05 · 23 · 23

Ciencia, cine y realismo mágico: Entrevista a Alexis Gambis, director de HIJO DE MONARCAS

Gabriela Martínez

Gabriela Martínez

Hijo de monarcas, la más reciente película de Alexis Gambis, se centra en la historia de Mendel (Tenoch Huerta), un biólogo mexicano radicado en Nueva York regresa a su ciudad natal, situada en los majestuosos bosques de mariposas monarca de Michoacán. El viaje lo obliga a enfrentar traumas del pasado y reflexionar sobre su identidad híbrida, desencadenando una metamorfosis personal y espiritual.

La película que tuvo su estreno en el 18° Festival Internacional de Cine de Morelia (FICM) (2020) llegará a salas de cine mexicanas este 25 de mayo, luego de una exitosa gira en festivales donde fue acreedora a diversos premios como el Alfred P. Sloan del Festival de Cine de Sundance (2021), donde tuvo su estreno internacional.

El FICM tuvo la oportunidad de platicar con el director, quien habló de sus motivaciones para realizar esta película, su acercamiento a la cultura mexicana 

FICM: Hijo de Monarcas es la continuación de trilogía de cortometrajes The Monarch Triptych, ¿de donde surgió la idea de hacer estos trabajos como metáforas de la migración?

Alexis Gambis: Sí. Justamente uno de los cortos se presentó en Morelia, Los mimos monarcas en 2018. Siempre que hago largometrajes, me gusta hacer el corto, como forma de experimentación, para explorar un poco los temas de la película.

Yo siempre tuve esa idea de la metamorfosis, de los problemas del mundo en torno al cambio climático, sobre la muerte, pero desde el punto de vista de la mariposa monarca. Cada corto es un tipo de metamorfosis. Es un cuento compuesto por tres más breves. En el en el corto Mi hermano (2018), por ejemplo, cuento la historia de un de un niño que está esperando a su hermano, espera que vuelva como mariposa monarca, pero nunca llega. Los mimos monarcas es la historia de dos payasos que son monarcas que llegan a Michoacán y que toman venganza sobre la humanidad porque están maltratando a las mariposas, son una pareja que están enojados con el mundo.

Soy franco-venezolano y realizar esos cortos me permitieron integrarme un poco más con la con la comunidad para entender un poco su dinámica, porque pude hablar con mucha gente. Hice una especie de trabajo documental, por eso en mi trabajo hay una fusión entre el documental y la ficción.

FICM: Precisamente algo que me llamó la atención es tu cercanía con la cultura mexicana.

AG: Si, bueno, tengo una formación como biólogo antes de hacer cine y me interesa mucho esa relación que hay entre los los humanos y los animales, y creo que lo que me llevó a México fue justamente la metáfora, el simbolismo en torno a la mariposa monarca. La monarca representa muchas cosas, representa la cultura mexicana, también representa la emigración. Representa también el ritual.

Yo creo que en cada película que hago siempre hay un animal que es como el enfoque de la película. Mi primer largo, por ejemplo, fue con moscas. Era una película sobre un laboratorio donde trabajan con moscas, se llama El cuarto de la mosca (2014), y es la historia de una niña que pasa un día con su papá en un laboratorio de moscas. Como de Franz Kafka con un poco de David Cronenberg, el papá se convierte en mosca. Entonces, siempre está ese aspecto de la transformación.

Cuando empecé a estudiar un poco la monarca y, obviamente, la migración y el hecho de que la mariposa no tiene fronteras, también me di cuenta de que está en peligro por cuestiones de deforestación, entre muchas otras cosas que están pasando. Todo eso me llevó a México a contactar a la gente de los santuarios.

Mi trabajo es hacer realismo mágico combinado con el documental y temas de ciencia, nuestra relación con la ciencia y con los animales. Así me relacioné con el significado de la mariposa monarca el Día de muertos, hay muchos rituales, bailes y ceremonias en torno a la monarca y la muerte, pues la mariposa representa las almas de los muertos que llegan.

El viaje de esta película empezó en Morelia. El estreno mundial de la película fue en el FICM, pero fue durante la pandemia. Entonces, obviamente nadie estaba solo, solo las monarcas estaban ahí para presentar la película, porque el festival ocurre en el momento en el que llegan las mariposas. El Festival de Morelia ha sido una parte importante del viaje, del trayecto de esta película. Así que gracias por todo.

FICM: ¿Consideras que la ficción te da mayor libertad para hablar de ciencia y cine, de combinar ambas disciplinas, en comparación con el documental?

AG: Siento que debido a mi formación de biólogo, pienso que es importante incluir en el discurso científico el poder soñar, tener sueños, y siento que la ficción nos permite hablar no solo de lo que está pasando en el mundo, sino también tener un poco de esperanza. Cuando uno está estudiando una monarca, las imágenes te llevan a la ficción. Y para mí es muy importante porque la ciencia tiene un aspecto emocional subjetivo. Mis películas van del documental con elementos de ficción y a veces también ciencia ficción, realismo mágico. Me gusta jugar con ese discurso.

FICM: ¿Cómo fue la elección del casting para esta película?

AG: La elección del casting fue a través de esos cortos que yo hice durante durante varios años, empecé en 2017. La primera persona que conocí fue Tenoch Huerta, a través de una amiga, y hablamos de ciencia, de la genética, de la evolución y poco a poco se fue armando el casting. No solamente con el apoyo de Tenoch, había algunas personas que yo ya conocía, por ejemplo Lázaro Gabino Rodríguez

Porque es una película que habla de una región que no es la Ciudad de México, es Michoacán, y también habla de migración, no solamente el hecho de ir a los Estados Unidos, de una migración cíclica, de ir y volver. También habla de la identidad, de dónde somos, a dónde vamos, que regresamos a nuestras raíces. Y creo que eso les interesó a los actores.

Noé Hernández también, por ejemplo, él está muy implicado un festival de medio ambiente y el trabajo en el campo. Siento que los temas de la película como que llamaron la atención al casting. Fue como una gran familia y lo lindo de la película es que muchos de los actores se conocen de toda la vida real. Paulina Gaytán y Tenoch han trabajado juntos varias veces, también Tenoch y Lázaro. Así que había como esa simbiosis entre todo el mundo y esa complicidad que que fue como magia.

FICM: Y en cuanto a producción, ¿qué tan complicado fue filmar esta película?

AG: Fue complicada, pero todo el mundo estaba muy apasionado con la película. Bueno, filmamos en dos países, filmamos en Nueva York en enero, fue justo antes de la pandemia. Era una película independiente que parecía difícil de lograr porque, cuando lees la película, es como metamorfosis. Hay un momento donde el personaje se convierte en mariposa. O sea, había cosas como que eran difíciles de imaginar cómo hacerlas con bajos recursos. Empezamos con todas las escenas en Nueva York y después filmamos en los santuarios y en Michoacán. Yo creo que lo lindo es que el equipo y los actores, todo el mundo estaban muy unido y siempre con esa fascinación con la monarca.