03 · 10 · 21 Evita Muñoz "Chachita": The Little Girl Who Grew Up Share with twitter Share with facebook Share with mail Copy to clipboard Rafael Aviña A mediados de noviembre de 1940, época en la que era común asistir a la carpa impermeable en San Juan de Letrán y Arcos de Belén para admirar los Títeres Rosete Aranda, o al estreno en el Iris "Teatro de los éxitos" de Hacia otros mundos (1940, dir. King Vidor), Joselito Rodríguez dirigía El secreto del sacerdote, filmada en los paisajes de Amecameca, en Tlalmanalco, y en los extintos Estudios Azteca que abarcaban el espacio que hoy ocupa Plaza Coyoacán y el amplio estacionamiento del extinto Centro Bancomer. Esa película marcaba además el debut de una chiquilla a punto de cumplir los cuatro años que en breve haría llorar a miles de espectadores mexicanos: la afamada Chachita, que en créditos aparecía como Eva Muñoz, acompañada de Pedro Armendáriz, René Cardona y Arturo de Córdova… Y es que, en su etapa dichosa, el cine mexicano se apoyó en una pléyade de niños actores que aportaban el toque dramático y/o humorístico: pequeña carne de cañón melodramática en todo tipo de dramas y comedias urbanas o rurales. De aquella enorme bola de infantes destaca Evita Muñoz cuyo mote de Chachita lo obtendría en su segunda película: ¡Ay Jalisco no te rajes! (1941, dir. Joselito Rodríguez) al lado de Jorge Negrete y Gloria Marín, seguida de ¡Qué lindo es Michoacán! (1942), ópera prima de Ismael Rodríguez. Nacida en Orizaba, Veracruz, en noviembre de 1936 y fallecida en agosto de 2016, Chachita se convertiría en exclusiva de los hermanos Rodríguez, responsables de su estrellato. Así, aquella angelical y regordeta niña supo conservar más tarde su aura y simpatía en sus papeles de adolescente y de mujer madura, a lo largo de más de cincuenta películas. Lo sorprendente es que arrancó su carrera en la Época de Oro, trabajó con ahínco durante la decadencia de esta, logró destacar en el llamado periodo echeverrista y aún tuvo cabida en el nuevo milenio aportando su voz en Serafín, la película (2001, dir. René Cardona III) y en La familia del futuro (2007, Stephen J. Anderson). Debido a su gracia, picardía, desenvolvimiento en pantalla y naturalidad, protagonizaría en los años cuarenta: Morenita clara, La pequeña madrecita, ¡Qué verde era mi padre!, La hija del payaso, Yo vendo unos ojos negros y Chachita, la de Triana. Sin embargo, en 1947 se consagra y le roba cámara al propio Pedro Infante en Nosotros los pobres, de Ismael Rodríguez, en escenas como aquella en la que Pepe El Toro le rompe la boca de una bofetada, o donde insulta y luego pide perdón a la moribunda Carmen Montejo en el hospital donde fallece ésta y su abuela. De a poco, se trastoca en La hija de la otra (1950, dir. Vicente Oroná), en Los hijos de la calle (1950, dir. Roberto Rodríguez) se salva de morir quemada con plomo derretido por el villano Miguel Inclán y se convence de que Los pobres van al cielo (1951, dir. Jaime Salvador), en títulos que exponían sus dotes lacrimógenas. Eva Muñoz "Chachita" She won a second Silver Goddeess for her role in El barrendero (1982, dir. Miguel M. Delgado), the last film that Cantinflas starred in. The film, a comedy of double-entendre, Vedettes and exhuberent bodies, re-launched Chachita to stardom. She purposely made herself ugly in order to resemble the repulsive star of the popular comic books created by Joaquin Medía, to star in Hermelinda linda (1984, dir. Julio Aldama). Isamel Rodríguez once said about her: "A marvel as a child. She was in the spotlight. We went to Latin America and they would give us advances for her work. At this time she was more popular than Pedro Infante, than the Solers themselves…"