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Olivier Assayas: Límites de lo autobiográfico

Cine también es crítica del oficio cinematográfico. Édouard Waintrop, Delegado General de la Quincena de Realizadores del Festival de Cannes y Charles Tesson, Delegado de la Semana de la Crítica del mismo festival, conversaron con el director francés Olivier Assayas sobre los límites de lo personal en sus películas. “El cine, contrario a la literatura, no puede ser totalmente autobiográfico; en el cine partes de ti para abrirte al exterior” – precisa el realizador.

El director de Carlos (2010), miniserie producida por Canal + que se presentó como película fuera de competencia en su versión original de cinco horas y media durante el Festival de Cannes (2010), estrena en México su más reciente película Apres mai (2012) y conversa sobre su origen: “El punto de partida de esta película responde a la necesidad que tengo de hacer una reflexión propia por medio de la escritura… tuve la sensación de no entenderme a mí mismo ni entender la época que en su momento me hizo volverme cineasta”.

Mientras los críticos consideran el paso de Carlos a Après mai como un cambio de lo público a lo privado en la visión del director, uno de los espectadores pregunta por qué retratar la generación de los setenta en este último filme. Assayas se extiende en sus respuestas mientras José María Riba, corresponsal de la agencia France Press, se apresura a traducirlo. Los setenta es una generación a la que el director pertenece, sobre la cual sintió la necesidad de volver la mirada al mismo tiempo que intentó tender un puente con la juventud actual.

Sobre el escenario, los críticos indagan las razones, muestran contrastes entre los filmes. Otro espectador decide romper el hielo y confiesa que su película preferida es el segmento Quartier des Enfants Rouges, dirigido por Assayas, que forma parte del largometraje Paris, je t´aime (2006). Los críticos ríen. Con igual sinceridad, el cineasta comenta que ese trabajo representa para él una frustración, ya que la versión que se presenta en el filme no está íntegra: debió cortarla contra su voluntad. El tiempo que se vuelve insuficiente para un cineasta que vive en la búsqueda.

Riba lleva la conversación por otro cauce, siente que ha quedado sin nombrar lo excepcional que resulta que este director haya sido también crítico de cine. Assayas corrige: periodista. Antes de colaborar en Cahiers du Cinéma ya era cineasta; desde entonces se identifica con esa noción de escritura y práctica de cine.

La teoría no siempre es cercana a la práctica. De manera inusual, para Assayas ejercer la crítica del quehacer cinematográfico impulsó su práctica cinematográfica: “La escritura es por definición un descubrimiento del mundo… El hecho de escribir de cine hizo que me cuestionara sobre cómo llevar esas ideas a la práctica”.

La conversación concluye con la sensación de lo inacabado. La constante exploración no tiene límites en la visión de uno de los cineastas contemporáneos más importantes de Europa.