12 · 07 · 21 "Todo" es la gente que amo: Cristina Aguilera Ochoa, ganadora de Film School Awards de Nespresso Talents Compartir en twitter Compartir en facebook Compartir con correo Copiar al portapapeles Gabriela Martínez @Gabmartivel El cortometraje mexicano Doing is Love, de la directora venezolana nacionalizada mexicana Cristina Aguilera Ochoa, obtuvo el premio Film School Awards otorgado por Nespresso Talents. Esta es la primera vez que la marca realiza un concurso internacional enfocado exclusivamente a estudiantes. Cristina Aguilera Ochoa | FOTO: David del Río FICM: ¿Cómo fue que te enteraste de la convocatoria? Cristina Aguilera Ochoa: Fue porque en una de las clases de la Universidad Iberoamericana, el profesor Fernando Moreno, nos sugirió participar en esta convocatoria para la tarea final; había otras opciones, pero yo elegí participar en la convocatoria. Tenía que aplicar todo lo que había aprendido en mis clases de Producción y Dirección Técnica para entregar el trabajo final. Muchos compañeros de clase también participaron. FICM: ¿Cómo te sientes de haber participado en la primera edición de esta categoría, que además es internacional? CAO: ¡Es enorme! Me siento muy honrada y agradecida porque yo no me he hecho sola. Llegué a México a finales de 2012, soy venezolana. Estoy hecha de mi familia, de mis amigos, de mis profesores, de toda la gente que me ama. Toda la gente que te ama te va formando. Me siento muy agradecida porque siento que todos forman parte de esto. También siento que tuve mucha suerte, que muchas cosas se alinearon para que esto pudiera lograrse. Es como un gran inicio, una puerta que se abre hacia muchas más oportunidades. FICM: Cuéntanos un poco de tu inspiración para realizar este cortometraje. CAO: Me estaba volviendo un poco loca con mi trabajo final porque no sabía qué hacer, sabía las limitaciones: formato vertical, en tono positivo y con el tema "Hacerlo es todo". Le pedí ayuda a un profesor, me dio una idea porque durante la pandemia aprendí a hacer pan: "Hay personas en tu mesa y tú les preparas pan". Al principio no me encantó, pero me quedé con la idea del pan. Si te das cuenta, creo que el cortometraje funciona porque es un retrato de mi vida pero también es el retrato de la vida de muchos estudiantes que durante la pandemia están todo el día pegados a la pantalla, al Zoom, entonces fue como una pequeña foto de este momento de mi vida y me puse a pensar por qué hago lo que hago. Me pregunté, "¿Qué es todo para mí?" y "todo" es la gente que amo. En esta pandemia aprendí a hacer pan para dárselo a las personas que amo, le regaló pan a mi familia, a mis amigos. Otra cosa que llevo haciendo desde el inicio de la pandemia es tejer, empecé a hacer un suéter para una amiga, Sofia, que es quien sale al final del cortometraje con el suéter puesto comiendo pan. Soy mexicana y también venezolana, siento que eso también es parte de la gente a la que amo. Cuando te vas de tu tierra, de tus raíces, te llevas contigo tu hogar. La familia que eliges también es tu hogar, entonces terminas perteneciendo a la gente que amas en lugar de decir que eres de un país o de otro. Me encanta Venezuela, me encanta México y me encanta ser de los dos lugares. Estoy muy agradecida con ambos países y siento que esto no me hubiera pasado si no hubiera llegado a México y también tiene que ver con todo el apoyo que he recibido de toda la gente que he conocido en los dos lugares. Entonces dije, "voy a tomar esto que es lo que estaba haciendo" y le dije a mi amiga. Además, recordé un libro que volví a leer que se llama La sociedad del cansancio, de Byung-Chul Han. Aquí se plantea que pasamos de una sociedad neurótica a una sociedad de ansiosos y deprimidos, es una propuesta budista sobre el retorno al cuerpo y a mí lo que me salvó durante la pandemia fue tener mi jardín, eso me ayudó a reconectar con mi cuerpo, de ahí sale la idea del cortometraje: Estamos encerrados todo el día, la pandemia nos ha afectado mucho, a algunos más que otros, pero todos hemos cambiado. Es como un trauma social, una crisis colectiva y estamos todos muy pegados en la pantalla y no usamos el cuerpo, no nos movemos y entonces este cortometraje es un resumen de eso. Mi razón para hacer las cosas muchas veces está dirigida hacia la gente o por la gente que amo, así surgió este trabajo, de una historia completamente real. Este suéter lo tejí para mi amiga, aprendí a tejer para hacerle un suéter. A Sofía no la había visto desde que empezó la pandemia, ella siempre ha sido muy estricta durante el encierro y de hecho me pidió que me hiciera la prueba de COVID antes de poder grabarla. Algo que le da mucha cohesión al corto es la canción que hice con un amigo, se llama Amón y es muy talentoso. Él es músico y la noche antes de entregar la tarea estaba improvisando y al final la canción quedó muy bien. Él quería masterizar la pista, se volvió un poco loco y al final agregó un pianito. Quedo muy bonita la canción, creo que eso también hizo que ganáramos y estoy muy emocionada. FICM: ¿Qué es lo que esperas de la experiencia en Cannes? CAO: Estoy emocionadísima y espero conocer a mucha gente, conocer a la gente que me llevó para allá, reencontrarme con unos amigos de la familia que estarán por allá y comer muy rico, ver muchas películas. Voy a intentar meterme a todas las películas que pueda y disfrutar, aprender mucho y divertirme. Estoy muy emocionada creo que sólo el hecho de estar allí es impresionante, no tengo palabras.