11 · 09 · 16 Entrevista a José María Prado en el 14º FICM Share with twitter Share with facebook Share with mail Copy to clipboard Ma. Cristina Alemán (@mcristina) José María Prado fue director de la Filmoteca Española durante 27 años pero su trabajo en esta institución comenzó mucho antes, cuando se incorporó a la filmoteca en 1976 como responsable de programación. A lo largo de su trayectoria, José María Prado ha hecho una labor incansable por la preservación, restauración y difusión del cine, razón por la cual recibió la medalla de la Filmoteca de la UNAM y el Ojo conmemorativo del FICM en la 14ª edición del Festival Internacional de Cine de Morelia (FICM). Después de su homenaje, José María Prado nos concedió una entrevista en la que compartió algunos logros de la Filmoteca Española, incluyendo su acervo accesible en línea, y sobre la importancia de los archivos fílmicos en general. ¿Cuál es el papel de una filmoteca? ¿El papel fundamental? Digamos que cada archivo tiene el suyo. Nuestro archivo, que es de ámbito nacional, tiene la misión de recuperar, conservar, restaurar, catalogar todo el patrimonio fílmico español, prioritariamente. Lógicamente tenemos fondos de otras nacionalidades, pero concentramos nuestra energía, nuestra responsabilidad, en el patrimonio español. Y no sólo es eso, sino difundirlo, para eso tenemos el Cine Doré que organiza entre cuatro y cinco proyecciones diarias. ¿Cómo ha cambiado el papel de las filmotecas a lo largo de su trayectoria? Básicamente es lo mismo. Es tratar de salvar el máximo de patrimonio. Hay que pensar que este patrimonio es bastante frágil, porque el siglo pasado todo el cine, hasta los últimos años, era en fotoquímico. El problema es la emulsión, uno tiene que crear las condiciones ideales de conservación, de temperatura, de humedad relativa, porque cada tipo de material precisa condiciones determinadas; si no se produce eso, la emulsión se va. Hay que pensar, por ejemplo, que del periodo mudo, que va hasta los años 30, dependiendo de cada país, no se conserva más del 15%. Esto no sólo es en España, es en Francia, en Estados Unidos, en todo el mundo. Y por eso es fundamental dotar a las filmotecas de medios, de tecnología, para poder abordar esa tarea tan importante que es localizar materiales que se dan por perdidos, recuperarlos, hacer investigación y darlos a conocer. Porque la idea de conservar algo es que sea accesible, que se pueda ver. Para eso el digital juega un papel fundamental. Es era una de mis siguientes preguntas, ¿cree que la preservación digital es la solución a la pérdida del material fílmico? Hay gente que piensa que cuando una película se digitaliza ya está preservada y para nada. Es muy costoso el proceso de conservar algo a través del digital. Nosotros tenemos materiales que tienen más de 100 años y lo que sí tenemos comprobado es que el material en fotoquímico, si está perfectamente conservado, no pierde la calidad. ¿Qué va a pasar con el digital? Nadie lo sabe. Pero el digital va a jugar un papel fundamental para la difusión del cine, es la forma de acceder ahora mismo. Eso no existía en el siglo pasado. El digital ha sido un paso fundamental en el mundo de los archivos y bueno, en el cambio de la sociedad, en todo. Y la necesidad de preservar es urgente. Es urgente porque el tiempo corre en contra. Es posible si uno se dota de medios y tiene la posibilidad de acceder a fondos que no están bien conservados. Nosotros a ese nivel estamos orgullosos porque pudimos concluir un proyecto que nació en los años 80: el Centro de Conservación y Restauración de la Filmoteca Española (CCR). Gracias a personas fundamentales como Alfonso del Amo, que es el verdadero ideólogo de la concepción de ese centro, lo logramos. Pero demoramos casi 25 años en ponerlo en marcha, fue muy complicado porque hace falta apoyo del gobierno para este tipo de cosas. Otra cosa de la que estamos muy orgullosos, hablando del tema digital, es que gracias a la Radio y Televisión Española (RTVE), con la que tenemos un convenio, hemos podido digitalizar aproximadamente 1,200 horas de NO-DO. Estos son los Noticiarios y Documentales que desde los años 40 hasta los 80 eran parte del aparato de propaganda franquista; eran 10 minutos que era obligatorio proyectar en todas las salas de cine antes de cada película. Y ese material es de un interés absoluto, porque es la sociología de nuestro país: el franquismo, todo el mundo del deporte, la tauromaquia, noticias del exterior, etc. Se hicieron como unos 4,100 NO-DO’s y gracias a nuestra colaboración RTVE hemos podido digitalizar algo de eso y se puede consultar ahora en red en una calidad extraordinaria. Además tenemos ahí películas emblemáticas que hemos restaurado como Un perro andaluz (1929, dir. Luis Buñuel), como la primera película sonora del cine español que se llama El misterio de la Puerta del Sol (1929, dir. Francisco Elías Riquelme), y películas de vanguardia españolas contemporáneas a Un perro andaluz. También hay material muy importante al que hemos dedicado mucho esfuerzo y energía, que es todo el material de la Guerra Civil Española. Hemos hecho un trabajo desde los años 80 de localizar todo aquello que no estaba en España y hemos podido recuperar más de 50 horas originales de documentos rodados durante la Guerra Civil Española y todo eso lo hemos puesto en la red. Cualquiera puede entrar al portal de la Filmoteca Española Online y ver este material. [El enlace es: http://www.rtve.es/filmoteca/] ¿Qué criterios se deben utilizar para restaurar y difundir una película? En difusión, sería complicado hablar de la política ahora, pero siempre queremos que haya la presencia de cine español, de cine de vanguardia, de clásicos del cine, de todo aquello que no está al alcance del repertorio comercial. Para restaurar, se analiza la situación, en qué momento se encuentra un material, si está súper dañado o no. No es fácil explicarlo en dos minutos, pero lógicamente privilegiamos el cine español, aunque tenemos restauraciones emblemáticas. Hemos restaurado cosas de F. W. Murnau, Fausto (1926), por ejemplo, y también una película que la gente no siempre sabe que es española que es Campanadas a medianoche (1965) de Orson Welles. La lista es muy larga. Y en cuánto a la conservación, ¿preservan todas las películas que les llegan? Claro. Lo debemos conservar, analizar, ver en qué estado está. Es muy complejo, pero nosotros tenemos interés por todo. Toda película documenta aspectos que son interesantes, sociológicos, arquitectónicos, etc. No entramos en una consideración de si una película es buena, si tiene calidad artística o no. Hay que preservar toda la memoria de lo que se ha filmado. ¿Incluso las películas caseras? También tenemos cantidad de películas caseras. Hemos recuperado material en diferentes áreas de España. Preservamos toda imagen registrada en soporte fotoquímico, ya sean soportes de 8mm, de 16mm, de 9.5mm. No descartamos nada. ¿Cómo es la relación del archivo con la comunidad académica? Tenemos una relación muy estrecha. Tenemos convenios con prácticamente todas las universidades en Madrid. Mi concepción de la filmoteca siempre ha sido como un centro abierto a la investigación y a la consulta. Y así funciona. Tenemos la biblioteca quizás más completa de cine en nuestro país, una fototeca, un servicio de documentación gráfica enorme de afiches, fotos, carteles, negativos, de casi un millón de materiales. Son muchas líneas de trabajo dentro de la casa y siempre realizadas por un equipo de profesionales, de gente muy solvente, muy comprometida, de la que yo he aprendido mucho. Estos reconocimientos que he recibido últimamente tienen que ser compartidos porque, aunque pongan el foco en mí, yo sólo he sido una pieza más del engranaje. Realmente la gente que ha hecho el trabajo son todo equipo de gente profesional con la que yo me he sentido tan orgulloso de trabajar.