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1944 | B/N | 90:00

En su palacio, el faraón sueña con mujeres desnudas y vacas flacas. Entonces los sabios deciden que el victorioso general Putifar se case con una doncella, Lota. Durante la guerra una flecha arranca la virilidad a Putifar. Putifar compra a José en el mercado de esclavos y se lo regala a Lota. En la noche de bodas, Putifar trata de entretener a Lota contándole historias, pero fracasa, la deja y se va a la guerra. Ella trata de seducir a José…


Dirección: Bracho; Julio
Guión: Beltrán; Neftalí, Perrín; Guillermo, de Palacios; Miguel, Bracho; Julio
Producción: J. Fink; Agustín
Fotografía: Torres; Ignacio
Sonido: Randall; Howard
Música: Esperón; Manuel, Chaikovski; Chaikovski, Halffter; Rodolfo, Lleó; Vincente
Reparto:Cortés; Fernando, Guerrero De Luna; Consuelo, Cortés; Mapy, Soto; Roberto
Dirección de Arte: Fontanals; Manuel
Año de Participación en el FICM: 2016

Películas del Director

Llévame en tus brazos

Llevame en tus brazos

En un pueblo de pescadores en la cuenca del río Papaloapan, viven Pedro y sus hijas Rita y Martha. Rita ama a José, quien ha sido despedido por organizar una huelga para exigir derechos para los trabajadores. Rita se ofrece como prenda para saldar las deudas de su padre con el dueño de un ingenio. Deja su pueblo y es explotada por varios hombres, incluido un político casado que la convierte en una gran estrella del baile.

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¡Ay, qué tiempos, señor don Simón!

Durante la época del porfiriato, a principios del siglo XX, una joven viuda asiste a un espectáculo para hombres y comprueba que su novio la está engañando con una de las bailarinas. Ahí conoce a don Simón, presidente de la Liga de las Buenas Costumbres, con quien comienza a coquetear para darle celos a su novio. 

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Rosenda

Michoacán, 1938. El solterón Ponciano Robles está acostumbrado a ayudar a la gente de su pueblo. Un arriero le ruega que pida por él la mano de una campesina llamada Rosenda. El padre de la joven acepta, pero el arriero se arrepiente y se va del pueblo para evitar el compromiso. Dejándose llevar por su buen corazón, Ponciano acepta la tarea de velar por la joven abandonada, ya que sus padres la han arrojado de su casa.

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