25 · 04 · 24 A 50 años de MERIDIANO 100 Compartir en twitter Compartir en facebook Compartir con correo Copiar al portapapeles Rafael Aviña Filmada hace 50 años y estrenada en octubre de 1976, Meridiano 100 (1974) es un relato atípico y militante como casi toda la obra de Alfredo Joskowicz, con imágenes de Toni Kuhn, que encara un tema muy poco abordado por la ficción de nuestro cine. De hecho, se trata de un importante antecedente de tres películas que tocarán el tema de la guerrilla: Caminando pasos caminando (1975), de Federico Weingartshofer; Bajo la metralla (1982), de Felipe Cazals; y El violín (2006), de Francisco Vargas. La secuencia de créditos es presentada sobre un mapa que remite al nombre de la película. Después, un grupo de guerrilleros se aísla en las montañas y las imágenes son acompañadas por un inquietante sonido de percusiones que adelanta la violencia de la trama. Ello, en un relato filmado en Chalco y en la zona de Malinalco, Estado de México, en el que Joskowicz insistía en el tema de la oposición política al gobierno a través del enfrentamiento, en este caso violento, en la historia de un grupo de guerrilleros que fracasan en su afán de concientizar a un grupo de campesinos y terminan inmolados por la fuerza represora del Estado. Meridiano 100 (1974, dir. Alfredo Joskowicz) Una cédula guerrillera es desarticulada cuando uno de sus miembros es torturado por judiciales y los delata. El grupo recupera al delator y se lo lleva a la zona de Malinalco donde lo ejecutan y le colocan un letrero: “Justicia del frente revolucionario” y antes, en la radio, se escucha que un jefe de la guerrilla ha muerto. Ellos son: El Rojo (Héctor Bonilla), visible líder; El profesor (Álvaro Carcaño), un intelectual de clase media de clara filiación marxista que choca constantemente con el visceral Toño (Roberto Sosa), estudiante de clase baja, quien más tarde los abandona llevándose buena parte de la poca comida que tienen; y Urbano (Eduardo López Rojas), aguerrido y robusto quien baja al pueblo para encontrarse con otros miembros del partido comunista que los respaldan, entre ellos, un tal Teodoro, que les pide que desaparezcan por un tiempo hasta que las cosas se calmen. Los guerrilleros se molestan y lo tratan de burócrata: “¿Y tú, cuánto ganas aplastando las nalgas en un escritorio?”. Lo que el Partido desea es proteger la imagen de la guerrilla urbana y que no los sacrifiquen.Después, llegan militares al pueblo. Maura (Martha Navarro), la bella esposa del aburrido médico (Mario Casillas), se baña en el río y es descubierta por El Rojo quien la amenaza para que no grite. Se hacen amantes y ella le lleva alimentos y dos gallinas que el médico cree las han robado los del pueblo. Una avioneta explora la zona. El Rojo le pide a Maura medicinas para El Profesor que se ha sentido mal y que lleve una carta. El marido la descubre y, pese a ello, ausculta al Profesor y posteriormente intenta llamar la atención de la avioneta. Urbano mata al médico, son perseguidos y asesinados por el ejército que, además, recibe la orden de cortarles las cabezas, las cuales colocan en la plaza y queman los cuerpos. Maura recibe la visita del presidente municipal y un capitán del ejército para darle el pésame. Por la noche, Maura intenta robarse la cabeza de su amante pero un soldado le dispara. Meridiano 100 (1974, dir. Alfredo Joskowicz) En Meridiano 100, no faltan algunos diálogos acartonados, no obstante, es evidente lo bienintencionado y atractivo del relato y la posición militante de Joskowicz y Bonilla, coguionista del filme, inspirado en parte en el cuento La viuda Afrodisia, de Marguerite Yourcenar, en su intento por criticar no sólo la represión del Estado, la concentración de la riqueza en pocas manos y el control del pueblo (“Los roban, los pisan y ellos aguantan como animales”), sino a su vez, los errores de la propia izquierda, su cerrazón y su burocracia. Muchas escenas remiten a anteriores trabajos suyos: El cambio (1971) y, sobre todo, su corto documental La manda (1969) con las escenas de los danzantes, las procesiones y los creyentes que avanzan de rodillas por el pueblo. También toca temas como la ignorancia del pueblo en general: el médico observa cómo una mujer con una niña enferma, a la que le regaló medicamentos, lleva a su bebé con una curandera; y el tópico del erotismo y la pasión que El Rojo despierta en la sensual Maura que interpreta Martha Navarro, quien un año después filmará La pasión según Berenice, (1975) de Jaime Humberto Hermosillo.