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Presentación de la MEMORIA ECAMC en el 22º FICM

Como parte de las actividades de la 22ª edición del Festival Internacional de Cine de Morelia (FICM), el Estímulo a la Creación Audiovisual en México y Centroamérica para Comunidades Indígenas y Afrodescendientes (ECAMC) presentó el libro Memoria ECAMC, el cual recopila los trabajos realizados en estos primeros seis años del programa creado en 2019 por el Gobierno de México y la Secretaría de Cultura a través del Instituto Mexicano de Cinematografía (IMCINE).

La presentación del libro estuvo acompañada por un conversatorio en el que participaron Yolanda Cruz, Celina Yunuen, Pablo García Morales y Salvador Martínez, quienes junto a Mónica Luna, directora de vinculación regional y comunitaria del IMCINE, ahondaron en la importancia de la creación de este estímulo que ha buscado acompañar y fortalecer a cineastas de pueblos originarios y comunidades afrodescendientes.

Dentro de la Selección Oficial de la 22ª edición del FICM, se encuentran seis proyectos a cargo de personas que previamente han recibido el apoyo del ECAMC. Las películas de Yolanda Cruz (La raya) y Salvador Martínez (Tzofo) forman parte de la Sección de Largometraje Mexicano.

Pablo García Morales, coproductor de Chicharras, habló respecto a la experiencia de filmación de la película dirigida por Luna Marán: “La producción fue una experiencia muy especial, nace en una asamblea y fue muy bonito ver el involucramiento de la comunidad”. Con el apoyo del ECAMC “no solamente se ha abierto la puerta a más producciones, sino también hacia la autorrepresentación”, agregó.

Celina Yunuen participó con su cortometraje La espera (2021) en la 19ª edición del FICM. La realizadora de origen purépecha mencionó la importancia de “celebrar una nueva forma de producción”. Salvador Martínez puntualizó respecto a la democratización en el acceso a las herramientas tecnológicas para que las comunidades puedan hacer cine con mayor facilidad.

Yolanda Cruz ha puesto particular énfasis en el tema de la preservación de la lengua a lo largo de su participación en el festival. El ECAMC ha ayudado en la realización de 68 películas que contienen 32 lenguas originarias. “Si queremos cambiar el futuro de nuestro país, este proyecto debe de reforzarse, creo que el mismo público lo va a pedir”, agregó.

“Este cine merece más espacios, merece que la gente lo conozca”, concluyó Mónica Luna.