Pasar al contenido principal

Entrevista: EXTINCIÓN DE LA ESPECIE, de Nicolasa Ruiz y Matthew Porterfield, una mirada al fin del mundo

Extinción de la especie cuenta la historia de Esther, una joven de 18 años del norte de México que se despierta en la Ciudad de México abrumada y sola. Deambulando por las calles en busca de trabajo, intenta conectarse con un joven repartidor a quien sigue discretamente hasta la casa de una mujer misteriosa. Allí encuentra un alma gemela y un compañero para el fin del mundo. 

Con esta historia, los directores Nicolasa Ruiz y Matthew Porterfield, fueron seleccionados para participar en la función especial que el Festival Internacional de Cine de Morelia (FICM) tiene anualmente fuera de competencia en la Semana de la Crítica, gracias a la sólida alianza que ha brindado la oportunidad a más de 50 cineastas mexicanos de mostrar su trabajo en Cannes. 

El FICM tuvo la oportunidad de platicar con los directores, quienes nos compartieron parte del proceso de realización de este trabajo que formó parte de la Selección Oficial del 21er FICM, así como sus expectativas en torno a esta oportunidad.

Extinción de la especie (2023, Dir. Nicolasa Ruiz, Matthew Porterfield)

FICM: ¿Cómo surgió la idea para este cortometraje?

Matthew Porterfield: Originalmente, cuando nos preguntamos sobre hacer algo, fue como una propuesta única. Pensamos en hacer algo sobre la Ciudad de México. Y obviamente, este era un gran objetivo. Entonces, para mí, fue muy importante hacer este cortometraje, que es solo mi segundo en México, con una directora mexicana. Así que invité a Nico a colaborar y en ese momento comenzamos a hablar sobre ideas entre los dos. Estábamos interesados en explorar la experiencia de alienación cuando una persona vive en una ciudad tan grande, ya sea de otro país, ciudad o región en México. En este caso, se trata de una chica norteña. Nico y yo nos conocimos originalmente en Tijuana. Entonces, compartimos esta experiencia y fue el punto de partida para crear un personaje norteño de Tijuana que explora esta gran ciudad por primera vez. Luego vimos muchas películas, hablamos sobre locaciones y otros actores, y decidimos que queríamos trabajar con la actriz Karen Furlong. Ella fue la primera pieza del proyecto. Después vinieron las locaciones, pero no teníamos mucho tiempo para hacer la película. Tuvimos dos semanas para escribir y cuatro días para grabar. Fue todo muy rápido, muy instintivo y reflexivo. ¿Qué opinas, Nico?

Nicolasa Ruiz: Sí, igual. El festival Black Canvas invitó a Matt para hacer este cortometraje y luego me invitó a mí para codirigir. Fue un proceso de dos semanas, realmente, de estar escribiendo y lanzando ideas. Pensábamos, bueno, si la pauta es Ciudad de México, nosotros apenas nos acabamos de mudar aquí desde Baltimore, de donde es Matt, y yo desde Tijuana. Entonces, se trataba de explorar esta experiencia de vivir en una ciudad tan enorme e intimidante desde la perspectiva de alguien que viene de una ciudad más pequeña y fronteriza. Como siempre digo, en Mexicali todo es plano, no hay grandes edificios. Estar en la Ciudad de México, casi siempre encerrada en un departamento rodeado de edificios, crea una sensación de encierro, de alienación. Pensábamos que el personaje de Karen sería esta chica que acaba de llegar a la ciudad, buscando una conexión humana, buscando personas con quienes coincidir y entablar relaciones. Pero las relaciones siempre son complicadas. Entonces, ella empieza a seguir a estos personajes y todo parece más una coreografía que una historia lineal. Es una experiencia más coreográfica, de sentirse alienado y actuar por impulso, viendo a dónde te llevan estos lugares.

Extinción de la especie (2023, Dir. Nicolasa Ruiz, Matthew Porterfield)

FICM: ¿Cuáles fueron las referencias visuales para el corto?

NR: Principalmente Permanent Vacation (1980), de Jim Jarmusch y After Hours (1985), de Martin Scorsese. También, Arrebato (1979), de Iván Zulueta. Es una de mis películas favoritas. Zulueta, este director español, casi siempre hizo video experimental y a mí me encanta su trabajo en diseño y moda. Pero esta película tiene una sensación de suspenso constante. Los personajes son muy claros y hay un gran desarrollo de personajes. Aunque nosotros no tuvimos tanto tiempo para desarrollarlos, queríamos transmitir esa sensación de que algo va a pasar. La película te mantiene curioso sobre lo que está a punto de suceder. Los diálogos entre los personajes son increíbles, y eso era algo que también queríamos reflejar, esa sensación de estar siendo observado o de observar algo, el suspenso.

FICM: ¿Cuáles son sus expectativas al llegar a la Semana de la Crítica?

MP: Bueno, no puedo ir, estoy un poquito triste, pero estoy muy emocionado por la selección. Gracias. ¿Tú qué piensas, Nico? Porque tú sí puedes ir a Francia.

NR: Sí, yo sí voy a ir. Estoy muy emocionada de poder asistir al festival. La invitación de la Semana de la Crítica y de Morelianos nos tomó por sorpresa. Fue increíble poder ser parte de esa selección, junto a otros dos trabajos que también me encantan y que recibieron premios el año pasado en Morelia. Mi expectativa es seguir conociendo a otros directores mexicanos. Nunca he ido a Francia, menos a Cannes, pero como cineasta es una oportunidad increíble. Cuando recibí la noticia, supe que tenía que hacer el esfuerzo por ir, llevar nuestro cortometraje y ver mucho cine. Estoy emocionada por la selección hasta ahora y tengo muchas ganas de ver películas, hablar con otros directores y compartir la experiencia de hacer cine, especialmente en México.

Extinción de la especie (2023, Dir. Nicolasa Ruiz, Matthew Porterfield)

FICM: ¿Cómo definen la experiencia de hacer cine en México?

MP: Siento que apenas estoy empezando a hacer cine aquí, pero durante muchos años he admirado el cine mexicano. Me gusta mucho. Hay muchos directores, productores y artistas trabajando en el cine. Estoy muy emocionado de estar aquí, para mí es una oportunidad de explorar y conocer más el país a través del proceso de hacer cine. Es una gran oportunidad y hay mucho talento aquí. Estoy feliz de haber recibido apoyo para mi primer largometraje mexicano y espero que podamos hacer algo otra vez en Tijuana el próximo año.

NR: En mi caso, ha sido una locura, pero una locura muy bonita. Poder hacer cine con amigos es algo que me gusta mucho. Me interesa hacer cine con un enfoque más reducido, menos aparatoso. Creo que eso es un reto que nos pone este país, pero también es emocionante aceptar ese reto y ver qué otras maneras de hacer cine son posibles. No siempre tienen que ser megaproducciones. Ahora estoy produciendo la película de una amiga, Luna Escoto, y estoy muy emocionada de hacer esa película este año. Ojalá todo salga bien. Luna hace un tipo de cine que me interesa mucho, más libre, experimental, que desafía la narrativa lineal y los formatos tradicionales. Me emociona continuar haciendo ese tipo de cine aquí, con personas que admiro, quiero y respeto. He hecho muchos amigos en el camino con quienes sigo colaborando, y eso es muy gratificante. Además de los retos que hay en el país, está la emoción de seguir haciendo conexiones y conociendo gente con la que me siento alineada en ideas y perspectivas sobre hacer cine.