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ENTREVISTA: Gabriela Martínez, colaboradora del FICM, participará como jurado en el 27° Festival Mix México

Aura Resendiz

Gabriela Martínez, editora web del Festival Internacional de Cine de Morelia (FICM), formará parte del jurado del 27° Festival Mix México: Cine y Diversidad Sexual, tendrá lugar a partir del próximo 7 de junio en distintas sedes de la Ciudad de México. Este año, el presidente del jurado será el programador maltés, Bartholomew Sammy, organizador del Teddy Award y Manager Programmer de la sección Panorama de la Berlinale; el productor guatemalteco Mauricio Escobar, productor de los filmes Cadejo Blanco y Cherri; el crítico de cine mexicano Carlos Bonfil; la doctora en Filosofía de la Ciencia y coconductora del programa Los 41 tropiezos de la heteronorma en México, Siobhan Guerrero, y nuestra colaboradora, quien además se desempeña como periodista cultural y locutora.

FOTO: Gustavo Ríos

Entre las obras que competirán esta edición por el Premio Mariposa del 27° Festival Mix México se encuentran: Almamula (Francia/Argentina, Italia, 2023), de Juan Sebastián Torales; Los agitadores (Argentina, 2022), de Marco Berger; Los chicos perdidos / El paraíso (Francia/Bélgica, 2023), de Zeno Graton, Mutt, (EUA, 2023), de Vuk Lungulox-Klotz; Nunca seremos parte (México, 2022), de Amelia Eloísa; Orlando: Mi biografía política, (Francia, 2023), de Paul B. Preciado; y Todos los colores del mundo entre el blanco y el negro (Nigeria, 2023), de Baratunde ApalowoLas películas en competencia se presentarán en funciones abiertas al público en el Cinépolis Diana y con la presencia del jurado

Por su parte, la sección SPOTLIGHT, dedicada al cine que retrata temas actuales, se exhibirá el largometraje Soy niño (Chile/Francia, 2022), de Lorena Zilleruelo, la cual sigue la historia de un joven que desde pequeño entiende su transexualidad y cuya transición es captada bajo el lente de la cámara de su prima. 

Durante más de 20 años, el festival, conocido por ser el pionero y más grande de su tipo en toda Hispanoamérica, ha dado espacio a obras tanto nacionales como internacionales que retratan temáticas LGBT+, además de ser un punto de encuentro entre especialistas y el público.

El Festival Internacional de Cine de Morelia (FICM) platicó con Gabriela Martínez, quien habló sobre la nueva edición del festival y el cine LGBT+ en el país. 

FICM: ¿Cómo te sientes de formar parte del jurado? ¿Qué te motivó a ser parte de él? 

Gabriela Martínez: La invitación surgió por Arturo Castelán, director del Festival Mix. Ya había trabajado con él el año pasado, un día me llamó para invitarme a formar parte del jurado y yo le dije que sí. Fue algo que me tomó un poco por sorpresa. Creo que es una gran oportunidad y me entusiasma colaborar con los otros miembros del jurado. Y sobre todo la programación, me emocionan los títulos que están en la competencia de esta edición. Hay varias películas que había estado monitoreando para otras cosas, que van a estar en esta edición del Festival Mix y que tengo muchas ganas de ver. Básicamente esa fue mi motivación, que es una oportunidad importante, es un festival al que aprecio mucho porque me ha dado oportunidades y esta es una de ellas. 

FICM: ¿Qué consideras qué hará diferente a esta edición del Festival Mix?

GM: Muy buena pregunta. Yo creo que, considerando este contexto en el que estamos donde abundan los discursos de odio, sobre todo en contra de las personas trans, la proyección de Soy niño, de Lorena Zilleruelo, será muy importante, pues es lo que deberíamos estar haciendo: escuchar a las personas trans hablar de sus vivencias para entender por qué dar lugar a los discursos de odio sí puede llegar a afectar la vida de otras personas. No es nada más una opinión lanzada al aire en Twitter o en cualquier red social, sino que de verdad están vulnerando los derechos de otras personas, están vulnerando su derecho a existir y a vivir con total normalidad. Creo que eso es lo que más me entusiasma de esta edición. Pienso que es una gran oportunidad para visibilizar, sobre todo, a este sector del que mucha gente opina, pero nunca se detienen a escuchar lo que ellas, ellos y elles tienen que decir. 

FICM: ¿Qué papel juega el Festival Mix en la visibilización de la comunidad LGBT+, la vida con VIH y la política sexual?

GM: Creo que ellos han estado muy conscientes de que ese es su papel, no por nada este 2023 cumplen 27 años. Pienso que siempre han tenido en mente que este es un espacio donde tienen la posibilidad de hablar de esas problemáticas y de visibilizarlas. Me parece que siempre han estado muy abiertos a las propuestas, a los comentarios de la misma comunidad. Entienden muy bien el alcance del cine, el impacto que pueden tener al presentar ciertas historias.

Lo que más me gusta de este festival es que es diverso en cuanto a su competencia. No nada más es una competencia nacional, sino que son títulos de muchos países y eso también te da la posibilidad de ver la situación de la comunidad LGBT+ en todo el mundo, pues es distinto. La violencia que se vive en México no va a ser igual que la que se vive en Europa, África o en cualquier otro lugar, todos tienen experiencias distintas porque sus sociedades van cambiando de forma diferente. Entonces, creo que eso es lo que más me llama la atención de cómo curan la programación de este festival, es muy diverso y tratan de abordar los contextos políticos.

FICM: Como parte del jurado, ¿a qué tipo de dificultades crees que puedan enfrentarse a lo largo del festival?

GM: La verdad no lo sé. Pero me imagino que puede haber comentarios que puedan llegar a surgir desde la misma comunidad. Parece que dentro de la misma comunidad de pronto hay estos sesgos. Por ejemplo, algunos hombres gays tienden a ser a veces misóginos o transfobicos, aunque son parte de la misma comunidad, que como tal no existe. Yo diría que no existe una comunidad y eso podría detonar que haya comentarios, sobre todo por la presentación de títulos como Soy niño, pues además va a haber una mesa donde las personas trans van a poder hablar y compartir sus experiencias, vivencias, las violencias que viven.

Pero este tema está presente en general en toda la comunidad LGBT+, está dividida, todos tienen sus opiniones respecto a otras orientaciones, no solo es la transfobia y la misoginia, también existe la bifobia, por ejemplo, hay un montón de cosas, que me hacen dudar que exista una comunidad, y yo creo que ahí podría haber un tema. No sé, siempre va a haber alguien que no va a estar de acuerdo y que va a aprovechar la oportunidad para decirlo, pero eso no quiere decir que una institución como el Festival Mix no tenga esa postura, esa fortaleza de decir: "yo voy a dar espacio para que las personas hablen". Porque justo, algo que dije en la conferencia de prensa, es que las mismas personas ya tienen su voz. No hay que buscar darles voz, porque ya la tienen, simplemente es cuestión de que ellos, ellas y elles ocupen los espacios que ya existen para que puedan hablar y compartir sus experiencias. 

FICM: ¿Cómo ha ido cambiando el cine LGBT+ en México y Latinoamérica?

GM: Apenas la semana pasada platicaba con Arturo, porque Pablo Rendón y yo tenemos un programa en Código 21, y platiqué con él sobre ese tema porque me parece que él es quien tiene más autoridad para responder esa pregunta. Algo que me gustó que dijo fue que pareciera que el cine LGBT+, al menos aquí en México, toma muy pocos riesgos. Él habló de cómo la estética del cine experimental puede ser lo que más se adapta a las vivencias de la comunidad, porque es muy diverso, puede representar lo que es fluir en tu sexualidad. Eso me pareció muy interesante porque gran parte del cine LGBT+, pues a veces juega, intenta meterse a esos terrenos más experimentales, no tan lineales en su narración; sin embargo, en México pocas veces se toma ese riesgo. Al mismo tiempo el público está interesado en tener nuevas propuestas, un cine más arriesgado, y justo algo que decía Arturo Castelán es que es importante que los cineastas se arriesguen a hacer cosas distintas. 

Hablamos de una película francesa que se llama Los chicos salvajes (2017), de Bertrand Mandico, pues es el ejemplo perfecto de eso, incluso en su propuesta estética es distinta, es muy experimental. Los dos coincidimos en que hace falta ver y hacer más cine de ese tipo, más arriesgado, particularmente en México.