Pasar al contenido principal

Entrevista a Michael O’Shea en el 14º FICM

Michael O’Shea asistió la 14ª edición del Festival Internacional de Cine de Morelia (FICM) a presentar su ópera prima The Transfiguration (2016), una inusual historia de vampiros que formó parte de la sección Un Certain Regard en el Festival de Cannes. En una entrevista durante el FICM, O’Shea habló de la sorpresa de ser seleccionado en Cannes, la importancia del maquillista de películas de terror y sobre el tipo de películas que le gustaría hacer en el futuro.

michael-o-sheaTras el éxito de The Transfiguration, en la sesión de preguntas y respuestas después de la función en el 14º FICM, mencionaste que harías cualquier película que te paguen por hacer que te guste. Mi pregunta es: ¿qué te gusta?

Bueno, ahora tengo un agente. Me mandó una película de acción y ciencia ficción, le respondí que la haría si pudiera quitar toda la acción y que los personajes sólo hablaran; luego la especie humana moriría [se ríe]. Sí, no me van a dejar hacer eso. Pero el truco es “si me gusta”, sabes, tengo mi propia manera de hacer las cosas.

Y te vas a mantener fiel.

Sí, soy viejo y la ventaja de ser viejo es que estás hecho a tu manera. Voy a hacer las películas que quiero hacer. Esperé tanto tiempo para hacer mi primera película que puedo esperar una vez más.

¿Cómo terminó The Transfiguration en Cannes?

Mandamos un DVD y 60 dólares. No teníamos compañía distribuidora ni agente de ventas ni nadie que nos hiciera campaña, sólo mandamos la película y no teníamos ninguna expectativa de entrar. Y fue como ganar la lotería, pero mejor que ganarla, porque es algo que yo hice, que me gané, así que fue la pura euforia cuando supimos que habíamos sido seleccionados. Nos enteramos dos días antes de la conferencia de prensa. No teníamos idea. Y aún no lo creíamos, estábamos viendo la conferencia de prensa, esperando, porque yo aún no creía que iba a suceder, luego dijeron nuestro nombre y me dio tanta emoción. Fue increíble.

¿Cómo fue recibida la película en Cannes?

Recibimos una ovación de pie. Que, de nuevo, fue increíble. La ovación de pie en el Debussy, que es un auditorio para como mil 200 personas. Siempre será el momento más increíble de mi vida.

Bueno, eso no lo sabes.

No lo sé, pero por ahora está bastante bien. Un amigo me tomó una foto durante la ovación de pie y me veo como “wow”, como un idiota.

Creo que eres un poco engañoso porque The Transfiguration se presenta como una película de vampiros y cuando vi a la gente haciendo una fila enorme para entrar a la sala en Morelia, pensé “claro, a todos nos encantan los vampiros”. Pero después de verla, me pregunto, ¿es realmente una película de vampiros?

Apuesto que será difícil de vender. Por suerte ese no es mí problema [se ríe]. Pero imagino que será una película complicada de vender porque no quieres revelar demasiado pero tampoco quieres que el público se decepcione.

Tenía la intención de preguntarte si seguirás haciendo películas de género, pero ahora no estoy segura.

Bueno sí, de hecho sí. Seguiré haciendo películas de género, que toman ideas del género y luego sólo pensar en ellas, en lugar de hacer películas de género tal cual. Me gusta señalar que en esta película asesino a alguien cada 20 minutos. Y las tres personas que eran más importantes para mí, los contraté incluso antes de tener el dinero: el maquillista, Eric [Ruffin] (el protagonista) y mi director de fotografía [Sung Rae Cho]. Los dramas no contratan al maquillista de efectos de terror en primer lugar, pero yo contacté a Brian [Spears] porque era muy importante para mí. Así que en ese sentido es una película de terror, porque lograr que la sangre se viera bien era muy importante.

Pero sigue siendo un drama social.

Sí, absolutamente.

Tu protagonista es increíble, ¿podrías hablarme más de él?

Es genial. Las personas piensan que no son actores, lo cual, de cierto modo, es el mejor cumplido. Sabía que la película sería sobre el efecto Kuleshov, que es algo que aprendes en la escuela de cine en donde sólo muestras un rostro inexpresivo y luego comida y la persona que lo ve piensa “ah, tiene hambre”, y después muestras un rostro inexpresivo y un ataúd y el espectador piensa “ah, se ve tan triste”. Sabía que eso es lo que yo estaría haciendo en la película, buscaba una gran cara a la que el público tratara de leer. Y el momento en el que vi el rostro de Eric supe, es él, es perfecto.

 Ahora que estás haciendo muchas entrevistas y acabas de salir de la sesión de preguntas y respuestas, ¿hay algo que creías que te íbamos a preguntar y que no te hemos preguntado?

No. No sé lo que me van a preguntar, siempre es aterrador para mí, no se qué va a pasar. Ahora conozco algunas preguntas comunes, pero nunca sé que viene hacia mí. Pero me encanta hablar de la película, amo la película, así que cualquier pregunta sobre la película me hace feliz.

Espero que esta entrevista te haya hecho feliz.

Lo hizo, ¡estoy sonriendo!