18 · 09 · 17 ¿Cómo se restaura una película antigua? Compartir en twitter Compartir en facebook Compartir con correo Copiar al portapapeles Gabriela Martínez @GabbMartivel Ver un clásico en pantalla grande proyectado directamente del rollo de nitrato es una experiencia que pocas veces puedes tener la fortuna de vivir. Las altas cantidades de plata en su emulsión permiten proyectar imágenes luminosas y brillantes en blanco y negro con una gama de grises que una copia digital difícilmente puede revelar. Lograr una copia directo de la película original, ya sea de nitrato o poliéster, implica un profundo y a veces largo trabajo de restauración que puede tomar meses o incluso años. Acompañados por Francisco Ramírez Vázquez, jefe del Laboratorio Cinematográfico de la Filmoteca de la UNAM, hicimos un recorrido por las instalaciones de esta institución para conocer el proceso de restauración de una película antigua. El objetivo del laboratorio cinematográfico es mantener en buenas condiciones el material del archivo fílmico de la Filmoteca. Muchos de estos materiales llegan en mal estado o duplicados, por lo que se hace una revisión de sus condiciones y se verifica que no haya una copia del mismo trabajo. Generalmente las películas llegan por medio de donaciones, y muchas de ellas son cine silente de los años veinte. Es importante preservarlas, pues hay pocas copias. "Ser rescatadas implica hacer un nuevo negativo, escanear y hacer restauración digital porque, con el tiempo, las características de la película cambian: es inestable, se mueve mucho. Las películas comienzan a deformarse o se contraen, por lo tanto hay que darle estabilidad y regresarle los tonos correctos", dijo Francisco Ramírez. Además agregó que el mejor soporte para conservar una cinta es la película de poliéster (16mm, 35 mm o 9.5 mm) porque es un soporte seguro que puede preservarse hasta por 300 años, a diferencia de una copia digital que si no se migra a datos constantemente, se puede perder. La evaluación del material Una vez que se acepta una copia para su restauración y conservación, debe ir al taller. Aquí se revisa la ficha técnica de todo lo que llega y se hace la clasificación para ingresarla a la base de datos del archivo. Para saber de qué año es la película, se buscan unos símbolos grabados a un costado de las perforaciones, que posteriormente se comparan con una lista de códigos que sirven para identificar el año de producción de la película. En el taller se rehabilitan y restauran los negativos o positivos de los filmes, pues hay materiales que llegan con el llamado síndrome del vinagre, que es como se le conoce a la descomposición natural con el paso del tiempo de la película de acetato, y que por su acidez huele a vinagre. El daño causado por este síndrome se mide con una tirita de pH que ayuda a determinar el grado de acidez, posteriormente se “vacuna” la película con ayuda de desecantes y se sella en una lata para que, en un lapso de aproximadamente dos meses, se vuelva a revisar para ver cuánto se compuso el material. En caso de que la película no se haya recuperado completamente, se hace una restauración fotoquímica (de imagen) cuadro por cuadro y de forma manual. UNAM's Film Library Medal The road before seeing a restored old movie on the big screen is long and elaborate. Knowing what is behind such an event highlights the importance of not missing out on the opportunity to attend their screenings.