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Restrepo: Entrevista con el productor ejecutivo del documental de Tim Hetherington, periodista asesinado en Libia.

Anne Wakefield

Cuando lo sorprendió la muerte, Hetherington trabajaba en "Infiel", un
libro sobre el pelotón estadounidense estacionado en el valle de
Korengal en Afganistán que capturó en el documental, Restrepo.

Hetherington nació en Liverpool, Inglaterra en 1970 y estudió literatura y periodismo gráfico. Residía en Nueva York desde hace varios años. Hetherington recibió varios premios por su trabajo como fotógrafo de cine, director y productor de películas. El periodista que murió al recibir el impacto de un mortero en Mistrata, se especializaba en cubrir zonas en conflicto. Con su cámara capturó varios conflictos en África Occidental. El libro " Long Story Bit by Bit: Liberia Retold" (una larga historia, pedazo a pedazo: Liberia recreada) es una colección de sus más de diez años de trabajo en el área. Hetherington ganó cuatro premios World Press Foto, incluyendo el del Fotógrafo del Año (2007), y un premio Alfred I. DuPont en periodismo televisivo. Hetherington también ganó el premio World Press Photo del Año por sus reportes con el batallón que aparece en Restrepo.

En 2007, Vanity Fair envió a Hetherington junto con el escritor Sebastian Junger (quien les propuso la historia), a documentar un año con el batallón estadounidense en Afganistán. A la vez del gran reportaje visual y escrito que crearon para la revista, Junger y Hetherington capturaron su experiencia en cámara y de ahí nació "Restrepo", que obtendría en el 2010 una nominación al Oscar en la categoría de Mejor Documental.

Por su parte el periodista estadounidense Sebastian Junger, autor de "La Tormenta perfecta", "Fuego" y "Muerte en Belmont" también ha obtenido varios premios por su trabajo. Junger ha reporteado para Vanity Fair desde varias zonas en conflicto: Monrovia, durante la guerra civil de Liberia (2003); Sierra León durante la guerra civil del 2000; y Níger en el 2006. En 1999 su informe sobre crímenes de guerra en Kosovo ("El análisis forense de la Guerra") para Vanity Fair le valió el premio National Magazine FICMard for Reporting.

Junger informó por primera vez desde Afganistán en 1996. En el 2001 regresó para presenciar el derrocamiento de los talibanes y el inicio de la intervención de Estados Unidos y la OTAN en ese país.

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Entrevista con el Productor Ejecutivo de Restrepo, Nick Quested

La cinta Restrepo estuvo incluida en la programación del Festival Internacional de Cine de Morelia (octubre del 2010), y su productor ejecutivo, Nick Quested estuvo con nosotros para presentarla. A continuación presentamos la entrevista que Quested concedió al FICM donde habla del valor, profesionalismo y destreza de Hetherington.

FICM.-¿Qué nos puede decir de la ubicación de Restrepo? ¿Es el valle de Korengal la zona más extrema de una geografía que se caracteriza por ser infranqueable?
Nick Quested.-La topografía del Valle de Korengal es muy extrema. Esta a una gran altitud. Es un bosque de pinos en las montañas y también hay algunos sembradíos en los valles. Poca gente vive allí. Además, quienes viven allí pertenecen a un grupo étnico muy diferente al del que pertenece el del valle que está al lado y han resistido influencias externas durante tres mil años, así que la cultura de resistencia está firmemente arraigada. Ellos no están interesados en dinero: sólo quieren vivir su vida. Y lo primero que hicieron los estadounidenses cuando entraron en el Valle fue tomar su aserradero y convertirlo en un cuartel general. Dado que su actividad principal es la madera, esto acción de los estadounidenses les privó de su principal fuente de ingresos. No creo que esto haya sido lo más etinado en cuanto a “relaciones con el cliente”, se refiere.

FICM .- ¿Qué tan peligrosa era esta misión, en comparación con otras guerras o zonas de conflicto que Hetherington y Junger habían cubierto en el pasado?
NQ.-Todas tienen sus diferentes niveles de peligro, y también sus diferentes tipos de peligro. Cuando Tim y Sebastián estuvieron en Sierra Leona o en Níger, tenían que lidiar con aficionados. Ahí, muchas veces los combatientes estaban drogados, así que podían actuar como locos de repente. Los talibanes, por otro lado, son buenos tiradores, son profesionales.

FICM-Hetherington se hizo cargo tanto de las fotos fijas como de la cámara para cine, eso tuvo que ser muy complicado, ¿no?
NQ.-Sí, se puede escuchar el obturador de su cámara durante la película. Era una Sony V1.Tim fotografió con una Z1. En su mayor parte, puso la cámara a nivel del pecho con enfoque y todo automático.

FICM .- En contraste con el Armadillo, una película danesa sobre la guerra en Afganistán que también fue nominada a un Oscar este año (y se presentó en el FICM), el tono de Armadillo es optimista. Hay una cierto tono edificante que se nota en su película y que no se siente para nada en Armadillo. Por otra parte, los soldados estadounidenses, a diferencia de los daneses que salen en Armadillo, no se cuestionan su presencia ni la honorabilidad de su misión en Afganistán.
NQ.-Los soldados no dudan sobre la misión porque es su realidad: no pueden darse ese lujo, no podrían sobrevivir si tuvieran dudas. Más tarde, tres meses después de salir del valle de Korengal en agosto del 2008, nos fuimos a filmar a un pequeño estudio en Italia y es ahí donde los entrevistamos sobre lo que habían vivido, una vez que lo había dejado atrás. Pensamos antes de esto, que el material más poderoso era el que habíamos filmado en la zona de guerra. Pero estos chicos fueron capaces de hablar acerca de su estado emocional de una manera que no pudieron hacerlo durante el combate y lo hicieron de una manera muy conmovedora y bien articulada, así que de pronto, esta segunda parte con las entrevistas se convirtió en el centro emocional de la película. Lo importante para que se pudieran abrir con nosotros es que ya a esas alturas nos consideraban casi como uno de ellos.

FICM.-¿Cómo lograron que los aceptaran como uno de ellos? Eso no tuvo que ser fácil puesto que finalmente Junger y Hetherington no eran combatientes, solo estaban llevando el record de la misión.
NQ.-Sebastián y Tim pasado tanto tiempo en Afganistán y estaban tan involucrados en todos los aspectos de la misión de doce meses que fueron aceptados como uno más del pelotón. Sebastián se desgarró el tendón de Aquiles y se quedó con ellos unos días más. Y Tim, en la operación Avalancha Rock (una misión extremadamente peligrosa que duro casi diez días y que es capturada en la película) se rompió una pierna y lo único que le pudieron ofrecer de ayuda fueron dos botellas de agua porque la patrulla tenía que seguir adelante. Tim tuvo que caminar de la montaña hacia abajo a la aldea con una pierna rota: era como tocar el vacío. Y luego cuando se tenía que subir al helicóptero que lo rescataría, tuvo que volver a subir la montaña literalmente con su trasero, de espaldas y de ahí tuvo que cruzar un puente improvisado para ir a la otra montaña donde estaba el helicóptero. Una vez que los paramédicos revisaron su pierna rota, le dijeron que estaba bien, que se apretara bien las botas, se regresara al valle y que vendrían a recogerlo al siguiente día.

FICM.-Qué barbaridad! ¿Cómo resistió? ¿Es muy atlético? Tendría que estar en excelente condición física para soportar eso, me imagino.
NQ.-Sí, tanto él como Sebastian están en muy buena forma. Tienen una alta tolerancia a la adversidad.

Descanse en paz, Tim Hetherington.

FILMOGRAFÍA

Fotógrafo