11 · 04 · 13 Presentación de ganadores del 11º FICM en la Ciudad de México Share with twitter Share with facebook Share with mail Copy to clipboard Este fin de semana en la Cineteca Nacional y en Cinépolis Diana, algunos representantes de las ganadoras del 11º FICM asistieron a las funciones de sus películas para intercambiar ideas con el público y responder a sus preguntas. En la Cineteca Nacional, Nuria Ibáñez presentó El cuarto desnudo, Mejor Largometraje Documental del 11º FICM, situado en un hospital infantil en la Ciudad de México. La directora reveló que desconocía el tipo de historias que se iba a encontrar antes de filmar: “Para mí El cuarto desnudo era un proyecto sin discurso... un proceso de descubrimiento personal”. También habló de su intención de darle voz a los niños internados: “El hecho de que la cámara se borrara en mi película tenía que ver con la necesidad de los niños de ser escuchados”. Respondiendo a una pregunta del público, Ibáñez compartió que no se enfrentó con problemas legales al momento de filmar, pues contaba con todos los permisos necesarios, sin embargo, procuró seguir una cuidadosa línea ética: “Mi línea ética, distinta a la legal, consistió en hacer un retrato que no vulnerara su dignidad”. El ganador de Mejor Largometraje Mexicano del 11º FICM, Workers de José Luis Valle, también se mostró el fin de semana. En la función de la Cineteca Nacional estuvieron presentes el asistente de dirección, Jonathan Hernández, y el gerente de producción Alejandro Sánchez de la Peña. Revelaron que la historia de Rafael Heredia está basada en una anécdota real, de un conocido de la familia del director, y que la historia de la Princesa se creó a partir de una nota de periódico de un caso similar en Alemania. Hernández compartió un poco sobre el estilo de las interpretaciones en Workers: “Pepe siempre estuvo interesado en que fueran de Tijuana, siempre estuvo interesado en que fueran actores no reconocidos. Casi todos los actores que ven ahí son de trayectoria de teatro, así que Pepe trabajó mucho con ellos en llevarlos al tono que quería en la película, un poco más contenido. Fue una inquietud de Pepe tratar de elegir a actores un poco más cercanos a los personajes que tenía en mente. Buscaba un tono documental dentro de la ficción.” A la función de cortometrajes ganadores del 11º FICM en la Cineteca Nacional asistieron Lubianca Durán y Santiago Ortiz-Monasterio, directora y productor de Tiempos Supermodernos (Mejor Trabajo de la Sección Michoacana); y Pedro Hernández, actor de La banqueta (Mejor Cortometraje de Ficción). Los participantes compartieron la experiencia de hacer cine independiente. Pedro Hernández contó: “Echamos a andar el corto entre nosotros: los tres actores y la directora. Teníamos tiempo, queríamos decir algo y nos juntamos. Aprovechamos las condiciones que teníamos, se grabó afuera de nuestra casa con equipo que teníamos de fotografía, se rentó iluminación y prácticamente fueron colaboraciones de todos. Tanto en pre-producción como en post-producción. Afortunadamente nos ha ido bien y es un trabajo que queremos mucho.” Lubianca Durán compartió: “En nuestro caso el corto se hizo sin nada de apoyo. Comenzó porque un amigo me dijo ‘bueno Luba tu escribe el guión y yo pongo el dinero’. Lo fuimos creando juntos y ya teníamos rodado un cartucho de súper 8 y lo revelamos en una cubeta en casa de una persona que no conocíamos. Todo esto nos costó casi nada y después gracias a Santiago pudimos conseguir apoyo para la postproducción y pudimos terminarlo en 35mm. Fue algo que comenzó muy caseramnete, sin locaciones, todo está creado en un set.” La última función del domingo en la Cineteca Nacional fue la película ganadora del Premio Guerrero de la Prensa, del Premio del Público y de Mejor Primer o Segundo Largometraje en el 11º FICM: La jaula de oro, de Diego Quemada-Diez, la cual fue presentada por el director. En la sesión de preguntas y respuestas, que duró más de una hora, Quemada-Diez explicó: "El cine tiene un recurso poético que genera un estado diferente y que no es expresado con palabras". El director también habló sobre el proceso de creación de la película: “Todo lo que se ve en La jaula de oro viene de las anécdotas y de la realidad de los actores… pese al plan de años, fue un proceso de improvisación donde dábamos libertad de expresión a los actores… Los actores no conocían el guión, lo iban descubriendo en el proceso”. Además, Quemada-Diez hizo énfasis en el objetivo político y social de La jaula de oro: "Quería desmitificar y romper en pedazos la realidad del sueño americano… quería generar reflexión en líderes y en todos nosotros sobre el absurdo de las fronteras… Con La jaula de oro quise dar voz a quienes no la tienen”.