa de un edificio y sobre todo, la secuencia de los disparos en Río Churubusco y el brutal asesinato del padrastro de la protagonista Karla Coronado; ella y José Antonio Toledano obtuvieron el Ojo a la Mejor actuación.El realizador uruguayo radicado en México Rodrigo Plá y su cómplice Laura Santullo responsable de las tramas de sus películas, entretejen como codirectores, un relato intimista y sencillo en apariencia, que oculta sin embargo, todo un complejo entramado moral con un par de espléndidos protagonistas: Julia Chávez, la joven y atractiva madre soltera del pequeño Tom (Israel Rodríguez) diagnosticado con TDAH en el Paso, Texas. Si en La demora (2012) involucraban al espectador en la desmemoria de un anciano y en Un monstruo de mil cabezas (2015), proponían la alegoría de un estado corrupto, ineficaz y negligente representado en una corporación de seguros médicos que se niega a responder a su afiliado, ahora, en El otro Tom muestran los mecanismos del poder de las grandes empresas farmacéuticas y la forma en que apuestan por una sobre medicación innecesaria y funesta.Como se explica en el sitio de Instagram MatineMX en relación al filme: “el trastorno de déficit de atención e hiperactividad (TDAH) va más allá de una simple conducta, que ocasionalmente y de manera errónea, define a niñas y niños…como “demasiado traviesos, malcriados, difíciles... Se trata de un trastorno del neuro desarrollo originado en la infancia, que afecta…de forma crónica y caracterizado, por la dificultad para prestar atención, impulsividad e hiperactividad motora y/o vocal”. Ello, en un relato naturalista donde se pone en riesgo el derecho tutelar del niño y el creciente deterioro de su salud sicológica a partir de los efectos secundarios que un nuevo medicamento provoca en ese imprevisible pequeño. Nudo Mixteco de Ángeles Cruz obtuvo el premio del público y Carlos Bonfil el Guerrero de Oro “Joaquín Rodríguez” que otorga la prensa especializada.