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Cinco escenas de Hollywood que derraman miel

En mi experiencia hay dos maneras de enfrentar el Día de San Valentin. Hay quienes adoptan el plan escéptico, se quejan del tráfico y de la venta excesiva de globos, de chocolates y de animales de peluche. Otros se ponen la camiseta cursi con orgullo, reservan en su restaurant favorito y pagan lo que sea por una docena de rosas rojas. Este año he decidido unirme a las filas de los románticos incurables y presentar cinco escenas de Hollywood que derraman miel.

En The Notebook (2004) de Nick Cassavetes, Rachel McAdams y Ryan Gosling comienzan con un paseo en bote en un idílico lago lleno de patos y terminan besándose apasionadamente bajo la lluvia, ¿qué más se necesita?

El amor puede cruzar todas las barreras, incluso aquella entre la vida y la muerte. En esta escena de Ghost (1990) de Jerry Zucker, Demi Moore y Patrick Swayze abandonan una escultura a la mitad de su creación, pero inmortalizan una canción.

Romeo y Julieta son la pareja inseparable por excelencia. En la adaptación de Baz Luhrmann de la obra de William Shakespeare (1996), Leonardo DiCaprio y Claire Danes ilustran lo dulce que puede ser el amor a primera vista, sin importar sus trágicas consecuencias.

En Casablanca (1942), de Michael Curtiz, Humphrey Bogart demuestra que cuando uno ama a alguien a veces lo tiene que dejar ir. En esta escena no hay mucho contacto físico entre los enamorados, pero basta con un intercambio de miradas para decirlo todo.

El listado comienza y termina con un beso bajo la lluvia. Esta vez se trata de Audrey Hepburn y George Peppard en Breakfast at Tiffany's (1961), de Blake Edwards. Ella por fin descubre que no puede ser tan pragmática cuando se trata de elegir el amor, y corre para recuperar a su gato y a su hombre.

Los interesados en añadir más ejemplos a esta lista pueden comentar en la página de Facebook del FICM: ¿Cuáles son las escenas más románticas de Hollywood?