27 · 10 · 23 Durante el 21er FICM se proyectó el clásico del cine TRES COLORES: ROJO, de Krzysztof Kieslowski Compartir en twitter Compartir en facebook Compartir con correo Copiar al portapapeles Omar Sosa Topete Durante el 21er Festival Internacional de Cine de Morelia (FICM) se proyectó el clásico del cine Tres colores: Rojo (1994, dir. Krzysztof Kieslowski). La película fue presentada por Jean-Christophe Berjon, actor y director de teatro. Al finalizar la proyección llegó la actriz Irène Jacob, quien protagoniza la cinta, a contestar las preguntas del público: “Actuar con Valentine tenía mucho que ver con preguntarme por qué esta chica vuelve a esa casa del juez que es tan desagradable con ella”, dijo Jacob sobre el punto de vista desde el que desarrolló su personaje. Para ella ese acto, el volver, es de lo que trata la película entera porque es donde se demuestra la hermandad, tema central de la cinta. Irène Jacob, Jean-Christophe Berjon “El desafío en esta película era no limitarse a una simple historia de amor, sino mostrar cómo dos personas, dos seres, que se encuentran y detestan, en cierto momento pueden llegar a esta fraternidad” dijo la actriz, quien luego hizo una comparación entre los papeles que interpretó para las películas de Kieslowski. En La doble vida de Verónica (1991, dir. Krzysztof Kieslowski) pasaba muchas escenas a solas, la conexión que generó fue entre ella, Véronique y Weronika; mientras que en Tres colores: Rojo desarrolló un dúo entre Valentine y el juez. “Para mí en esta película hay muchos cines y mucho amor hacia el cine” respondió a la pregunta “¿Para tí que es el cine?” que se formuló entre el público. “Si ustedes se fijan, el manejo de la luz refleja los sentimientos de los personajes. Un rostro que pasa de la luz a la sombra, eso es el cine” dijo Jacob haciendo alusión a la importancia del trabajo de Piotr Sobocinski, director de fotografía de la cinta. Remarcando el trabajo de fotografía dijo: “Él (Sobocinski), si se fijaron, es citado una vez más entre los guionistas porque se considera que él hizo la escritura de las imágenes y dio muchísimas ideas para la película. Él tenía 35 años y tenía ganas de realmente explorar todo su talento en esta película”. La participación de Piotr Sobocinski fue tan importante que, desde el punto de vista de Jacob, las reglas que rigen Tres colores: Rojo son mostradas al público desde el inicio: “Piotr decide que el primer plano de la película es tomar una grúa y de alguna manera entrar en el departamento de esta mujer, entonces eso ya es una intrusión” agregó Jacob refiriéndose a una de las líneas temáticas de la película. Respecto a lo que fue trabajar con Krzysztof Kieslowski, Irène Jacob dijo varias cosas. “Para mí fue un hermosísimo encuentro. Él siempre, claro está, estaba muy involucrado en la película, estaba ahí, veía lo que sucedía, reflexionaba, veía como alguien cruzaba las piernas, pero sobre todo él tenía una mirada muy atenta y esto es lo que hacía que sucedieran las cosa y cuando algo le gustaba decía: ¡Oh!”. Irène Jacob Los detalles más mínimos eran algo que le importaban a Kieslowski. “Algo que sí les puedo decir es que él usaba la cámara como un microscopio. Él antes hacía documental y en cierto momento decidió abandonarlo porque lo que le interesaba era filmar el interior de los personajes” sumó la actriz respecto a su experiencia con el director. “Hay que saber que Krzysztof Kieslowski se ocupa muchísimo del montaje, él decía que adoraba la escritura del montaje. Siempre hacíamos pocas tomas, pero filmaba muchos ángulos diferentes” añadió Jacob. Para la actriz el trabajo que realizaba Krzysztof era admirable a la par que desgastante, porque mientras rodaba Rojo él estaba montando Tres colores: Azul (1993, dir. Krzysztof Kieslowski), “Él decía que eso le permitía mantener cierta distancia, pero la realidad es que sí se cansó muchísimo durante estos rodajes”. Irène Jacob comentó que Kieslowski no era alguien que se detenía a hablarle acerca del personaje. Una de las reglas que Kieslowski si imponía era el no actuar de manera pretenciosa. “Sabes, Irène, un día tu eres la que está bien, otro día Jean-Louis es el que está bien, a veces los dos está bien, otros días ninguno de los dos está bien” agregó la actriz con humor. “Hay que saber que Krzysztof era alguien que funcionaba al 100% en el set de rodaje” puntualizó Jacob, así que cuando él le dijo que con solo ver el 30% de lo que soñaba sobre la película ya en la cinta se sentía satisfecho, le fue impactante. “Luego entendí que incluso si damos el 100% hay veces que, pues somos humanos, a veces funcionamos menos bien, a veces estamos menos inspirados. Es cierto que si en una película hay 30% que ustedes reciben de manera muy fuerte, ya está súper bien” agregó Jacob. En cuanto a su trabajo y trayectoria como actriz dijo: “Creo que hay que atreverse a encontrar la propia voz, porque todos somos únicos y hay que tener fé en eso”. Para ella buscar un estilo propio y no emular a quienes ella admiraba fue algo clave. “También hay que mantener siempre en mente cierto grado de libertad: libertad de ver de cierta manera los personajes, o de escoger tal proyecto en vez de tal otro” dijo la actriz sobre la flexibilidad que se permite para actuar. Para concluir entre aplausos de toda la sala, Irène Jacob dijo “Afortunadamente es un oficio que no hacemos solos. Algo que es cierto es que cuando uno es un joven actor o actriz hay que acercarnos a todos aquellos con quienes nos gusta trabajar para trabajar todos juntos. Es un oficio que se hace en equipo”.