06 · 29 · 23 Carmen Sevilla en México: GITANA TENÍAS QUE SER Share with twitter Share with facebook Share with mail Copy to clipboard Rafael Aviña "Empecé a trabajar muy jovencita, con trece años…con Estrellita Castro como bailarina… Ella fue mi madrina artística, fue la que me enseñó a querer y respetar al público. Ella poco a poco me fue destacando, hasta que me hizo cantar por primera vez. Fue en el teatro cómico de Barcelona y me dijo que tenía que cantar y no bailar, porque cantando ganaría dinero y bailando, no…En 1948 me hicieron las pruebas para la película Jalisco canta en Sevilla…Pensé que me darían un papelito y me dieron la protagonista al lado de Jorge Negrete…la estrellita la tuve desde el primer momento…”. Éste pasado 27 de junio murió a los 92 años la andaluza María del Carmen García Galisteo, mejor conocida como Carmen Sevilla (1930-2023), cuyo nombre artístico lo tomó de su ciudad natal. Actriz, cantante, bailarina, presentadora de televisión, en particular del popular programa cinéfilo Cine de barrio, Carmen, quien fuera conocida como “La novia de España” y más tarde como “Carmen de España”, dueña de un rostro bellísimo, de enorme gracia y saleroso talento, filmó con importantes realizadores ibéricos como Florian Rey, Juan de Orduña o Juan Antonio Bardem, y protagonizó algunos títulos imprescindibles de la cinematografía de su país: Violetas imperiales, La fierecilla domada, La venganza o El techo de cristal. Carmen Sevilla Carmen llegó a Hollywood con Rey de reyes, de Nicholas Ray, una película rodada en España con Jeffrey Hunter como una suerte de Cristo rebelde sin causa y ella en el papel de María Magdalena. A su vez, trabajó en Pan, amor y Andalucía, de Vittorio de Sica. No obstante, el impulso de su carrera se inicia justo cuando estelariza junto a Jorge Negrete Jalisco canta en Sevilla (1948), de Fernando de Fuentes. Era la historia de Nacho Mendoza, un charro mexicano y su ayudante Nopal (Armando Soto La Marina "El Chicote"), quienes, arruinados por el juego, llegan a Sevilla con la intención de cobrar una herencia que casi pierden por confusión de nombres y reciben la ayuda de un torero retirado (Jesús Tordesillas) y su hija Araceli. Se trataba de la primera coproducción entre España y México y el debut oficial de la muy bella Carmen Sevilla, que un año antes había aparecido sin crédito en una brevísima participación en Serenata española (1947). Al inicio de los años cincuenta, la pareja formada por los guionistas Janet y Luis Alcoriza, escribirían algunos argumentos para el ídolo de moda, Pedro Infante, y el primero de éstos sería Gitana tenías que ser (1953), en colaboración con los escritores Ramón Obón y Fernando Galiana, y dirigida por Rafael Baledón; una comedia muy divertida inserta en el tópico del cine dentro del cine. El productor que encarna Carlos Múzquiz, discute con José Jasso, realizador, y Pedro de Aguillón, agente publicitario, sobre quién será la coestrella de la cantante española Pastora de los Reyes (la mismísima Carmen Sevilla), contratada para filmar una comedia ranchera en nuestro país. “Jorge Negrete…No, es casado. ¿Abel Salazar? Está muy prieto –dice Jasso-. Más blanquito, más blanquito. Ya. Ya lo tengo: un ídolo internacionalmente famoso, admirado por las mujeres, envidiado por los hombres. Genial ¡Agustín Lara!... Bueno pero no es para tanto, con un sombrerito de charro, una pistolita… ¿Y Antonio Badú?” “Dije Charro…Charro. Charro…”. Por ello, se lanzan a la Plaza Garibaldi, para buscar a un mariachi gallardo y típico y dan entonces con Pablo Mendoza (Infante), quien canta enfundado en un traje de charro y le ofrecen el papel, al tiempo que se arma una enorme trifulca. Por supuesto, entre Pablo y Pastora, más tarde van a surgir una serie de malentendidos muy divertidos como los que tienen lugar en el viejo aeropuerto capitalino donde Pablo se va a resbalar en una gran mancha de aceite, mientras esperan la llegada de la actriz y en la zona de Teotihuacán, donde filman escenas de la película. Hay una gran serenata en el Tenampa con Infante y Sevilla entonando el tema Guadalajara y más adelante canciones como Cielito lindo, Que me toquen las golondrinas y Piel canela. Eulalio González "Piporro" y Roberto G. Rivera, futuro realizador de El mil usos (1981), aparecen como mariachis y Ángel Garasa, Florencio Castello y Estrellita Castro interpretan a los simpáticos sevillanos que cuidan a la sensible Pastora, con un espléndido final romántico. Otras participaciones de Carmen Sevilla en nuestro cine o con actores nacionales serían Reportaje (1953), de Emilio Fernández, armada por breves viñetas, a partir de una situación muy simple. El dueño de un periódico (Arturo de Córdova), ofrece un bono de diez mil pesos a aquel reportero que traiga el mejor reportaje la noche del 31 de diciembre, en una película que intentó convertirse en un gran homenaje al periodismo mexicano. Entre ellas, una historia de corte sobrenatural y lacrimógena con Pedro Infante como empresario millonario y Carmen Sevilla como su novia. En La guerrillera de Villa (1967, dir. Miguel Morayta) con José Elías Moreno como el caudillo, aparece de nuevo Sevilla y Julio Alemán, en un relato ambientado en 1913 y finalmente, trabajaría con Jorge Rivero en la producción española Beatriz (1976), de Gonzalo Suárez.