31 · 07 · 20 Lecciones de cine y sencillez con Guillermo del Toro Compartir en twitter Compartir en facebook Compartir con correo Copiar al portapapeles Gabriela Martínez @GabbMartivel Octubre, 2017. Desde muy temprano el “fenómeno Guillermo del Toro” sacudió el centro de la ciudad de Morelia. Admiradores de todas las edades se reunieron para apartar un lugar en la interminable fila que se extendía a lo largo de la Calle Melchor Ocampo. Todos buscaban los mejores lugares para ver y escuchar al invitado especial del 15° Festival Internacional de Cine de Morelia (FICM) quien, acompañado por el editor de Sight and Sound, Nick James, compartiría sus experiencias y recomendaciones a todos sus admiradores, medios de comunicación y estudiantes de cine. Nick James, Guillermo del Toro A pesar de que el Teatro Melchor Ocampo estaba a punto de llenarse por completo, la fila de personas parecía no tener fin. Todos querían entrar, todos queríamos ser parte de este evento único y Guillermo del Toro lo sabía. Luego de ser presentado por Daniela Michel, fundadora y directora del FICM, como “el invitado más generoso”, del Toro tomó el micrófono y anunció a todos los asistentes que al terminar esta primera clase magistral, daría una segunda para todos aquellos que se habían quedado fuera. Todo el teatro se llenó de aplausos para agradecer el cariño del director que tan sólo unos meses después se llevaría el Oscar a Mejor Película por La forma del agua (2017). Sin más, la charla entre Nick James y Guillermo del Toro comenzó: “La perfección es lo peor que te puede pasar tanto en el arte como en la vida” De acuerdo con del Toro, un cineasta debe tener “la fragilidad de un poeta y la resistencia de un luchador”, porque es una carrera de trabajo constante y los resultados no son inmediatos. Lo único que los jóvenes necesitan escuchar de alguien experimentado es un permiso para hacer eso que les gusta. Algo importante en el oficio es aprender a depurar ideas contestando siempre el qué, cómo, cuándo y dónde de todo lo que se mostrará en la película, “mientras más practicas, más aprendes a escuchar a la película”, agregó. “Toma clases de actuación” El cineasta dijo que lo primero que hace es una biografía de cada personaje con gustos, aficiones, cómo se perciben a sí mismos y cómo son percibidos por el mundo, todo desde que nacieron, hasta el inicio de la película. Cada actor decide qué información toma o desecha de esas biografías. El siguiente paso es el trabajo de mesa, en el que se hace una lectura, escena por escena, con los actores para hablar sobre la importancia de cada uno. De esta manera, dice del Toro, es más fácil dar indicaciones a los actores por medio de verbos y acciones específicas. Una recomendación más fue tomar clases de actuación. Guillermo del Toro “Mientras más practicas, más aprendes a escuchar a la película” De acuerdo con del Toro, un cineasta debe tener “la fragilidad de un poeta y la resistencia de un luchador”, porque es una carrera de trabajo constante y los resultados no son inmediatos. Lo único que los jóvenes necesitan escuchar de alguien experimentado es un permiso para hacer eso que les gusta. Algo importante en el oficio es aprender a depurar ideas contestando siempre el qué, cómo, cuándo y dónde de todo lo que se mostrará en la película, “mientras más practicas, más aprendes a escuchar a la película”, agregó. Recomendó a los jóvenes cineastas conocer su propia biografía e identificar el lado que más les dé miedo. “Hablen de cosas que les duelan, que les den vergüenza, apuro, lo que sea, porque eso es su voz. Las cosas que ustedes pueden ver como defectos, son sus virtudes. La virtud es un defecto potenciado (…) Fíjense muy bien, porque la juventud disfraza las virtudes de defectos”. “Hablen de cosas que les duelan, que les den vergüenza, apuro. Lo que sea, porque eso es su voz” Recomendó a los jóvenes cineastas conocer su propia biografía e identificar el lado que más les dé miedo. “Hablen de cosas que les duelan, que les den vergüenza, apuro, lo que sea, porque eso es su voz. Las cosas que ustedes pueden ver como defectos, son sus virtudes. La virtud es un defecto potenciado (…) Fíjense muy bien, porque la juventud disfraza las virtudes de defectos”. “El deber primordial es saber la historia de este medio (cine) y conocer el idioma (…) La imagen es adjetivo y es verbo, el verbo es la acción, es lo que sucede; el adjetivo es cómo la califican ustedes con su lente, su diseño de producción, su vestuario su actuación, el ritmo y el flujo de la película”. VISITA AULA FICM Y DISFRUTA LAS DOS CLASES MAGISTRALES QUE OFRECIÓ GUILLERMO DEL TORO