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El 22º FICM presentó una versión remasterizada de MATANDO CABOS, de Alejandro Lozano, a 20 años de su estreno

El 22º Festival Internacional de Cine de Morelia (FICM) celebró los 20 años de Matando Cabos (2004), con la proyección de una versión remasterizada de la ópera prima de Alejandro Lozano. En la función estuvieron presentes el director y Tony Dalton, coguionista y protagonista del filme.

“Las películas marcan vidas, y puede gustar o no, pero es el tiempo el que les da este estatus de culto, y eso es lo que vale la pena. Y 20 años después estamos aquí celebrando una de las películas más importantes de la industria mexicana de este siglo”, dijo el periodista Carlos Gómez Iniesta en la presentación de la película. 

“Si alguien es coguionista soy yo; Tony escribió esta película y tuvo este sueño de hacer una película del cine que queríamos ver nosotros. Yo creo que nunca pensamos que 20 años después íbamos a estar presentándola en el primer festival que nos dio confianza que fue Morelia, fue el primer festival que nos dijo ‘queremos esa película’”, dijo Alejandro Lozano. 

En el transcurso de una noche, dos jóvenes amigos, Jaque y Mudo, viven una aventura inusual: tienen que encontrar la manera de que su jefe, Óscar Cabos, un empresario millonario y padre de Paulina —la novia de Jaque—, que por circunstancias extrañas está en la cajuela del coche de Jaque, regrese a salvo a su casa. Al mismo tiempo, Botcha y su amigo Nico intentan secuestrar al magnate Cabos con la intención de pedir una gran suma de dinero como rescate y vengar el pasado humillante del padre de Botcha. Sin embargo, en la oscuridad hay una confusión de cuerpos y fallan los planes. 

La película, escrita por Lozano, Tony Dalton y Kristoff Raczynski, y producida por Lemon Studios —que surgió con esta película—, logró introducirse en el gusto del público al punto de convertirse en un filme de culto, gracias a que escarbó en la memoria del cine de luchadores, le agregó el humor y la irreverencia a la Quentin Tarantino y sumó escenas de acción inusuales en el cine mexicano, incluyendo una persecución en coche al interior del Estadio Azteca. Su excentricidad y sus personajes son ya parte del imaginario popular mexicano, de tal modo que si hoy Silverio Palacios o Joaquín Cosío son estrellas del cine nacional, es en parte por sus inolvidables aportes al filme. Matando Cabos no fue sólo una película, sino una época en las vidas de sus espectadores.