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Los pleitos familiares se arreglan en la cancha... Gritando y pataleando

Phil decide entonces encabezar un equipo para demostrarle al viejo Weston de lo que es capaz pero es justo en este momento cuando, sin darse cuenta, adquiere los rasgos de carácter que tanto ha odiado de su progenitor.

Bajo el típico pleito explorado ampliamente desde el psicoanálisis freudiano entre padres e hijos se desarrolla esta película cuyo punto medular es evidenciar la exhaustiva competencia entre ambos resumida en una supuesta regla de oro “Ningún hijo le gana a su padre.”

La historia es palomera y el toque de color radica en tres personajes principales, un niño de rasgos orientales de nombre Byong Sun (Elliott Cho) que funge casi como la mascota del equipo y los hermanos italianos Gian Piero (Francesco Liotti) y Máximo (Alessandro Ruggiero) encargados de salvar a los devastados Tigres.

La película cumple con la finalidad de cautivar a la audiencia infantil quien se engancha con las peripecias de los pequeños futbolistas al grado de imitar en la sala los gags que ve en pantalla.

Gritando y Pataleando (Kicking and screaming, EUA, 2005)
Dirige: Jesse Dylan
Con: Hill Farell, Robert Duvall, Steven Lawrence, Steven Anthony Lawrence, Josh Hutcherson.