21 · 05 · 24 XQUIPI (OMBLIGO), la realidad Istmeña de Juan Pablo Villalobos en La Semana de la Crítica Compartir en twitter Compartir en facebook Compartir con correo Copiar al portapapeles Berenice Andrade Como cada año, desde 2005, el Festival Internacional de Cine de Morelia (FICM), por invitación del Festival de Cannes, realiza una función especial fuera de competencia en La Semana de la Crítica, donde se presentan cortometrajes que fueron parte de la Selección Oficial de la edición anterior.Este año, el director Juan Pablo Villalobos Díaz fue seleccionado con su cortometraje Xquipi (Ombligo) (2022), que sigue la historia de Coral y su hermana embarazada, Luz, quienes viven en una antigua casa sin agua corriente. En su patio, mientras los albañiles construyen una cisterna, encuentran accidentalmente un entierro prehispánico y un arqueólogo interviene. Por la noche, mientras Luz entra en labores de parto, los hombres hacen otro hallazgo inesperado.El FICM tuvo la oportunidad de platicar con el director, quien nos contó sobre su inspiración para realizar este trabajo con el que pudo reconectar con su propia historia. XQUIPI (OMBLIGO) (2023, Dir. Juan Pablo Villalobos) FICM: ¿Cuál fue tu intención al realizar este cortometraje?Juan Pablo Villalobos: Mi intención fue escribir un guion sobre un elemento de la región de Tehuantepec, donde estoy viviendo ahora y de donde soy. Fui a la Ciudad de México varios años y volví. Quería reconectar con mi lugar de origen y el espacio que me di, alrededor de 14 años desde que me fui, me dio fácilmente ese interés y capacidad de observar con nuevos ojos mi lugar de origen. Fue por eso que encontré el elemento del ombligo como algo que sentía yo; que tenía el poder de desarrollar historias alrededor, incluso hasta gráficamente. Simbólicamente, el ombligo es eso, un centro que alrededor tiene cosas que se mueven; entonces la primera intención fue eso, escribir un guion y después desarrollar la producción.Todo esto también surge porque había una convocatoria en ese momento con un apoyo muy pequeño del sur del país; es importante decirlo porque toda la producción vino y se hizo desde el sur de México. El festival que hizo la convocatoria es uno muy pequeño de Mérida Yucatán, se llama Libre Cinema. Y daban un apoyo económico pequeño para que se desarrollara el guion, entonces fue así como empezó.FICM: ¿Por qué contar una historia del Istmo, a partir de un elemento tan identitario de aquella región como es enterrar el ombligo?JPV: A través de los años mi visión sobre mi región ha ido evolucionando y no quería caer en retratar o nada más representar un ritual antropológico, etnográfico y folclórico, como sucede muchas veces. Quería que la película en su forma y su manera de plantear el lenguaje cinematográfico, emulara la idea del ombligo. Es decir, muchas cosas que pasan alrededor de un centro, de un eje. Primero fue el hoyo físico que había en el lugar, la cisterna que están excavando los albañiles. Luego encontré una historia análoga que la hacía más rica, que fue el mismo ombligo del niño que iba a nacer en esa casa, entonces uní dos cosas —el tesoro del ombligo del ser humano y el tesoro en oro que encuentran en el patio. XQUIPI (OMBLIGO) (2023, Dir. Juan Pablo Villalobos) Entonces, estructuré la historia de manera narrativa y me interesó también incluir lo del oro, porque es algo que se recoge aquí, como en la fantasía popular. Porque en Tehuantepec de donde yo soy y estoy, existen ciertas historias fantásticas que cuentan los adultos. Algunos que han encontrado oro enterrado en las casas, porque las casas de aquí son muy antiguas, de la colonia; las fortunas se enterraban en las casas. Y hay leyendas y mitos de muchas personas que han encontrado oro enterrado y se han hecho ricos de un día para otro. Entonces esa idea fantástica narrativa me llamaba la atención para mezclarla con una mucho más profunda —que es la idea de una cultura —enterrar el ombligo; no en tu lugar de origen, siento que tenía un paralelismo muy padre de que entierras el ombligo, visto como como una semilla que va a dar después algo mucho más grande.También, el oro que está enterrado ahí y me llamaba mucho la atención la tradición del ombligo, y todo lo que lo que lo rodeaba; porque cada vez se da menos la tradición. Pero, aún en los lugares donde hay casas grandes y hay patios de tierra todavía se puede dar. Y no obstante que la gente no nace en las casas y nace en los hospitales; todavía con algunos de mi generación se practicaron esas costumbres, como mis padres.FICM: En ese mismo eje, pero en otro nivel de la historia, ¿hay alguna relación consciente entre el despojo y el nacimiento? Porque estos dos personajes viven un despojo al mismo tiempo que entierra el ombligo de esta nueva vida que acaba de nacer.JPV: Claro, existe la condición también social que está ahí puesta, porque las personas, mis personajes, que viven en esta casa, una casa enorme, no son dueños pero ocupan la casa. Después del terremoto que hubo aquí, vino un nuevo interés arqueológico para rescatar las casas; llegaron a Tehuantepec muchos arqueólogos a supervisar las restauraciones de las casas, de las iglesias.Esto originó que objetos de interés nacional se llevaran a museos. Entonces me interesaba la idea de que se vive aquí en tanta pobreza, más que en el resto del país, que abajo de las casas y abajo de la pobreza hay una riqueza, y para mi era interesante dejarlo claro. Que a pesar de que con ese oro y esas monedas que estaban enterradas podía vivir la familia sin ningún problema, pero tenía un interés más general que es llevarlas a un museo.FICM: ¿Por qué decidiste meter tu cortometraje a competir el Festival Internacional de Cine de Morelia?JPV: El FICM es un referente nacional y también ya muy conocido internacionalmente —como un lugar digamos obligado a pasar por cineastas mexicanos de las últimas generaciones. Entonces, yo hice este cortometraje sin ninguna pretensión de que estuviera en festivales pero, se dio la circunstancia de que yo atendí a una convocatoria de Locarno Filmmakers Academy y ellos me aceptaron, vieron el corto en working progress y me dijeron; ¡está muy padre el corto! No va a estar en la competencia de cortos pero será expuesto. Entonces allá en Morelia lo vieron y por eso lo seleccionaron; porque también este año en Locarno estuvo la retrospectiva de cine mexicano, fue mucha gente del cine mexicano de programadores a Locarno y ahí se dio esta circunstancia para que estuviera en la FICM, aparte que yo lo había inscrito también. XQUIPI (OMBLIGO) (2023, Dir. Juan Pablo Villalobos) FICM: ¿Y qué te ha dejado haber ganado en el FICM?JPV: Pues ahora veo la posiblidad de poder desarrollar mi largometraje, mi opera prima. Porque sí ha habido un poco de interés en algunas casas productoras de saber qué es lo que quiero hacer, para mi primer largo. A pesar de que yo ya tengo una productora, ha habido otros acercamientos y creo que eso es lo que hasta ahora me ha ayudado —veo un poco más claro la posibilidad de hacer un largometraje a partir del premio del FICM. Y también la invitación a otros festivales como ahora estar en la semana de la crítica en el Festival de Cannes.Por cierto también vamos a competir en el Festival Internacional de Cine de la UNAM (FICUNAM) en la sección Ahora México, que está bien padre porque es es la competencia mexicana; y Xquipi (Ombligo) es el único corto que está compitiendo con largos, eso me parece muy interesante.FICM: ¿Qué esperas de esta función en la semana de la crítica del Festival de Cannes? ¿Vas a ir?JPV: Sí voy a ir, hacer el esfuerzo para conocer el festival más importante del mundo, pues creo que es importante mostrar un pedazo poco visto de la realidad de México, el Istmo de Tehuantepec; y en general mostrar lo que se produce en el cine mexicano. Para mí es una oportunidad enorme, para que la realidad Istmeña, oaxaqueña o mexicana esté presente ahí, y que esté hecha también por su gente, porque el 80% de quienes hicimos Xquipi (Ombligo), somos gente del Istmo de Tehuantepec y con una ficción, porque generalmente se hace más documental.Me gustaría agradecer al FICM, fue la primera plataforma, escalón y vitrina, que hizo que Xquipi (Ombligo), se conociera; y también esperando que siga teniendo el corto mucha más exhibición; en esta ocasión no pudo estar en las proyecciones de Cine para todxs del FICM, porque iba a participar en FICUNAM ahora en junio; pero posterior a eso, espero que Xquipi tenga una vida mucho más libre en cuanto a su exhibición.